¿En qué consiste un laboratorio ciudadano de economía circular?

Tanto se habla de economía circular que empieza a interesar al ciudadano como uno de los sectores considerados como estratégico para la competitividad y el desarrollo sostenible.

Un laboratorio de economía circular es un espacio de ensayo de soluciones sostenibles y circulares dentro de un entorno urbano colaborativo

Para la creación de un ecosistema de iniciativas, entidades y agentes de la economía circular, y la necesaria sensibilización ciudadana a todos los niveles, los responsables de las administraciones públicas consideran oportuno construir infraestructuras específicas que aúnen innovación, consumo responsable y buenas prácticas de economía circular.

En este sentido, el diseño y puesta en marcha de un laboratorio como espacio de ensayo de soluciones sostenibles y circulares dentro de un entorno urbano, con un enfoque participativo y de inclusión social, puede ayudar a posicionar el modelo circular como referente, impulsando el abandono de las prácticas lineales (fabricar – usar – tirar) y fomentando la innovación social y la promoción de empleo verde.

Dentro del conjunto de esta iniciativa orientada al ciudadano, se habilitan espacios de formación y experimentación sobre temas diversos, como puede ser horticultura urbana, construcción bioclimática, cubiertas verdes y jardines verticales o sistemas de recuperación de aguas y de revalorización y reutilización de residuos (biodigestores y compostadores), por citar algunos de los que suscitan más interés.

Prototipado y series cortas de productos sostenibles en un Fab Lab

Este laboratorio circular se concibe como un centro de exploración con los siguientes ejes:

  • La circularidad y la economía verde y como observatorio y espacio de muestras de experiencias donde se pueda prototipar procesos y productos para obtener soluciones tecnológicas innovadoras e inclusivas que minimicen el impacto de nuestros residuos y que permitan el desarrollo de nuevos bienes y servicios y la creación de empleo verde.
  • Promover el desarrollo de proyectos y comunidades de aprendizaje en los que se pueda dar la confluencia de distintos recursos, conocimientos y competencias para impulsar alianzas que ayuden a resolver los retos detectados para el desarrollo de modelo de negocio y la Agenda 2030.
  • Fomentar la participación utilizando metodologías colaborativas y a través del diseño sostenible y puesta en marcha de proyectos piloto que den respuesta a los desafíos ambientales del entorno del ciudadano, generando cambios positivos para la construcción de una ciudad más sostenible y también experiencias escalables que puedan ser replicadas en diversos sectores y ámbitos.
  • Promover procesos de innovación social para un desarrollo humano sostenible, centrada en la inclusión de grupos menos favorecidos, a través de diversas acciones de dinamización diseñadas para generar interés y atraer al distinto público objetivo, así como campañas de sensibilización y comunicación en torno a la economía circular.
  • Favorecer un espacio vivo y dinámico en el que se den las condiciones creativas y detonadoras de procesos de cooperación entre los diversos agentes claves necesarios para dar vida a este ecosistema de economía circular.

A partir de estos objetivos o pilares en los que se apoyan las actividades de este laboratorio, se puede realizar una planificación detallada de lo que se puede realizar o poner en marcha desde estos laboratorios circulares para el ciudadano.

Estos puntos podrían servirnos de guía:

1. Revalorización y reutilización de residuos.

Hablamos de profundizar en el reciclaje de bienes y productos y compostaje que incluya, contemplando:

  • Diseño y puesta en marcha de plantas de reciclaje, definición del tipo de residuos y su procedencia y valorización de los mismos 
  • Identificación de residuos para elaboración de compost y procedencia de los mismos en función de la instalación existente y propuesta de destino del compost obtenido

2. Horticultura urbana

Incluir en el laboratorio cuestiones alrededor de:

  • Diseño y explotación de bancales destinados a huertos urbanos, haciendo incidencia en: estudio ambiental de posición y de soleamiento, selección de plantas, drenaje y sustratos, diseño de riego
  • Diseño y puesta en marcha de un semillero en invernadero
  • Diseño de cultivos hidropónicos
Los huertos compartidos son un ejemplo de consumo colaborativo

3. Edificación bioclimática

Además de cultivos en bancales se puede experimentar con el concepto de cubierta o techo verde teniendo en cuenta: estudio ambiental de posición y de soleamiento, selección de plantas, drenaje y sustratos, diseño de riego, y la ejecución de la plantación y puesta en uso de los techos verdes.


Finalmente, es necesario fijarnos en que las acciones de participación ciudadana deben orientarse a promover la implicación activa de la ciudadanía local para que se convierta en un agente con capacidad e impacto en la evolución hacia la mayor sostenibilidad del espacio urbano y la transformación circular en la ciudad, apoyando los siguientes procesos:

  • Transición ecológica justa e inclusiva
  • Innovación y Desarrollo asequible y accesible al ciudadano
  • Alfabetización alrededor de la sostenibilidad
  • Apoyo y desarrollo de soluciones circulares locales

Y tú, ¿participarías en uno de estos laboratorios circulares?

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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