Recordemos que la ciudad de 15 minutos es un modelo de planificación urbana que propone que la mayoría de las necesidades básicas de los ciudadanos (trabajo, vivienda, salud, educación, comercio, ocio …) estén a menos de 15 minutos a pie o en bicicleta de sus hogares.

El concepto fue acuñado por el urbanista franco-colombiano Carlos Moreno en 2016 y busca ciudades más sostenibles y habitables, reduciendo la dependencia del automóvil. En la práctica, este enfoque recupera espacio público para las personas y la naturaleza.
De hecho, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, integró esta visión en su programa de gobierno, convirtiendo a París en un referente global del urbanismo de proximidad.
1. Ciudades pioneras: París y Barcelona
1.1 París (Francia)
París fue una de las primeras ciudades en aplicar este enfoque, siendo la alcaldesa Anne Hidalgo la que ha promovido medidas para crear vecindarios autónomos donde satisfacer las necesidades diarias a corta distancia.
Se han ampliado carriles bici (Plan Vélo) y se ha restringido progresivamente el tráfico motorizado en zonas centrales, plantando miles de árboles y ampliando aceras.
Estas reformas buscan crear barrios donde todo esté cerca, recuperando espacio público en favor de los vecinos y el medio ambiente. Con estos cambios, París avanza hacia un modelo urbano más saludable y sostenible.
1.2 Barcelona (España)
Barcelona lleva años implementando un modelo similar con las superilles (supermanzanas). En cada supermanzana se agrupan varias manzanas donde se limita el tráfico de coches para dar prioridad a peatones y ciclistas. De este modo se crean nuevas plazas y ejes verdes interiores.
Según informes locales, Barcelona lidera con su modelo de espacios de pacificación del tráfico y uso peatonal, reorganizando el tráfico urbano para priorizar a los peatones y la bicicleta.
Los resultados preliminares son prometedores: por ejemplo, en la superilla de Sant Antoni se observó una caída del 25% en el dióxido de nitrógeno (NO₂) y del 17% en partículas PM10, además de una notable reducción del ruido urbano. Estos datos muestran los beneficios ambientales y de calidad de vida de acercar los servicios cotidianos a los ciudadanos.

2. Ejemplos globales de proximidad urbana
2.1 Melbourne (Australia)
Melbourne adoptó la idea bajo el nombre de vecindarios de 20 minutos. En el Plan Melbourne 2017–2050 del gobierno regional se incorporó expresamente este concepto, estableciendo que cada barrio debe fomentar la autonomía, la accesibilidad y el carácter céntrico de los servicios.
En la práctica, algunos suburbios se han rediseñado para que los habitantes alcancen hospitales, escuelas, comercios y espacios verdes en trayectos de unos 20 minutos a pie o en bicicleta. Esta estrategia de proximidad complementa la expansión del transporte público y la creación de corredores verdes en toda la ciudad.
2.2 Portland (Estados Unidos)
Portland (Oregón) lanzó la estrategia Healthy Connected Neighborhood con una meta ambiciosa: que para 2035 el 80% de la población viva en barrios completos. Esto significa barrios donde la mayoría de los servicios esenciales (educación, abastecimiento, atención sanitaria, parques …) sean accesibles a pie o en bici en unos 20 minutos.
Según C40 Cities, el objetivo es precisamente llevar barrios completos al 80% de la población de la ciudad para 2035. Si se cumple, se mejorará mucho la calidad de vida urbana y se reducirá la necesidad de viajar en auto.
2.3 Vancouver (Canadá)
Vancouver es un ejemplo destacado de ciudad de proximidad: combina densidad residencial con comercio y servicios locales y una integración eficiente del transporte público. La planificación urbana de Vancouver se orienta al transporte público y al ciclismo.
Así, la ciudad ha desarrollado vecindarios con una mezcla de usos (vivienda, tiendas, oficinas y recreación) donde gran parte de lo cotidiano está cerca. El sistema SkyTrain y una extensa red de ciclovías facilitan que los recorridos cortos se realicen a pie o en bici. Todo ello crea entornos urbanos verdes, transitables y eficientes.
2.4 Shanghái (China)
En China el concepto se llama círculos de vida comunitaria de 15 minutos. Por ejemplo, Shanghái anunció en 2024 que completará más de 3.800 de estos círculos en la ciudad, asegurando que servicios clave (salud, educación, mercados, ocio …) estén a 15 minutos a pie.
Se han iniciado proyectos piloto en al menos 100 barrios, y un plan maestro hasta 2035 convierte los 15 minutos en la unidad básica de planificación. La prensa oficial informa que en los últimos años múltiples ciudades han empezado a construir círculos de vida comunitaria de 15 minutos, garantizando el acceso a servicios esenciales caminando.
No solo Shanghái, sino también ciudades como Beijing, Wuhan o Guangzhou están avanzando en esta línea. En general, se trata de dotar cada distrito con parques, clínicas y tiendas necesarios para la vida diaria.
2.5 Bogotá (Colombia)
En Latinoamérica, Bogotá ha empezado a incorporar elementos de proximidad urbana. El Plan de Desarrollo Distrital actual promueve un urbanismo de proximidad centrado en el peatón y la bici. La Secretaría de Planeación anunció que aspiran a que los bogotanos tengan acceso a servicios básicos en 15 minutos a pie.
En la práctica, la ciudad reforzó la infraestructura no motorizada: durante la pandemia se habilitaron 80 km de ciclovías temporales (además de los 550 km ya existentes). También se lanzó la iniciativa Cielo Abierto, que autoriza restaurantes y cafés a ocupar temporalmente las aceras y calles, recuperando espacio público para la gente. Estos pasos muestran cómo Bogotá avanza en dar prioridad a la proximidad y la movilidad sostenible.
2.6 Copenhague (Dinamarca)
Copenhague es un referente mundial de ciudad ciclista. Casi la mitad de los desplazamientos diarios allí se hacen en bicicleta, gracias a una extensa red de carriles bici y zonas peatonales. En 2022 la ciudad inauguró cinco nuevas supercarriles de 25 km para enlazar suburbios en bici, junto con numerosas zonas de bajas emisiones en el centro.
Estas políticas han facilitado masificar el uso de la bicicleta y han reducido notablemente la contaminación del aire y el ruido urbano. El resultado es una ciudad más limpia, tranquila y saludable.

