Reutilizar antes de reciclar: el caso de los libros de texto

Libros de texto reutilizados (izqda) y nuevos (dcha)

En España son estos días, cuando las vacaciones estivales finalizan, en los que la vuelta a nuestra rutina cotidiana se junta con otro acontecimiento que inunda las vidas de las familias con hijos en edad escolar. Os hemos dado pistas, si, es la vuelta al cole!! Se habla de la cuesta de enero, pero no perdamos de vista la cuesta de septiembre.

Hablamos de rutina cotidiana, pero en un contexto económico difícil como el actual, quizás de rutina podemos hablar solo los privilegiados. Cada vez son más las familias que tienen serias dificultades para afrontar los gastos del inicio del curso escolar. Y las ayudas oficiales cada vez son más escasas.

Una parte importante de los gastos escolares son los debidos a los libros de texto. Hace unos meses tratamos el asunto de los libros de texto y el consumo responsable en ecointeligencia y tuvo  muy buena acogida. Aunque la problemática que tocamos se refiere a España, algunos de vosotros nos habéis comentado que sucede en otros países.

Estamos frente a un problema de eficacia y lo tratamos como si fuera cuestión de eficiencia, de mejorar el sistema optimizando el uso de los recursos

No, lo que está mal es el sistema, que no cumple los objetivos principales y, por lo tanto, no es el eficaz

Entre las propuestas que se barajan para llevar el consumo responsable a mundo de los libros de texto es la creación de bancos de libros que, de una forma organizada, posibiliten la reutilización de este material de gran valor.

Cuando hablamos de reutilización nos referimos a que los libros puedan ser utilizados por más de un alumno en varios años. Es decir, que los libros se puedan heredar de niño a niño tal y como pasaba cuando nosotros éramos niños.

A menudo pasa que se utilizan indistintamente los términos reutilizar y reciclar. Según la RAE, se entiende por reciclar someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar. Si hablamos del material intelectual del libro, que mejor manera de reciclarlo que mediante la reutilización del mismo. Si hablamos del principal material físico de un libro, el papel, la posibilidad de volver a usarlo pasaría por su reciclaje.

Reciclar es un buen hábito, no lo vamos a negar a estas alturas, pero a menudo sirve para calmar nuestras conciencias y poco más. Nuestra conciencia ecológica debe crecer y el reciclaje debe actuar de germen o catalizador de nuestra ecointeligencia. Como dicen McDonough y Braungart, el reciclaje está ligado con la ecoeficiencia y no siempre lo menos malo es bueno.

Y depositar los libros de texto en un contenedor azul de papel ¿puede ser no ser bueno? Si la alternativa es tirarlos al contenedor de basura convencional o incinerarlos, sin duda es preferible dejarlos donde se pueda tratar adecuadamente como residuos. Pero debería ser el último camino que debiera recorrer el libro, cuando esté inservible por su uso o evidentemente desfasado en sus contenidos.

Hay dos cuestiones más relacionadas con el reciclaje del papel de los libros. La primera es que el papel de los libros de texto es un papel satinado que requiere un tratamiento separado para su reciclado, ya que para lograr ese brillo se utiliza frecuentemente un sellador ultravioleta, que además de requerir el uso de una considerable cantidad de energía, convierte este tipo papel en uno difícil de reciclar.

Reciclaje de coches fuera de uso

La segunda es una cuestión relacionada con la valorización del papel. Al tratarlo como un residuo este pierde casi todo su valor. Pongamos un ejemplo, los libros de un escolar que están valorados en 300 euros y pesan en su conjunto 8 kilos, su nuevo valor a precio de papel usado (pongamos, unos 40 €/tonelada) sería de 32 céntimos de euro. Sería como valorar los automóviles de segunda mano en buen uso a precio de chatarra. Todo un desperdicio económico y que además no ayuda al medio ambiente.

En este video podéis ver reflejada la idea:

Nuestra intención con estas reflexiones es participar en un cambio de paradigma en lo relacionado con los libros de texto en España. Este cambio debe ser responsable y ligado al pago por el uso y no al de la propiedad del libros, es decir, se debe acercar a los postulados del consumo colaborativo.

Si tienes hijos escolares, ¿cuántos libros has podido reutilizar este año?

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. lobo199

    En mi casa este año hemos conseguido aprovechar la mitad de los libros que nos han pedido en el colegio. Principalmente proceden de hermanos y de amigos.
    La mayoría de los libros están planteados para un sólo uso, ya que se tiene que escribir en ellos. Algunos los hemos borrado con goma de borrar pues estaban escritos con lápiz.
    El precio medio del libro está en unos 17 € y el gasto total para dos niños, descontando los libros reutilizados, ha sido de unos 350 €.

  2. Ambientero

    Lamentablemente el culpable de este problema no son los usuarios, sino el propio sistema. Con libros que cambian de editorial cada dos años, lo que hace imposible que se puedan heredar entre hermanos, primos o vecinos como cuando éramos pequeños, para tener un contenido exactamente igual. Es ridículo pensar que las matemáticas cambien en dos años, de hecho un niño podría aprender todo lo necesario con los libros de hace 20 años. Pero el negocio manda y lo que se embolsan las empresas implicadas con tanto cambio va por delante de cualquier otra consideración, sea la responsabilidad ambiental o las economías familiares. Sin que participe la administración, el consumo responsable de libros de texto es francamente difícil.

