La empresa como agente de transformación circular

Seguro que podemos coincidir en que la empresa es un agente imprescindible en la transformación circular de nuestra economía, y que identificar las oportunidades pendientes y en funcionamiento permite configurar el ecosistema en cada sector de actividad y en cada territorio para tomar conciencia del grado de avance en este cambio de paradigma.

La industria conservera es un ejemplo de transformación circular

En este salto o transformación de modelo hay un proceso de cambio profundo que abarca las 3 vertientes de la sostenibilidad (económica, social y medioambiental) que debe tener en cuenta las características propias de cada sector de actividad y de cada una de las empresas que lo componen.

Esto provoca la necesidad de conocer los beneficios y motivaciones para cada una de las empresa que inician la transformación circular. Algunas de estas cuestiones serán genéricas y otras estarán íntimamente ligadas a los valores y posicionamiento de la empresa.

Esto último es importante porque, en ciertos casos hablaremos de transformar actividades ya existentes en la empresa, y en otros será necesario contemplar nuevos modelos de negocio de los que no tengamos referencias cercanas.

Ante esta situación surge la travesía en el desierto del pionero, de ahí que se tan importante disponer de recursos que nos acompañen durante la transformación circular de nuestra empresa.

En este caso, nos gustaría citar algunas de las herramientas que hemos tratado en anteriores ocasiones: el marco ReSOLVE, modelos de negocio circulares, casos de inspiración del WBCSD, o las tecnologías digitales habilitadoras.

Desde la primera Revolución Industrial hemos recorrido de la misma manera el camino para la creación de valor, dando lugar al modelo lineal imperante en el que extraemos materias primas, agua y energía, y las transformamos en productos y servicios que comercializamos.

El reciclaje de residuos de aluminio evita la extracción de recursos naturales

A partir de este punto, dejamos de crear valor para comenzar a destruir y desechar lo producido.

Precisamente, la economía circular trata de sustituir esta destrucción de valor convirtiendo residuos, desechos y desperdicios en recursos susceptibles de ser incorporados de nuevo en las fases de creación de valor.

Precisamente es en esta búsqueda de retención del valor donde aparecen muchas oportunidades empresariales

Nos referimos a cuestiones como la reutilización de productos, el reacondicionamiento, o el reciclaje de sus materiales.

Esta transformación ya es una realidad desde hace tiempo, aunque no se hubiera acuñado el término de economía circular. La reutilización y reciclaje de envases de hojalata en la industria de la conserva es una constante desde hace un siglo.

A este cambio a procesos ecointeligentes se le puede sumar la integración de procesos y flujos en un mismo ecosistema industrial, cuyo modelo de referencia serían los postulados de la ecología industrial.

Un buen punto de partida puede ser la existencia en el territorio de sectores de actividad maduros con iniciativas circulares consolidadas que puedan servir de referencia a otras actividades cercanas y de dimensión más pequeña.

El siguiente estadio de transformación es el que surge no solo de adecuar las actividades existentes en el territorio, sino de crear un entorno que haga posible el desarrollo de nuevas iniciativas empresariales, desconocidas en ese momento, y que pueden dar respuesta a las nuevas demandas responsables de los consumidores.

Una alternativa para acelerar la incorporación de nuevos modelos de negocio y de tecnologías disruptivas es el desarrollo de alianzas entre el mundo de la investigación y el empresarial.

De esta manera la empresa puede tener a su disposición la transferencia de tecnología necesaria para acceder a soluciones innovadoras para la recuperación de residuos, materias primas alternativas o a conceptos basados en el diseño sostenible, por citar algunas de las posibilidades.

Por otra parte, lo que se conoce como transformación digital puede dar acceso a las empresas a nuevos nichos de mercado basados en el uso intensivo e innovador de Tecnologías de la Información y de la Comunicaciones (TIC), que pueden proporcionar a nuestras empresas ventajas diferenciales y circulares.

La simulación en planta reduce los costes de operación

En este sentido, recordemos la importante relación que se establece entre la economía circular y la Industria 4.0, de mano todo ello de las tecnologías digitales habilitadoras.

Tampoco nos podemos olvidar, ya citada la Industria 4.0, de las nuevas posibilidades que vienen de la mano de las energías renovables y de la eficiencia energética.

El paso de un modelo lineal a uno circular va ligado a la tan necesaria transición energética en la que estamos envueltos, en el que el uso de energías limpias y la reducción de consumos nos lleva a un escenario sostenible con bajas emisiones en carbono.

En definitiva, lo citado es solo una muestra de algunas de las alternativas que tiene la empresa a su alcance para dar el paso un modelo económico circular, de manera independiente del sector de actividad o del territorio en el que se encuentre.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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