3. Iniciativas locales en España
En España también surgen experiencias de proximidad. Valencia, por ejemplo, incorporó en su plan de movilidad la priorización de peatones y ciclistas: ha peatonalizado el casco histórico y trabaja en descentralizar servicios del centro. Incluso se está pilotando un distrito 15 minutos en el barrio de Nazaret, donde el ayuntamiento monitorea qué porcentaje de ciudadanos tiene acceso cercano a sus actividades cotidianas.
De manera similar, la ciudad Vitoria-Gasteiz aparece como caso destacado en estudios europeos del modelo. Y en municipios más pequeños también se incorporan estos parámetros:
Alfaro (La Rioja), por ejemplo, fijó en su Plan de Acción local objetivos explícitos para favorecer la ciudad de proximidad y fomentar medios de transporte sostenibles. Estos ejemplos muestran que el interés por la proximidad urbana crece en toda la geografía española.
4. Conclusión: potencial y desafíos para el futuro urbano
El modelo de la ciudad de 15 minutos invita a repensar nuestras ciudades hacia la sostenibilidad y la calidad de vida.
Acortar distancias reduce drásticamente el uso del vehículo particular y sus emisiones, ya que, al acercar servicios y equipamientos, las personas pueden caminar o pedalear más, lo que mejora la salud física y mental y fortalece la cohesión social.
Por ello, los beneficios del modelo incluyen mejor calidad del aire, menos ruido y barrios más saludables.
Entre los retos de implementar este modelo destaca la exigencia de revisar los planes urbanos existentes y coordinar múltiples áreas (movilidad, urbanismo, servicios). También requiere inversión pública y participación ciudadana. Sin una adecuada planificación, podrían agravarse las desigualdades urbanas: estudios en China advierten que, de no dotar bien los barrios, puede faltar equipamiento básico en áreas con población envejecida.
Las experiencias globales muestran que no existe una sola receta. El modelo es una guía para repensar la ciudad, inspirando proyectos adaptados a cada contexto. Su éxito depende de la voluntad política y ciudadana para transformar el espacio público de forma inclusiva.
En definitiva, la ciudad de 15 minutos ofrece un horizonte esperanzador: su filosofía demuestra cómo las ciudades pueden ser más verdes, humanas y resilientes. Aunque su implementación es compleja, muchos ejemplos reales ya muestran sus beneficios concretos.
Este debate inspira a planificadores, autoridades y ciudadanos a imaginar comunidades donde todo esté a la vuelta de la esquina, situando la sostenibilidad y el bienestar humano en el centro del urbanismo del futuro.
