La crisis y su impulso a las renovables

Desde el pasado año y como una consecuencia más de la crisis sanitaria, el petróleo ha estado dando mucho que hablar tanto por las fluctuaciones en su precio como por las periódicas reuniones a las que se están sometiendo los países miembros de la OPEP y sus aliados para tratar de equilibrar la oferta y la demanda del crudo.

La crisis ha supuesto un impulso a las energías renovables

Según muestran las cifras en el momento de escribir este artículo, el barril de WTI está cotizando a 64,03 dólares y el de Brent a 67,41 dólares, marcando ambos máximos desde el pasado mes de enero de 2020. Este repunte podría hacer pensar en una vuelta a la anterior normalidad gracias a los efectos que las vacunaciones masivas podrían estar ejerciendo en las economías mundiales, sin embargo, se plantea la cuestión de si una vez superada la inesperada pandemia el retorno a la situación anterior será inevitable, o quizá la crisis pandémica haya acelerado la implantación de una inquebrantable voluntad de cambio hacia una economía más sostenible y respetuosa con el planeta.

Lo cierto es que los países productores de petróleo no quieren arriesgarse a padecer una situación similar a la del pasado año (cuando el barril llegó a cotizar en negativo) y han adoptado una posición de cautela limitando las extracciones, en principio, hasta el mes de abril. A excepción de Rusia y Kazajistán que podrán elevar la cifra para abastecer su mercado interno.

Los líderes petroleros buscan alternativas

Por su parte Arabia Saudí es uno de los principales países productores de petróleo, y puesto que previsiblemente la demanda de crudo se verá seriamente afectada en un futuro a causa de los acuerdos para tratar de frenar el cambio climático, ya ha previsto una salida que le permita ser pionera en la producción de hidrógeno como combustible alternativo. Para ello, se encuentra inmersa en la construcción de una planta totalmente impulsada por el viento y el sol que se prevé constituya uno de los más importantes productores de hidrógeno verde a nivel mundial cuando se inaugure la megaciudad de Neom en el 2025. 

La carrera china por el liderazgo verde

Por su parte China (país que emite la mayor cantidad de carbono del mundo) ya anunció en la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en 2020 su ambicioso objetivo de llegar a la neutralidad en carbono en el año 2060.

Además del evidente beneficio medioambiental, este objetivo persigue acabar con la dependencia del gigante asiático del combustible importado (el 73% del petróleo que consume es importado) así como generar nuevos empleos procedentes de la implantación de las renovables que sustituyan a los empleos provenientes del sector de la minería del carbón, el cual ha tenido durante mucho tiempo una gran influencia en la generación de empleo en el país. El empeño en capitanear el sector de las renovables ya ha convertido a China en líder de la cadena de suministro de energía tanto solar como eólica.

Dado que el sector del transporte constituye el diez por ciento de las emisiones de CO2 la transición hacia la movilidad eléctrica supone un pilar fundamental en la reducción de las emisiones chinas. El país está apostando fuerte en este sector y su nuevo automóvil eléctrico, Hongguang Mini EV, ya ha superado en ventas en lo que va de año al famoso Tesla Model 3, y es ya el segundo coche eléctrico más vendido del mundo. Para promover sus ventas China ofrece la matrícula gratuita tratando así de facilitar su camino al liderazgo en la industria del automóvil.

¿El fin del petróleo?

Para algunos la era del petróleo y su dominio de los mercados muestra claras evidencias de estar llegando a su final. Además de los beneficios evidentes que esto implica para la salud y para el planeta la industria automovilística está metida de lleno en su proceso de transformación y la mayor parte de las marcas ya cuentan con su versión eléctrica. Algunos como los suecos Volvo ya han anunciado su decisión de vender únicamente vehículos eléctricos a partir de 2030.

Le siguen Bentley, Ford y General Motors, por lo que parece que podrían estar en lo cierto si definitivamente se impulsan las renovables, se sustituye el vehículo de gasoil por la versión eléctrica y existe una firme voluntad general de cumplir los acuerdos para evitar el cambio climático.

No obstante, también hay opiniones en la parte contraria  convencidas de que el petróleo continuará siendo una de las principales fuentes de energía fundamental para el transporte durante mucho tiempo todavía, razonando que no existen soluciones eléctricas que resuelvan determinadas necesidades de movilidad como los aviones o barcos, sin olvidar que el petróleo no solo está presente en el transporte sino que también lo está en multitud de objetos de nuestra vida cotidiana. Por último, el petróleo también se utiliza para invertir en los parqués financieros o también puede utilizarse su cotización como instrumento de inversión en el trading online, aunque atendiendo al alto riesgo de operar productos apalancados.

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