La pandemia COVID-19 ha sido también muy mala para los ODS

La pandemia de COVID-19 ha supuesto un duro revés para todos nosotros y ha supuesto a nivel global un descalabro en lo relativo a los avances en el desarrollo sostenible.

La pandemia COVID19 ha supuesto un descalabro en el avance de los ODS

Por primera vez desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, la puntuación mundial del índice relacionado con los ODS para 2020 ha disminuido con respecto al año anterior: una disminución impulsada en gran medida por el aumento de las tasas de pobreza y el desempleo tras el brote de la pandemia COVID-19.

La disminución en el desempeño de los ODS a nivel mundial probablemente no se valora en toda su dimensión en el informe de este año, y muchos indicadores de 2020 aún no han podido ser calculados debido a retrasos en las estadísticas internacionales.

La pandemia ha afectado a las 3 vertientes del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. La máxima prioridad de todos los gobiernos debe seguir siendo la erradicación de la pandemia, mediante intervenciones no farmacéuticas y el acceso global a las vacunas.

No puede haber desarrollo sostenible, ni recuperación económica mientras la pandemia se prolongue

Los países en desarrollo con bajos ingresos (en inglés, Low-income developing countries – LIDC) carecen del espacio fiscal para financiar la respuesta de emergencia y los planes de recuperación mediante inversiones alineadas con los ODS.

La pandemia COVID-19 ha puesto de manifiesto la capacidad limitada de los LIDC para aprovechar las posibilidades de financiación que ofrecen los mercados. Si bien los gobiernos de los países de ingresos altos se han endeudado notablemente como respuesta a la pandemia, los LIDC no han podido hacerlo debido a su menor solvencia crediticia en el mercado.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible

La principal consecuencia a corto plazo de la diferencia en el espacio fiscal de los países de ingresos altos y los de ingresos bajos es que es muy probable que los países ricos se recuperen de la pandemia más rápidamente que los países pobres.

Hay al menos 4 formas clave de aumentar el espacio fiscal de los LIDC:

  1. Mejorar de la gestión monetaria mundial, en particular una mejora de la liquidez de los LIDC.
  2. Mejorar la recaudación de impuestos y respaldarla por varias reformas tributarias globales.
  3. Mayor intermediación financiera por parte de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para respaldar la financiación del desarrollo a largo plazo.
  4. Aliviar las obligaciones derivadas de la deuda actual.

La pandemia ha subrayado la necesidad de acelerar el progreso hacia la cobertura sanitaria universal y el acceso universal a la infraestructura clave, especialmente la infraestructura digital.

La crisis del COVID-19 ha dejado muy claro que los países equipados con sistemas de protección social eficaces y cobertura sanitaria universal están mejor equipados para responder a tales crisis. Esto también es menos costoso de lo que se puede suponer, y es precisamente por esta razón que los ODS instan a los países a fortalecer sus redes de seguridad social y avanzar hacia la cobertura universal sanitaria en los puntos clave.

Las tecnologías digitales han desempeñado un papel fundamental en el mantenimiento de los servicios sociales, los pagos, la escolarización y la atención médica durante los confinamientos, y en permitir que el trabajo desde casa sea eficaz para muchos puestos de trabajo.

La importancia de digitalización subraya la importancia vital del acceso universal a los servicios de banda ancha como clave para la inclusión social, las oportunidades económicas y la salud pública.

Las lagunas en los datos y los retrasos en las estadísticas oficiales destacan la necesidad de aumentar las inversiones en capacidad de cálculo y en nuevos enfoques para monitorizar los compromisos de los países y el progreso en los logros relacionados con los ODS.

Se necesitan datos sólidos y oportunos para realizar el seguimiento de los ODS. La pandemia ha subrayado el valor de los datos oportunos y desglosados que se pueden emplear en acciones efectivas y en salvar vidas.

Más de 5 años después de la adopción de los ODS, siguen existiendo brechas considerables en las estadísticas oficiales en términos de cobertura de país y oportunidad para muchos ODS.

Estas deficiencias se observan en particular, en el ODS 4 (Educación de calidad), el ODS 5 (Igualdad de género), el ODS 12 (Consumo y producción responsables), el ODS 13 (Acción climática) y el ODS 14 (Vida submarina).

A pesar del progreso en el cálculo de índices y medidas del desempeño a nivel mundial desde 2015, se necesitan más inversiones para fortalecer las capacidades estadísticas en muchos países de bajos ingresos y pequeños estados insulares en desarrollo.

También se necesitan un seguimiento más cercano de las políticas implementadas para evaluar los esfuerzos en las transformaciones clave de los ODS, y especialmente para monitorizar las acciones de los países en cuestiones como el uso sostenible de la tierra, la seguridad alimentaria y el cuidado de la biodiversidad.

Si te interesa este tema te invitamos a que accedas al Sustainable Development Report 2021 publicado por Cambridge University Press, y que está disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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