6 pasos para una alimentación sostenible y responsable

Aunque cada día somos más conscientes de la necesidad de adquirir un estilo de vida sostenible, no siempre nos paramos a pensar en el impacto en la sostenibilidad que tiene nuestra forma de alimentarnos.

Apostemos por una alimentación variada, equilibrada, sostenible y responsable

Que nuestra alimentación sea variada, equilibrada y además sostenible, es un pilar fundamental para adoptar ese estilo de vida sostenible que tanto necesitamos.

Para ayudar a que tonemos esa conciencia sostenible y responsable vamos a dejaros un serie de pasos para que nos sea más fácil apostar por una alimentación más racional y saludable.

Estos son los 6 pasos que hemos seleccionado:

1. Reduce el consumo de carne y apuesta por una dieta basada en plantas

Estimaciones recientes indican que la actividad ganadera mundial puede ser responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), un porcentaje mayor incluso que la generada por el transporte.

Este considerable impacto es debido principalmente a la deforestación para pastos y cereales, las emisiones intestinales de metano del ganado vacuno, del óxido nitroso de las heces, y el elevado consumo energético de granjas transporte, almacenamiento, refrigeración, gestión del estiércol y de los residuos asociados a las actividades agropecuarias y de fábricas que elaboran pienso, fertilizantes y medicamentos veterinarios.

Así, aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal como frutas, hortalizas, cereales, frutos secos o semillas, no sólo es bueno para nuestra salud, sino que también lo es para el Planeta.

Según la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) se necesita con urgencia adoptar dietas que sean sostenibles a nivel mundial y estas deben incluir una gran parte de los productos conocidos como plant-based.

Los alimentos de temporada es una buena opción para nuestra cesta

Recuerda que apostar por una alimentación con menos presencia de carne te conduce a una alimentación saludable a la vez que sostenible, en la que contribuyes a la minimización del impacto medioambiental de tus alimentos.

2. Evita el consumo de alimentos de largo recorrido y da prioridad a los de producción ecológica

El consumo de alimentos de cercanía (también conocidos como de Kilómetro 0) y de temporada disminuye las emisiones de CO2 por Kg de alimento, ya que contribuye a reducir las necesidades energéticas asociadas al transporte, distribución y almacenamiento.

Optar por estos alimentos evita el consumo de alimentos de largo recorrido, favoreciendo la actividad agrícola local, dinamizando la economía y permitiendo la conservación de la biodiversidad agrícola autóctona.

Por otro lado, la agricultura ecológica utiliza técnicas respetuosas con el medio ambiente, al no emplear productos químicos de síntesis y que en su fabricación y transporte producen grandes emisiones de gases de efecto invernadero.

También, la agricultura ecológica está menos mecanizada que el modelo intensivo y se apoya en un modelo productivo que cuida tanto el Planeta como tu salud.

Si además incluyes más alimentos crudos en tu dieta ecointeligente, podrás reducir tu factura eléctrica 🙂

3. Eficiencia energética en la cocina

En primer lugar podemos intentar cocinar menos veces y hacer más cantidad, junto con una adecuada planificación de lo que vas a cocinar, puede ayudar nos a aprovechar la energía cuando calentamos y cocinamos alimentos.

En este sentido, las cocinas de gas son en general más rápidas y eficientes que las eléctricas, aunque son un foco de emisiones GEI dentro de tu hogar. También es conveniente que compruebes el etiquetado energético de tu cocina antes de comprarla.

Recuerda tapar siempre las ollas mientras calientas el agua, o cocinas, para evitar que pierdan calor y acortar el tiempo de cocinado. La olla exprés te ayudará a reducir la factura de gas o electricidad, te ahorrará tiempo y además afecta menos al valor nutricional de los alimentos.

Otro aliado es el microondas, a pesar de requerir bastante potencia para cocinar, reduce mucho los tiempos de cocinado, por lo que es una opción eficiente, en especial si sois pocos en casa.

