Aliméntate de manera sostenible y protege la biodiversidad (5)

Tener hábitos ecointeligentes nos permite planificarnos y transformar nuestra alimentación para que sea sostenible.

Cada año acaba en la basura un tercio de la comida que producimos

Dar prioridad a los alimentos frescos, locales y de temporada y saber que tenemos a nuestro alcance legumbres, carne, y pescado criados de manera responsable hace posible la transición a un estilo de vida sostenible.

Vamos a cerrar esta serie de artículos repasando 3 cuestiones muy importantes para esta misión.

Evita el desperdicio

Es igual de importante comprar y cocinar alimentos de forma más sostenible como no dejar que estos terminen en la basura.

Cada año acaba en la basura un tercio de la comida que producimos, lo que equivale a 1,3 millones de toneladas al año de frutas, verduras, carne, pescado … que se pierden a lo largo de la cadena de distribución.

Estas pérdidas no solo se traducen en alimentos desperdiciados sino también en energía, agua, trabajo, dinero … y emisiones, ya que el desperdicio de alimentos equivale al 8% de las emisiones anuales globales.

Para evitar que nuestra casa sea un punto de pérdida podemos llevar a cabo algunos cambios fáciles como planificar nuestra compra.

Si vamos al supermercado o al mercado con una lista de la compra que refleje las comidas que vamos a realizar durante la semana compraremos solo lo que necesitamos en la cantidad que necesitamos, así evitamos que los alimentos comprados por si acaso no acaben olvidados en la nevera.

Una vez en casa es importante guardar bien los alimentos: ten en cuenta sus fechas de caducidad, pon delante los productos más antiguos y detrás los nuevos, y guarda los alimentos frescos en el frigorífico o el congelador.

Intenta no desperdiciar nada, tras el cocinado separa bien los restos de alimentos como pieles, huesos o envoltorios plásticos y, si puedes, composta los restos orgánicos.

Ten en cuenta que muchos de los restos se pueden aprovechar para hacer otras recetas, por ejemplo, los tallos del brócoli se pueden incorporar a las cremas de verduras, y las pieles, mondaduras y otros restos de hortalizas a los caldos vegetales.

Además, si somos aficionados a la cocina, podemos lanzarnos al mundo de las conservas y escabechados, métodos tradicionales que nos permiten alargar la vida de nuestros alimentos, además de permitirnos consumir alimentos fuera de su temporada.

Compra y cocina con cabeza: planea tu alimentación

A la hora de transformar tu alimentación y hacerla más sostenible, la planificación de las comidas es fundamental.

Si dedicamos un día a la semana a hacer una planificación semanal de nuestras comidas no solo ahorraremos dinero y tiempo, sino que evitaremos desperdiciar alimentos.

Recoge en recipientes reutilizables lo que no hayas consumido en el restaurante

Es importante que hagamos la lista de la compra mirando lo que tenemos en alacenas y frigorífico para evitar comprar de más y así usar los alimentos que lleven más tiempo con nosotros.

Sabiendo lo que tenemos podremos hacer una buena planificación y reducir nuestros desperdicios al mínimo.

Si conseguimos incorporar esta costumbre en nuestros hábitos de compra, podremos hacer también un cocinado más sostenible.

Al tener las comidas planeadas podemos prepararlas con antelación en un mismo día aprovechando así la energía de hornos o vitrocerámicas, además de darnos la oportunidad de hacer dos alimentos a la vez como por ejemplo cocer arroz y con una vaporera encima del cazo, cocer unas verduras con el vapor.

Hay una gran cantidad de tipos de cocinas, de gas, vitrocerámicas, de inducción, incluso solares, pero no todas son igual de eficientes y sus emisiones son diferentes.

Decide sobre el origen de tus alimentos y dónde comprarlos

Otra parte importante para transformar nuestra alimentación es el lugar donde compramos nuestros alimentos.

Los mercados y ferias de productores, así como las tiendas de barrio son una buena opción para comprar alimentos frescos o poco elaborados, locales, de temporada y ecológicos.

Venden alimentos sin apenas envases, incluso a granel, lo que nos permite reducir nuestros desperdicios antes incluso de llegar a casa.

Los mercados municipales, galerías de alimentación y tiendas especializadas son otra buena opción para comprar comida de calidad.

Otra posibilidad, cada vez más popular, es entrar a formar parte de una cooperativa de consumidores y productores o un grupo de consumo.

Cesta responsable y grupos de consumo

Los productores se comprometen a enviar determinados lotes de frutas, verduras y otros productos a intervalos regulares, garantizando una elevada calidad y métodos de cultivo responsables.

Al eliminar la cadena de intermediarios, el precio final sale a cuenta y además se establecen relaciones de confianza entre el consumidor y el productor.

Cuando entres en un supermercado o gran superficie, recuerda siempre los pasos que hemos ido dando a lo largo de esta entrega de artículos: alimentos frescos, locales y de temporada.

En estas superficies podrás encontrar además muchos productos ecológicos y que cuentan con sellos y certificaciones, apuesta por estos alimentos cuando compres allí.


Si te ha gustado este tema y quieres profundizar, puedes acceder a la Guía FSV – La alimentación: cambia tus hábitos para mejorar tu salud y la del Planeta, preparada por la FVS – Fundación Vida Sostenible, y que está disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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