Ciudades que se adaptan al cambio climático: Barcelona

Si nos asomamos a los medios nos damos cuenta que la preocupación por las consecuencias del cambio climático es una constante. Por suerte para todos existe una concienciación creciente de que debemos pasar a la acción, y las ciudades en las que vivimos tienen mucho que decir y que hacer al respecto.

Barcelona, ejemplo de compromiso climático

Cada vez son más las urbes que toman la iniciativa para afrontar y anticiparse, en la medida de lo posible, a los efectos del calentamiento global y de la crisis climática que se está empezando a manifestar.

Así encontramos una recopilación de casos inspiradores correspondientes a ciudades de todo el Planeta que ya han comenzado a trabajar en la necesaria adaptación y mitigación al cambio climático desde diferentes frentes de actuación.

Iniciamos esta serie repasando Adís Abeba (Etiopía) y cómo se han decidido orientarse hacia una movilidad sostenible en su ámbito de influencia.

Ahora es el momento de Barcelona, situada en España y con unos 1,6 millones de habitantes repartidos en una superficie de unos 102 km2.

Con un clima de tipo Mediterráneo continental, en esta urbe de relevancia internacional se han orquestado una serie de planes que la han puesto en cabeza del compromiso climático.

La ciudad de Barcelona, sabedora de que la calidad del aire es uno de los principales problemas ambientales a los que tiene (y ha tenido) que hacer frente, ha puesto en marcha una serie de acciones para hacerle frente relacionadas con la movilidad, la calidad del aire y la autosuficiencia energética.

En Barcelona, como pasar en la inmensa mayoría de las ciudades, el transporte basado en el motor de combustión es considerado como la principal causa de emisiones y de afección a la calidad del aire, suponiendo en esta urbe el 22,6% del consumo de la energía.

En este sentido, Barcelona se ha propuesto como objetivo reducir sus emisiones generadas y alcanzar una mejora de la calidad del aire, comprometiéndose a reducir los desplazamientos de vehículos privados en un 21%, incrementar los desplazamientos a pie en un 10%, en bicicleta un 67% y en transporte público un 3,5%.

En 2018 Barcelona presentó el denominado Plan Clima de Barcelona con 4 ejes estratégicos relacionados con la mitigación, la adaptación y resiliencia, la justicia climática, y el impulso a la acción ciudadana.

Supermanzanas, concepto de movilidad sostenible

A través de su Plan para la Mejora de la Calidad del Aire de Barcelona (2015 – 2018) se establecen una serie de actuaciones a implantar para luchar contra la contaminación del aire.

Este plan aglutina otros planes de la ciudad como son el Plan de Energía, Cambio Climático y Calidad del Aire de Barcelona (2011 – 2020), el Plan de autosuficiencia energética o el Plan de Movilidad Urbana.

Barcelona se encuentra en fase de elaboración y aprobación de un nuevo Plan de Movilidad Urbana (2019 – 2024) tras haber vencido en 2018 el anterior. Mediante el plan se pretende instaurar una movilidad segura, sostenible, equitativa y ecoeficiente.

El programa de Supermanzanas (Superilles), directamente relacionado con la movilidad y contaminación del aire, persigue redistribuir los espacios públicos de la ciudad, los cuales en la actualidad se encuentran reservados en un 60% a los vehículos y zonas de paso.

Éste se pone en marcha con la intención de reducir la contaminación en la ciudad y la congestión del tráfico, además de disminuir el número de accidentes y mejorar la protección de los derechos de los peatones.

Se espera que el Programa Supermanzanas amplíe, en un futuro, el espacio para los ciudadanos en 23 hectáreas

Otro punto que nos gustaría destacar es la estrategia desarrollada alrededor de Barcelona Smart City, que sitúa a esta ciudad a la vanguardia de esta materia. Veamos un vídeo al respecto:

Finalizamos resaltando que el Compromiso Climático de Barcelona actúa como marco de actuación en materia climática para alcanzar un modelo de ciudad cada vez más sostenible y resiliente, comprometiéndose a reducir sus emisiones de CO2 en un 40% para 2030 en comparación con 2005 y aumentar de forma significativa sus zonas verdes.

Este caso es uno de los recogidos en la guía realizado por Forética y denominada Casos de éxito nacionales e internacionales en la adaptación de las ciudades al cambio climático, y disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene un comentario

  1. Flor de Vida

    ¿Realmente creéis que estas medidas son efectivas?
    ¿Prohibir es la solución?
    Yo creo que no, soy usuario de coche y transporte público, y no creo que esta medida sirva para nada si no se dan a conocer a la gente hábitos saludables, si no se ponen los medios y si no se obtiene recompensa.
    Una muesca más a nuestra sociedad de ‘libertades’.

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