Las ciudades también avanzan hacia #DesperdicioCero

Cuando hablamos del movimiento Zero Waste o Desperdicio Cero solemos circunscribirlo en el ámbito personal o en el de su entorno cercano, la familia. Pero no hay duda, se puede extender a colectivos mayores, como es el caso de la ciudad.
El Desperdicio Cero también es un objetivo de la ciudad ecointeligente
Muestra de ello es la iniciativa de C40, denominada Avanzando hacia el Desperdicio Cero. Si recordáis, C40 es una red que aúna las ciudades más grandes del mundo y que están comprometidas con el cambio climático. Esta organización apoya a las ciudades para que colaboren de forma efectiva, compartan conocimientos e impulsen acciones significativas, medibles y sostenibles sobre el cambio climático.
A continuación transcribimos su declaración de intenciones a las que las ciudades de cualquier punto del Planeta se pueden adherir:
Las ciudades de todos los continentes se están levantando para enfrentar el desafío de cumplir con la máxima ambición del Acuerdo de París. Las ciudades sostenibles, prósperas y habitables del futuro deberán ser definitivamente ciudades sin basura.
La gestión de los residuos es uno de los principales servicios que proporcionan los gobiernos municipales y un sector en el cual los alcaldes tienen una autoridad considerable.
Los alcaldes de las ciudades más importantes reconocen que acciones decisivas en la gestión de residuos son clave para convertir nuestros centros urbanos en lugares más limpios, saludables, resilientes e inclusivos.
La generación de residuos sólidos en el mundo está creciendo más rápido que cualquier otro contaminante ambiental. Por lo tanto, las acciones que sean tomadas en este sector pueden tener un impacto mucho más grande en la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) que lo que los actuales inventarios de emisiones sugieren.
La International Solid Waste Association (ISWA) estima que cuando todas las acciones en la cadena de gestión de residuos, incluyendo la disposición, reciclaje, compostaje y tratamiento intermedio, son consideradas, el sector de los residuos puede reducir entre 10 y 15% del total de las emisiones de GEI globales.
Cuando también se consideran acciones para reducir la generación de residuos y desperdicios, esta contribución puede llegar hasta 20% del total de las emisiones globales.
El desperdicio de alimentos es un asunto particularmente crítico. Actualmente, un tercio de todos los alimentos producidos para consumo humano son perdidos o desperdiciados, sumando 1.300 millones de toneladas cada año.
Cuando los residuos de alimentos llegan a los vertederos, se descomponen y producen metano, un gas de invernadero 87 veces más potente que el CO2 a la hora de retener calor en la atmósfera en los primeros 20 años y que es responsable del 25% del calentamiento global actual.
Sin embargo, cuando los residuos de alimentos son separados y tratados, en lugar de ser llevados al vertedero, pueden producir compost que ayuda a la producción de más alimentos y a mejorar la capacidad del suelo para capturar CO2 de la atmósfera, y recuperar energía a través de la digestión anaerobia y utilización del biogás.
Ejemplo de desperdicio en la venta de alimentos
Para otros tipos de residuos, los esquemas de reutilización y reciclaje no solo reducen la cantidad de residuos que llegan a los vertederos o incineradoras, sino que además contribuyen a la creación de oportunidades económicas para emprendedores sociales y colectivos vulnerables.
Las ciudades también están incorporando el concepto de la economía circular, no solo reduciendo la cantidad de residuos que llevan a vertederos e incineradoras, sino también trabajando para desconectar el crecimiento económico del consumo lineal de recursos finitos.
Estas ciudades están tomando acciones para mantener estos recursos en el sistema productivo el mayor tiempo posible y reduciendo progresivamente la generación de residuos.
Las iniciativas alrededor de la economía circular pueden proteger nuestros recursos naturales, hacer más limpio el aire que respiramos y el agua que bebemos, al mismo tiempo que hacen a las ciudades más ecoeficientes, prósperas y competitivas.
Para cumplir nuestros compromisos con el clima, sabemos que para 2030 debemos haber ya transformado nuestros sistemas de gestión de residuos y de consumo de materiales en consistencia con el futuro climático seguro que queremos.
Por esta razón, los alcaldes de ciudades líderes en el mundo están llamados a acelerar la transición hacia un futuro sin basura, tomando acciones ambiciosas, medibles e inclusivaspara reducir la generación de los residuos sólidos municipales y mejorar la gestión sostenible de los recursos en nuestras ciudades.
El compromiso para avanzar hacia ciudades #DesperdicioCero se basa en:

  • Reducir la generación de residuos sólidos municipales per cápita en al menos 15% para 2030 en comparación con 2015
  • Reducir la cantidad de residuos sólidos municipales que son dispuestos en vertederos o incineradoras en al menos 50% para 2030 en comparación con 2015, y evitar la llegada a los vertederos e incineradoras hasta al menos 70% para 2030.

La recogida selectiva de residuos en primordial para el reciclaje
Para alcanzar estos objetivos, existe el compromiso en tomar acciones, como, por ejemplo:

  • Reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos a nivel comercial y de consumo, reduciendo las pérdidas en las cadenas de producción y suministro, reduciendo la producción de alimentos en exceso y facilitando programas seguros de donación de alimentos y para uso en crianza de ganado.
  • Implementar programas de recogida selectiva de desperdicios de alimentos y otros orgánicos y el desarrollo de infraestructura de tratamiento que recupere nutrientes, energía y que contribuya a la restauración de la capacidad de almacenamiento de carbono en los suelos.
  • Apoyar e incentivar la implementación de políticas públicas locales y regionales, tal como la Responsabilidad Extendida de Productores y Producción Sostenible, para reducir la cantidad de plásticos y otros productos de un solo uso y no reciclables, trabajando al mismo tiempo en mejorar la reparabilidad y reciclabilidadde bienes de consumo.
  • Incrementar la reducción, reutilización, recuperación y reciclaje de materiales de construcción y demolición.
  • Incrementar la accesibilidad, conciencia, escala e inclusividad de los programas y políticas de reducción, reutilización y reciclaje para todas las comunidades y vecindarios, invirtiendo en campañas de comunicación y concienciación para toda la ciudad, ofreciendo recursos en múltiples idiomas, asegurando que los beneficios alcancen a todos los sectores de la población.
  • Reportar públicamente cada 2 años en el progreso que nuestras ciudades estén haciendo hacia estos objetivos.

Como puedes ver, cuestiones prácticas y ecointeligentes que pueden ser planeadas y llevadas a cabo en la inmensa mayoría de nuestras ciudades
Y tu, ¿conoces como llevar #DesperdicioCero primero a tu ámbito personal?

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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