    1. RES

      Hola,
      Tienes razón. La normativa tiene agujeros que hacen que el práctica se puedan cambiar de libros casi cada año. Por ejemplo, en dos años no puedes cambiar de editorial pero si de proyecto educativo dentro de la misma. Es obsolescencia programada llevada a su máxima expresión y toda encaminada a que el libro sea un fungible más.
      No obstante, opino que la conciencia del consumo responsable va calando en la ciudadanía.
      Saludos,
      -Ricardo

  3. Reno

    Buen artículo. Tocan un tema muy importante. Hay una petición en Change.org para que el Estado español precisamente se haga cargo de esta reutilización de los libros de textos y que dejen de promover el cambio (casi) anual de dichos libros y contenidos, el cual favorece los intereses económicos de las grandes editoriales.
    En Francia, desde al menos 40 años (y creo que desde que la educación es obligatoria, es decir, hace ya un siglo), en la educación pública, hasta bachilerato incluido, los libros de texto son gratuitos, y los presta el estado…se devuelven al final del año escolar, para que al año siguiente lo recuperen los alumnos del mismo nivel, y ligado a esto, los programas y libros de texto no cambian tanto… No entiendo cómo en un país como España, una solución tan fácil, pública, ecónomica y hasta ecológica como ésta, no se les haya ocurrido nunca!

    1. RES

      Hola Reno,
      Nosotros conocimos a Elena Alfaro en febrero de este año y en ese mismo momento firmamos la petición que lidera en change.org:
      http://www.change.org/es/peticiones/por-un-precio-justo-para-los-libros-de-texto
      La semana pasada llevó al congreso 270.000 firmas por un precio justo para los libros de texto.
      En España debemos cambiar este modelo actual y tomar ejemplo de países de nuestro entorno como Francia.
      Saludos,
      -Ricardo

  4. vicente

    Este tema tratado por Ecointeligencia se llama SOLIDARIDAD.

  5. Elena Alfaro

    Buenas tardes
    Antes de nada quería pediros disculpas por mi tardanza en agradeceros este post en vuestro blog. Me ha parecido fantástico, no solo por apoyar la propuesta de los bancos de libros, sino por explicar tan claramente algunas cuestiones que normalmente resultan confusas para muchas personas con las que he tenido la posibilidad de hablar.
    Es mucho más corriente de lo que podemos imaginar, confundir reutilización con reciclaje, o mejor dicho, al revés. En muchas ocasiones me han dicho cosas como: «yo reciclo los libros, se los paso a mi vecino», o (y esto es más grave ya que eran personas con cierta responsabilidad en el tema): «en nuestra ciudad se reciclan los libros de texto».
    Me ha encantado la manera sencilla en la que explicáis algo tan poco conocido para todos aquellos que no están familiarizados con el tema, como es la dificultad de reciclaje de este tipo de papel. Hay que cambiar la filosofía y ser conscientes de que llevar el papel al contenedor azul, siendo una actitud deseable, no es lo único, ni siquiera lo mejor que podemos y debemos hacer.
    Reciclar, como bien explicáis, es el fin del camino. Agotemos antes todos los pasos y seamos ciudadanos más responsables y sobre todo, más inteligentes.
    Gracias otra vez, el martes 24 podremos escuchar a nuestros diputados, y saber qué piensan de este tema en el Congreso.
    Un abrazo a todos

    1. RES

      Hola Elena,
      Muchas gracias por tus palabras!! Estamos contigo desde que tuvimos noticias de la iniciativa que lideras sobre el consumo responsable y los libros de texto.
      Estaremos atentos al debate en el Congreso de los Diputados. Esperemos que impere el sentido y el bien común.
      Saludos,
      -Ricardo

    2. lobo199

      Aquí está el texto completo de la Proposición no de Ley que se ha aprobado gracias a los votos a favor de UPyD, PP, Coalición Canaria y Foro Asturias.
      El resultado de la votación fue: 177 SI, 126 NO, 4 ABSTENCIONES.
      http://www.congreso.es/docu/tramit/LegX/162.481.pdf

  6. karina

    yo soy de argentina, y las cosas por aquí son diferentes. Si las editoriales cambian cada año los contenidos pero ese es su trabajo. Para reutilizar se dona a bibliotecas (yo trabajo en una, de una escuela) y no importa cuantos años tiene el ejemplar siempre se puede sacar información de ellos.Recibimos todo el tiempo donaciones y si no sirve por su nivel o contenido para la institución se reembia a otra donde se le pueda dar utilidad.

  7. Juan Antonio

    Reutilizar bien y correctamente, no implica solo hablar de los libros de texto, interesa a todo lo que se podría denominar CULTURA ESCRITA DE LA BASURA; lamentablemente en este país la diferencia entre el significado de las palabras RECICLADO que no RECICLAJE y REUTILIZACIÓN está como está porque no hay voluntad directa e inmediata de poner coto a la vorágine de destrucción cultural mediante trituración o incineración diaria y masiva. Con 2 leyes de residuos y con toda una parafernalia actual de «economía circular», que vaya con el término, lo que menos cuenta es las bibliotecas que se podrían formar con esos fondos rescatados y recuperados por reutilización de las plantas de reciclado, los nichos laborales que sería factible de crear y a cuantos se les podría sacar del paro y de la angustia de haber cursado unos estudios sin horizontes de aplicarlo o lo que es más grave, como todo lo medimos en estadísticas y economía, a quienes el sistema actual les va de lujo, como para soltar tan preciada «prenda» y plantearse que el Quijote, sea cual sea la edición que llegue a una planta, va a salir absuelto.O que todo ese acerbo de CULTURA ESCRITA que es monstruoso, a tenor de nuestras experiencias leonesas con el proyecto U.R.R.A.C.A., tenga el más mínimo punto de despegue. Si en definitiva, lo de los libros de texto, no es más que un pequeño montón de granos en el fantástico silo, granero, troj o pósito donde tendría que estar lo que por ley debería ser obligado reutilizar. Pero solo hay una realidad que lo devora todo; aquello en francés de «mange, mange que ne savais pas qui te mangera».

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.