¿Qué electrodoméstico consume más en tu casa?

Los avances en la tecnología propician que nuestros hogares dispongan de aparatos electrodomésticos más ecoeficientes y de otros nuevos que automatizan o asisten en tareas susceptibles de ser optimizadas.

Un electrodoméstico es eficiente desde el punto de vista energético cuando realiza todas sus funciones con un menor consumo de energía

Por lo tanto, incorporar en nuestras tareas diarias electrodomésticos diseñados de manera sostenible, con nuevos mecanismos de funcionamiento y materiales responsables, da lugar a importantes ahorros en nuestra factura energética que compensan con creces el desembolso inicial de estos equipos.

Pero esta eficiencia energética debe ir acompañada de un cambio hacia hábitos responsables que nos permitan adoptar un estilo de vida sostenible y compatible con el Planeta.

Lo cierto es que desde que Thomas Alva Edison nos proporcionó la bombilla de incandescencia, invento que revoluciono la iluminación, desde entonces nos hemos esforzado en mejorar nuestra calidad de vida poniendo a nuestro servicio innumerables electrodomésticos y aparatos electrónicos que pretenden hacer más fácil nuestro día a día.

Mucho del desarrollo tecnológico que hemos experimentado ha sido para mejorar nuestro confort en el hogar

Pero, desde la primera gran crisis energética de la década de los 70 del pasado siglo, la eficiencia energética ha ido escalando en importancia a la hora de diseñar e incorporar estos aparatos.

Y, ¿cómo consideramos que un electrodoméstico es eficiente desde el punto de vista energético? Pues cuando tiene la capacidad de realizar todas sus funciones con el menor consumo de energía posible.

Si ponemos el caso de España, los aparatos eléctricos y electrónicos representan hasta un 55% del consumo eléctrico anual de nuestros hogares, así identificar cuáles de estos aparatos son los adecuados es crucial para reducir nuestras facturas de energía.

Un recurso a nuestro alcance como consumidores es aprender a interpretar la información que ofrece el etiquetado energético a la hora de tomar la decisión de compra, ya que esta clasificación, plasmada en una serie de letras y colores (A y color verde como más eficiente y G y rojo como menos eficiente), es una herramienta muy útil para identificar y comparar los electrodomésticos más eficientes.

Otra posibilidad es valorar la incorporación alguna de las nuevas alternativas a esos electrodomésticos clásicos. Sin embargo, antes de decidirse a invertir en uno de estos aparatos (como, por ejemplo, las freidoras de aire o los robots aspiradores), hay que valorar hasta qué punto suponen un ahorro tanto desde el punto de vista energético como económico.

Pero ¿qué electrodoméstico consume más? Existen estudios de organismos oficiales que aportan datos sobre el gasto de diferentes aparatos eléctricos y algunas recomendaciones para hacer un uso más eficiente de ellos.

Los resultados arrojan que la cocina es claramente una estancia a la cabeza del de consumo energético de nuestras casas, y dentro de la cocina, el frigorífico es el electrodoméstico que tiene un mayor consumo, representando en España casi un 31% del total, seguida de la lavadora, con un 11,8%, y del horno, con un 8,3%.

El gasto de los pequeños electrodomésticos (que no suelen tener ningún tipo de etiquetado energético), como las planchas, robots de cocina o aspiradoras, consumen en conjunto alrededor de un 3,5% del total de un hogar.

Este dato nos puede servir para priorizar la inversión en estos pequeños aparatos, sobre los que suele haber una gran presión publicitaria para que sean adquiridos, creando la necesidad ya sea provocando la obsolescencia de los que ya tenemos en servicio u ocupando un nuevo hueco no cubierto en nuestros hogares.

Centrando un poco más el foco del consumo, la acción de cocinar es una de las que más consumo energético nos supone

Estudios detallados sitúan al cocinado después de la iluminación, la televisión y los instrumentos de calefacción, con un 7% de todo el consumo energético de nuestras viviendas.

En último lugar, tampoco nos podemos olvidar del consumo agregado de todos los pequeños aparatos eléctricos y electrónicos que, si bien su consumo individual suele ser bastante bajo, la suma de todos puede superar el 20% del consumo total.

Los adaptadores eléctricos son los mayores vampiros energéticos

Esta energía desperdiciada, conocida como pérdida de energía standby o fantasma, y consumida por estos vampiros energéticos, nos puede parecer una parte relativamente pequeña del total, pero es una tendencia creciente de consumo de electricidad en nuestras casas.

En resumen, la energía es imprescindible y garantiza nuestro progreso y bienestar social, pero un uso poco responsable tiene consecuencias en la sostenibilidad que nos afectan a todos.

Así, un consumo eficiente y responsable conlleva ahorro en la factura personal, que pasa por asumir como ciudadanos unas sencillas pautas de conducta, tanto en el hogar como en el trabajo, contribuyendo a reducir sustancialmente nuestros consumos de energía sin renunciar a un merecido confort.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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