¿Cómo implementar un sistema de movilidad sostenible en tu empresa?

Todos los días millones de personas tienen que llegar hasta su puesto de trabajo desplazándose desde su domicilio hasta éste, a lo que se le suma el movimiento en la ciudades para atender obligaciones y acceder a servicios diversos.

La empresa responsable implanta lo que se conoce como sistema de movilidad sostenible

Con el término movilidad hacemos referencia a los desplazamientos de personas por cualquier motivo, y por cualquier medio.

Que nuestra movilidad sea sostenible es un desafío que apela no solo a las políticas publicas sino a la actuación de las empresas.

La mayoría de los desplazamientos que realizamos son consecuencia de dónde se encuentran nuestro lugar de trabajo, del horario y de la jornada laboral, seguido muy de cerca de dónde se sitúan los centros educativos y los establecimientos comerciales, sin olvidarnos de los desplazamiento dedicados a nuestro ocio.

Si se quiere promover la movilidad sostenible de un modo decidido, las empresas deben ocupar un papel principal, junto a las administraciones, en la configuración de un entorno sostenible que compagine trabajo, vida privada, ocio y relaciones sociales.

En este sentido, no es de extrañar que surjan propuestas adaptadas al ámbito de la empresa, como puede ser el caso del carpooling y Journify, la solución para compartir coche para ir a trabajar.

En lo relativo a la sostenibilidad ambiental, una gran cantidad de personas viajando frecuentemente genera efectos negativos como son el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la congestión del tráfico rodado, el derroche energético, la contaminación local del aire, la contaminación acústica, el estrés ambiental, la ocupación del espacio público en detrimento de otros usos y el fraccionamiento de éste, sin olvidar nos de esa gran lacra social que es la siniestralidad vinculada a la movilidad.

Así, cuando hablamos de movilidad sostenible nos referimos a aquella que busca compatibilizar una mayor competitividad económica, con una mayor igualdad e inclusión social, y con una minimización de los impactos ambientales asociados y una mayor seguridad vial.

Las áreas de actuación de esta movilidad sostenible en la empresa van más allá de los desplazamientos de los empleados desde su domicilio hasta el centro del trabajo.

Se deben considerar también los desplazamientos de los empleados dentro la jornada laboral en el contexto de la actividad empresarial y los desplazamientos necesarios para la distribución de bienes y servicios que suministra la empresa.

Si hablamos de objetivos, la implantación de un sistema de movilidad sostenible en nuestra empresa requerirá desarrollar medidas en los siguientes ámbitos:

1. Menos desplazamientos

Sin duda, evitar desplazamientos no necesarios supone una mejora significativa en la eficiencia.

Para conseguir dicha mejora, satisfaciendo a su vez las necesidades laborales, se pueden contemplar dos tipos de medidasel uso generalizado de nuevas tecnologías y la racionalización de los horarios.

Dentro de las medidas tecnológicas se pueden distinguir las que evitan el propio viaje desde casa hasta el centro de trabajo, lo que conocemos como teletrabajo, de aquellas que evitan el desplazamiento por motivos de trabajo, que sería el caso de la videoconferenciael webinar y otros tipos de eventos online.

También se pueden contemplar otras medidas consistentes en la provisión de servicios básicos en las instalaciones de la empresa: restaurante, cafetería, cajero, oficina postal, guardería …

2. Desplazamientos más cortos

En este punto haríamos foco en acortar las distancias y los tiempos de viaje, ya que resulta evidente la ineficacia e incomodidad de los largos desplazamientos a diario que atraviesan grandes áreas metropolitanas para ir de la vivienda al trabajo o para realizar las reuniones habituales por razón de la actividad empresarial.

Esto puede suponer la integración en nuestras decisiones empresariales de cuestiones relativas a ordenación territorial y planificación urbana, que afectan a los lugares de residencia, las oficinas, o al acceso a servicios comerciales y de ocio.

Las empresas que se enfrenten en algún momento a la situación de decidir sobre el emplazamiento de sus centros de trabajo deberían tener en cuenta cuestiones como la proximidad como acto de responsabilidad y de eficiencia, y la preferencia de lugares con buena conectividad con el transporte público.

3. Opciones modales más sostenibles

El uso masivo del vehículo particular en nuestras ciudades es principalmente un hábito heredado de cuando el uso del automóvil privado no implicaba impactos relevantes en términos económicos y ambientales.

Esta opción del vehículo privado está llamada a ser, primero complementada y luego eliminada con la incorporación de opciones modales mucho más ecoeficientes y responsables.

Hablamos de alternativas sostenibles como ir a pie, montar en bicicleta, usar transporte público o participar del transporte colectivo.

Dentro de esta última opción, y dado que además el uso del automóvil particular se hace por lo general de forma individual (una persona por coche), aparecen opciones como la anteriormente citada carpooling o coche compartido.

En el carpoolingel propietario del vehículo pone a disposición de los posibles interesados las plazas que tiene disponibles para hacer un recorrido determinado.

4. Empleo de flotas verdes de vehículos

Una vez que está claro que es necesario realizar el desplazamiento, lo suyo es emplear medios que no tengan impacto en el medio ambiente (o que éste sea el mínimo posible).

Por suerte, la oferta de tecnologías de propulsión verde se está ampliando, apareciendo en el mercado opciones como pueden ser las basadas en biodiesel, bioetanol, gas natural (GN) o gas licuado de petróleo (GLP), y los vehículos híbridos, los vehículos de pila de hidrogeno o los vehículos eléctricos.


Finalmente, resaltar que nos encontramos ante el agotamiento del actual modelo de movilidad, no únicamente por el coste medioambiental que supone, sino también por su coste económico y social.

No se trata solo de calidad del aire o los efectos del cambio climático, sino de replantearse un sistema social, económico, y también empresarial, basado en gran cantidad de desplazamientos ineficientes que consumen cada vez más tiempo, energía y recursos.

Que ciudadanos y trabajadores nos podamos mover es en gran medida una consecuencia del avance económico y social. Que lo hagamos de manera sostenible es cuestión de ponernos en marcha e implementar sistemas responsables tanto en las ciudades como en nuestras empresas.

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