¿En qué consiste la inteligencia circular?

En un momento en que las empresas están dispuestas a incorporar a su visión estratégica cuestiones como la responsabilidad con el medio ambiente, los efectos de la globalización en la producción, y la necesidad de la búsqueda del desarrollo económico-social, introducir el concepto de inteligencia circular nos puede ayudar a sentar las bases para abandonar el adictivo modelo económico lineal imperante.

La inteligencia circular es la capacidad para tomar las decisiones que minimicen los impactos negativos y regeneren los ecosistemas

Partiendo de la definición de ecointeligencia que, recordemos es la capacidad de desarrollar productos y servicios diseñados para que desde su creación hasta el final de su vida útil sean beneficiosos para el medio ambiente, podemos intuir lo que puede ser la inteligencia circular.

Desde el punto de vista de economía circular y sostenibilidad, esta inteligencia debe ser esa capacidad para tomar las decisiones que de forma permanente y continua minimicen los impactos negativos en el entorno y de un paso a favor de la regeneración de ecosistemas.

Esta nueva inteligencia circular implica un aprendizaje continuo por parte de los miembros de empresas y entidades, yendo más allá de iniciativas o acciones aisladas, desarrollando procesos continuos, escalables y sostenibles.

Este desarrollo de la inteligencia circular se debe apoyar de manera decidida en tecnologías habilitadoras digitales (THD), datos e investigación y convertirlos en puntos de entrada para la toma de las decisiones ecointeligentes que precisan nuestras organizaciones.

Conviene recordar que la economía circular propone considerar en la producción de productos (o servucción de servicios) cuestiones como:

  • El análisis del ciclo de la vida, haciendo especial foco en la obtención responsable de materias primas y otros recursos
  • El diseño circular de procesos y productos considerando maximizar la vida útil, una producción reutilizando materiales y buscando reducir residuos
  • La distribución de productos considerando un transporte y movimientos que disminuyan la emisión de contaminantes
  • El consumo responsable, educando al usuario o consumidor para que devuelva el producto una vez finalizado su uso
  • Recogida a través de la logística inversa para la recuperación de materiales
  • Reciclado o reutilización del producto o sus componentes para ofertar en el mercado productos reacondicionados
Efectos de la destrucción de ecosistemas en el Planeta

También es necesario considerar los aportes de la economía circular en relación a la preservación del capital natural, la optimización del rendimiento de los recursos y la eliminación externalidades negativas.

Esto sirve de base para la generación de modelos de negocio basados en la economía circular con la capacidad de sustituir el modelo económico lineal tradicional, en la búsqueda de una sociedad #DesperdicioCero, cimentada sobre unas buenas prácticas de producción y consumo sostenibles.

Estos modelos y propuestas para la implementación de iniciativas circulares deben considerar la interacción con grupos de interés externos que aporten ideas y objetivos para sostenibilidad.

Esta interacción requiere que la inteligencia circular llegue a la alta dirección de manera consistente, se trasmitan estos nuevos modelos circulares y se comunique la visión en toda la organización para que se realice la transición de una manera eficaz y decidida.

En este sentido son muchas las empresas que ya han iniciado este movimiento fomentando la innovación en sus procesos, seguido por la innovación del modelo de negocio y producto, extendiendo el cambio a sus socios y finalmente, definiendo indicadores clave ya que todo empieza con una adecuada planificación.

Fomento de la reparación y actualización de bienes

No nos olvidemos que esta planificación debe controlarse o medirse para poder alcanzar los objetivos que nos encaminan hacia el modelo circular.

Esta inteligencia circular también debe promover iniciativas desde el marketing sostenible, los empleos verdes, y el abandono de la obsolescencia programada, por citar algunas de las cuestiones que hemos tratado de manera asidua en ecointeligencia.

Finalmente nos gustaría resaltar que la aplicabilidad de la economía circular tiene como base inicial el Homo Circularis y su inteligencia como motor de propuestas para redefinir lo que entendemos por desarrollo económico, sin dejar de lado las otras vertientes de la sostenibilidad, es decir, la social y la medioambiental.

Que podamos extender esta inteligencia circular puede depender el futuro de nuestras organizaciones, por lo que en esa implementación de la economía circular, una visión estratégica y sostenible en la empresa moderna se convierte en una decisión necesaria para su supervivencia.

Sinceramente, esperamos que la aplicación de esta inteligencia circular de lugar a muchos más casos empresariales exitosos dentro del paradigma circular.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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