¿Estamos ante el fin de la abundancia?

Hay síntomas que nos indican que algo de importancia está ocurriendo y que nuestro voraz apetito por consumir materias y bienes se puede encontrar amenazado.

Estamos acostumbrados a disponen en abundancia de alimentos de todas las partes del mundo

A finales del pasado año se hizo especialmente patente que el mundo desarrollado sufría un desabastecimiento generalizado, existiendo problemas en los servicios más cotidianos, unido a un alza en los precios de la energía.

Esta suma de circunstancias nos ha sorprendido, pillándonos desprevenidos a nosotros que estábamos acostumbrados a conseguir cualquier cosa con un mínimo esfuerzo, despertándonos de la fortuna de vivir en una era de la abundancia.

La crisis en las cadenas de suministro comenzó con el impacto del confinamiento sobre la industria manufacturera, continuó con el bloqueo del Canal de Suez por el buque portacontenedores Ever Given y empeoró aún más con la falta de camiones y conductores que interrumpió el tráfico de mercancías en los puertos más importantes del mundo.

En el último año muchos materiales, componentes y artículos empezaron a escasear, desde café hasta chips semiconductores

En muchos países, estos hechos han supuesto un especial problema y han acelerado el fin de esta era de abundancia, provocando que esa escasez se convirtiera de pronto en parte de nuestra vida cotidiana.

El cambio climático ha sido otro factor determinante. Ante la frecuencia cada vez mayor de desastres naturales, desde grandes inundaciones hasta incendios devastadores, las personas estamos empezando a comprender cómo afectan nuestros hábitos insostenibles de consumo al Planeta.

Londres sufre inundaciones por subida del caudal del Támesis

Lo ocurrido el pasado año también ha demostrado el grado de interconexión e interdependencia de nuestra infraestructura comercial, algo que había pasado inadvertido a los consumidores.

Por ejemplo, cuando el aumento de los precios de gas en todo el mundo obligó a suspender la producción al fabricante de fertilizantes más importante de Reino Unido, una consecuencia imprevista fue un brusco descenso del suministro de uno de sus subproductos (CO2 industrial), lo que a su vez puso en peligro el suministro de alimentos con envoltorio plástico, como la carne fresca.

Aunque es posible que algunos de los problemas en las cadenas de suministro sean temporales, muchas de las consecuencias persistirán y abrirán la puerta a un cambio en nuestra forma de ver las cosas, sobre todo en lo que se refiere a la sostenibilidad de nuestro estilo de vida.

La escasez de productos puede reducir el optimismo de los clientes, por lo que empresas y marcas deberán estar preparadas para gestionar expectativas basadas en la comodidad y la sostenibilidad.

Con respecto al futuro, una de las tendencias identificadas, la infraestructura líquida, consideraba la cadena de suministro como un nuevo punto de generación de valor.

Desde entonces, se ha detectado una evolución en lo relativo a estas 2 líneas:

  • La urgente necesidad de confluencia de marketing, atención al cliente y cadena de suministro para proteger y apuntalar la reputación de una marca.
  • La búsqueda de un equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad puede ofrecer a las marcas una gran oportunidad de explorar nuevos territorios.

En relación esto último instancia, es probable que muchos clientes pongan en la balanza la protección del planeta y las necesidades básicas de sus familias a la hora de tomar decisiones de compra, por lo que la innovación de las marcas en sostenibilidad debe buscar un equilibrio entre esos dos factores.

Para ello será necesaria una nueva mentalidad que desvincule la innovación del concepto de novedad.

Suele decirse que las personas tienen que cambiar de hábitos, pero es difícil que lo hagan cuando todo les empuja en la dirección contraria, por lo que las marcas deberán cambiar su forma de pensar si quieren convivir con los hábitos sostenibles que van a perdurar.

Fomento de la reparación y actualización de bienes

Una forma de hacerlo sería generar nuevo valor para los clientes con servicios que fueran más allá de la vida útil de un producto, teniendo en cuenta que lo único que se consigue con pequeñas mejoras, por el contrario, es incitar a la gente a descartar artículos que funcionan perfectamente para comprar otros nuevos.

Es de esperar un creciente impulso hacia un negocio regenerativo que sustituya el modelo lineal identificado por el fabricar – usar – tirar  por un enfoque circular.

Eso podría incluir la exploración de nuevas prácticas, como precios dinámicos, microfábricas y producción hiperlocalizada.

También es probable que el movimiento de vuelta a lo natural gane popularidad en los próximos años con la meta de aumentar la resiliencia de nuestro Planeta y de la sociedad para detener las crisis climáticas y de deterioro ambiental.

Así, las empresas deberán hacer algo más que mitigar las consecuencias negativas y tendrán que contribuir a la capacidad de autorregeneración de nuestro mundo, aunque eso suponga una completa renovación de los sistemas de los que dependen las personas.

Para finalizar esta reflexión sobre la abundancia en la que hemos vivido, no debemos olvidar que menos no tiene por qué ser peor, y que replantearse el concepto de abundancia es un primer paso importante, lo que requerirá que empecemos a colaborar con otros miembros del ecosistema para luchar contra el cambio climático que, sin duda, ya es nuestro problema más acuciante.

Si quieres profundizar en este asunto tienes a tu disposición el informe titulado Fjord Trends 2022: El nuevo tejido vital realizado por Accenture, y que también está disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene un comentario

  1. Zulma Galban

    Debemos ya y estamos obligados a cambiar el desorden que tenemos los seres humanos debemos tener conciencia ya y volver a nuestras raíces naturales de no hacerlo ya estamos conduciendo ya la exterminación de la especie humana, ya que el mismo hombre como depredador y los poderosos que están en el único sistema capitalista nos a conducido a una catástrofe.
    Me preguntó y pregunto será que esos poderosos irán a vivir en la Luna o en los satélites sabiendo que son seres vivientes y pertenecientes de la tierra.
    De verdad han abusado de nuestra madre tierra

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