La cocción en microondas es entre 10 y 20 veces más rápida y ahorra entre un 60% y un 70% de energía en comparación con el horno convencional

Por otra parte el horno, al ser más grande que el microondas, consume más energía para alcanzar la temperatura óptima y tarda más tiempo.

El horno es uno de los electrodomésticos que más energía demanda por hora, por lo que utilízalo con moderación. No lo abras antes de tiempo o sólo las veces necesarias para comprobar el punto de cocinado, y siempre que puedas, apágalo un poco antes y aprovecha el calor residual. 

4. Reduce el uso de plásticos, apuesta por los materiales reciclados y reutiliza los envases

Aunque los plásticos están presentes en la práctica totalidad de la oferta alimentaria, cada día es más fácil localizar empresas que están aplicando la política de no utilizar plásticos en sus envases y embalajes, y otras que se comprometen a utilizar materiales reciclados, reutilizados o compostables para envasar sus productos.

Evitar envases y embalajes exagerados e innecesarios permite usar los recursos que tenemos a nuestro alcance con responsabilidad, ya que los recursos por su propia definición son escasos.

Por eso, además de comprar productos envasados con materiales reciclados, es vital continuar con la cadena y asegurarnos no solo también de reciclar, sino de reutilizar los envases y reducir así los residuos que se generan.

Todos los bienes y los materiales con los que están realizados tienen más vida útil de la que creemos, ya sea aprovechándolos para el mismo uso o utilizando nuestra imaginación para darle uno diferente.

¿Conoces en qué consiste la jerarquía multierre?

5. Evita los desperdicios y aprovecha las sobras de tus alimentos

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), entre el 25% y el 30% de todos los alimentos que se producen terminan por perderse o desperdiciarse en todo el mundo.

Los alimentos perdidos y desperdiciados representan hasta una décima parte de todas nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, según concluye el IPCC en un informe reciente.

Solo en la UE se desperdician alrededor de 88 millones de toneladas de alimentos cada año, con unos considerables costes económicos asociados de unos 143.000 millones de euros perdidos.

Tratar de no tirar los restos de comida a la basura no solo beneficia a tu bolsillo sino también al Planeta

Procura cocinar la cantidad justa que vayas a comer o más cantidad si tienes pensado congelarla en envases o para que te dure en la nevera para varios días. Almacena las sobras en la nevera, para que se mantengan en buen estado.

Puedes congelar la comida que te sobre para consumirla posteriormente

También te puedes unir a lo que se conoce como cocina de aprovechamiento, que te permite aprovechar de una manara ecointeligente tus sobras.

De esta manera, lo que no vayas a consumir, puedes darle una segunda oportunidad en tu dieta, en forma de cremas, purés, croquetas, ropa vieja, revueltos, salteados, salpicones, ensaladilla, empanada, migas, macedonias, sorbetes, batidos, por citar unas pocas.

6. Planifica y organiza tus comidas

Aunque incluimos este paso en último lugar, debe ser el primero que tenemos que aplicar, comenzando la semana planificando el menú para este periodo de tiempo, con el que además de ahorrar y comprar de forma eficiente, podremos conseguir una alimentación más saludable.

Recordemos que los expertos recomiendan que hagamos, como mínimo, 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena, lo que puede significa un considerable acopio de alimentos en función del tamaño de nuestra familia.

Antes de salir a comprar revisaremos también los alimentos que tenemos en casa y procederemos a realizar nuestra lista de la compra.

Organizando las comidas de la semana conseguirás reducir el desperdicio y ayudarás a contribuir a la sostenibilidad alimentaria. Esto es así ya que, además de poder aprovechar los alimentos que ya están en tu nevera, evitarás comprar productos de más cuando vayas a la compra.


En definitiva, te animamos a siguas estos pasos para optar por una alimentación saludable, sostenible y responsable, con un bajo impacto ambiental y que sea accesible, asequible, segura y equitativa.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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