Europa toma la iniciativa: 32% de renovables para 2030

Finalmente se ha logrado el consenso por el que se ha llegado a un acuerdo político en la Unión Europea (UE) sobre los objetivos de consumo de energías renovables para el año 2030, debiendo suponer un 32% del total para esa fecha.
Las energías renovables son claves en la transición energética
Este acuerdo se ha quedado a medio camino entre el 27% que pedían inicialmente los países miembros y el 35% que reclamaba la Eurocámara para cumplir con los objetivos europeos recogidos en el Acuerdo de París en relación a la lucha contra el cambio climático.
Recordemos que el Acuerdo de París, firmado a finales de 2015, busca limitar las emisiones contaminantes al menos en un 40% para 2030 en relación con los valores de 1990 y limitar el aumento de la temperatura global a final de siglo por debajo de los 2 grados centígrados.
Lo que no se ha logrado, por la oposición frontal de los Gobiernos desde el principio de la negociación, es incluir objetivos individuales para cada Estado, como los que existen ahora para el horizonte 2020.
Estos objetivos son un arma de presión para los Gobiernos, que se ven examinados en el cumplimiento de esas metas por la opinión pública. Lo que si hará la Comisión es elaborar informes, a título indicativo, sobre los esfuerzos de cada país y lo que contribuyen al objetivo general de 2030.
También se incluye en este acuerdo la creación de un fondo para el desarrollo de energías renovables que ayude a las comarcas carboneras de Europa, ya que el carbón para generar electricidad se perfila como el gran perdedor de la lucha contra el cambio climático debido a los gases de efecto invernadero que expulsa cuando se quema.
Y algunos países muy dependientes de este combustible (como Polonia) pedían ayudas como compensación para sus zonas mineras. También en España, algunas áreas de Asturias y Castilla y León, se podrán beneficiar de estas líneas de actuación.

Las renovables son buenas para Europa y hoy Europa es buena para las renovables, Miguel Arias Cañete

En relación a las fuentes de energía solar, hidráulica, eólica y biomasa, el pacto eleva el nivel del 20% de renovables que la UE tiene marcado para 2020 y supone casi el doble de la cuota del 17 % de energía solar, hidráulica, eólica y la biomasa alcanzada por la UE en 2017.
España goza de una gran parque de generación de energía eólica
Más allá de la meta concreta para 2030 es importante que se haya incluido una revisión al alza en 2023. Ese objetivo deberá aumentar si se requiere para que Europa cumpla con los compromisos del Acuerdo de París o si la reducción de costes de las tecnologías renovables hace que sea más fácil ser más ambiciosos.
Otro aspecto controvertido, el del autoconsumo y algunas de las cargas que soporta, como el Impuesto al Sol en España, éstas estarán vetadas en la UE hasta al menos diciembre de 2026.
A partir de ese momento, los Estados podrán decidir si las incluyen atendiendo a una serie de parámetros fijados para que el sistema eléctrico pueda sostenerse económicamente.
Además, se establece una cláusula por la que se fija como derecho recibir una remuneración de acuerdo con el valor de mercado por la energía que se vierta a la red. Y también se fija que los paneles en una vivienda o conjunto de viviendas pueden ser propiedad de un tercero.
En el pacto también se ha incluido también un apartado sobre interconexiones entre Estados, fijándose un objetivo del 15% para 2030.
Otro aspecto importante del acuerdo es una tasa del 14% de energía renovable en el sector del transporte para 2030, que se prevé servirá para impulsar el vehículo eléctrico.
Las soluciones fotovoltaicas combinan perfectamente con la electromovilidad
Es destacable la previsión de reducción progresiva del empleo de aceite de palma para producir biocombustibles destinados al transporte hasta 2030 y limitar sus importaciones, que provienen especialmente de países como Indonesia y Malasia.
También se congela la producción europea de biocombustibles de primera generación, como el etanol, en los niveles de producción que alcance cada Estado miembro de la Unión Europea en 2020 y se fija un objetivo del 3,5% para los de segunda generación, generados a partir de cultivos no alimentarios como la madera.
En resumen, este acuerdo encamina a Europa a la tan necesaria transición energética, cuya una de sus claves es el empleo decidido de las energías limpias.
Os dejamos con un vídeo sobre este pacto tan importante para Europa y el conjunto del Planeta:

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Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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