Continuando con las medidas que plantea nuestro país vecino, Francia, para abordar el reto que supone avanzar en la economía circular abandonando el adictivo modelo lineal (fabricar-usar-tirar), presentamos las líneas de actuación que teníamos pendientes.
Como ya comentamos, son propuestas ecointeligentes muchas de ellas conocidas y practicadas en mayor o menor medida, pero que son presentadas de manera agrupada y priorizada.
Esta iniciativa francesa, que nos gustaría que fuera seguida por muchos más países, persigue la concienciación y la movilización de toda la sociedad para avanzar de forma decidida hacia una economía circular y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
¿Conoces la iniciativa Make our planet great again? No, no es de Trump … es de Macron 😉
Estos son los apartados que nos quedaban por presentar:
Para gestionar residuos
- Participar en una dinámica de movilización general para propiciar la recogida de envases reciclables, botellas de plástico y latas haciendo un llamamiento a la solidaridad.
- Trabajar para aumentar el porcentaje de botellas y latas recicladas en el sector de bares , hoteles y restaurantes.
- Simplificar el proceso de clasificación para los ciudadanos y unificar el color de los contenedores en toda Francia.
- Simplificar el pictograma de Triman.
- Adaptar el sistema fiscal para que el reciclaje de los residuos sea más económico que la eliminación delos desechos.
- Facilitar la ampliación del precio incentivado de la recogida de residuos.
- Facilitar el desarrollo de la clasificación de los bioresiduos en las comunidades, aliviando las restricciones.
- Poner en valor todos los residuos biológicos de calidad y permitir que el sector agrícola impulse la economía circular.
- Impulsar a nivel europeo la prohibición sobre el uso de plásticos fragmentables, contenedores de poliestireno expandido y microperlas de plástico.
- Imponer para 2020 la instalación de filtros de recuperación de partículas plásticas.
- Elaborar un catálogo de buenas prácticas y herramientas para que los colectivos luchen contra los depósitos de desechos incontrolados.
- Reconstruir el pacto de confianza para dar más margen de maniobra a las eco-organizaciones.
- Trabajar para extender el principio de quien contamina paga a nuevos productos.
- Desarrollar algunos de los canales de recuperación autorizados (REP) para mejorar su funcionamiento.
- Aprobar un presupuesto económico que promueva la recuperación de los teléfonos móviles viejos.
- Dar a los productores más libertad para ejercer su responsabilidad.
- Revisar la gestión de residuos del sector de la construcción para que su recogida sea más eficiente.
- Revisar en profundidad el marco legal actual para el diagnóstico de residuos antes de la demolición.
- Desarrollar directrices técnicas para conocer el rendimiento de los materiales reutilizados.
- Adaptar la reglamentación relativa a los residuos para favorecer la economía circular.
- Facilitar que un residuo deje de serlo.
- Revisar las normas para la aceptación en vertederos e incineradores de desechos de entidades legales.
- Asegurar el respeto a las reglas del juego.
- Luchar contra el tráfico de vehículos al final de su vida útil.
Para movilizar a todos
- Llevar a cabo un es fuerzo de comunicación para movilizar a los ciudadanos y las empresas.
- Concienciar y educar.
- Generalizar y sostener las acciones en economía circular.
- Hacer de las instituciones públicas una palanca para extender la economía circular.
- Apoyar la economía circular a través de fondos.
- Fortalecer las sinergias entre empresas.
- Movilizar a la comunidad científica y técnica con un enfoque multidisciplinar.
- Cambio del Consejo Nacional de Residuos en un Consejo Nacional de Economía Circular.
- Integrar los problemas específicos de los territorios de ultramar.
- Continuar la acción de Francia a favor de la economía circular a nivel europeo e internacional.
Hasta aquí las 50 medidas con las que Francia afronta el liderazgo mundial en cuestiones de sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático.
Pero aunque pongamos en marcha hojas de ruta como ésta, hasta países como Francia tienen mucho trabajo por delante.
Por ejemplo, el porcentaje de residuos domésticos que se recuperan en Francia se sitúa por debajo del 40%, y en el caso del plástico tan solo en el 20%, por debajo de la media europea
En consecuencia, los objetivos que fijan asociados a esta hoja de ruta son principalmente:
- Reducir el consumo de recursos en un 30% sobre el PIB de aquí́ a 2030, en relación a los niveles de 2010
- Reducir en un 50% la cantidad de residuos no peligrosos de aquí́ a 2025, en relación a los niveles de 2010
- Alcanzar el 100% de plásticos reciclados en 2025
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), gracias al reciclaje de plástico que evitarían las emisiones de 8 millones de toneladas de CO2
- Crear 300.000 nuevos empleos ligados a la economía circular, estimando que en la actualidad se han generado ya unos 800.000 empleos en Francia
Durante lo que queda de 2018 y a lo largo de 2019, surgirán medidas legislativas que apoyarán este proyecto, tanto de la transposición de directivas europeas, como la de residuos, como de futuras leyes francesas específicas.
¡En los próximos meses, oiremos hablar mucho del alcance de esta hoja de ruta francesa en el entorno de empresas y ciudadanos!
