El impulso de la sostenibilidad ayuda a la empresa

En las últimas décadas, la concienciación sobre el impacto sobre la sostenibilidad de las actividades productivas ha aumentado considerablemente, hasta el punto en que hoy en día, la necesidad de adoptar políticas de desarrollo sostenible es cuestionada por pocos.

El impulso de la sostenibilidad en las actividades productivas de la empresas provoca beneficios que ya son cuestionados por pocos

En este sentido, las empresas (de cualquier tamaño) pueden aplicar medidas de diversa índole para reducir su impacto sobre el entorno, desde la adopción de sistemas de gestión medioambiental, pasando por la introducción del diseño sostenible entre sus prácticas e incorporando herramientas y tecnologías de producción responsables.

El primer paso para llevar a cabo tales acciones es la adopción de una Política Sostenible de la Empresa, la cual puede verse influenciada por diferentes grupos de interés dentro y fuera de la misma: propietarios y empleados, socios, ciudadanos, consumidores y autoridades.

Sitiándonos en la Unión Europea podemos observar esfuerzos desde el pasado siglo para que su industria mejore sus comportamientos en materia de medio ambiente, introduciendo incentivos para las empresas, junto a una normativa propicia, como herramientas que han ayudado a impulsar este avance.

Sin embargo, la introducción de prácticas sostenibles en la pequeña y mediana empresa (pyme) constituye un gran reto, ya que a menudo este tipe de empresas no son conscientes de las tendencias y normativas medioambientales presentes y futuras, y tienen dificultades para reconocer las oportunidades de mercado derivadas de la aplicación de políticas empresariales sostenibles.

Así, las pymes tienden a subestimar su impacto en relación a la sostenibilidad, que puede ser insignificante si se considera una sola empresa, pero muy relevante si se considera el conjunto.

Las barreras internas, tales como la falta de habilidades, de conocimientos, y de recursos humanos y financieros, representan obstáculos adicionales para la concienciación de dichas empresas en materia de sostenibilidad

Las pymes pueden ser a menudo grandes contaminadoras y consumidoras de recursos, debido a que no utilizan tecnologías ecoeficientes en sus operaciones a pequeña escala, y a la falta de sistemas de control efectivos.

Por si sola, una pyme tiene una capacidad de producción e impacto limitadas, de ahí que muchos propietarios crean que, debido al reducido tamaño de su empresa, el impacto de éstas sobre las distintas vertientes de la sostenibilidad es despreciable.

Sin embargo, el gran número de pymes, y su rendimiento relativamente bajo en la conversión de recursos primarios en productos (debido a su pequeño tamaño) se traducen en un impacto muy grande, por ejemplo, a nivel ambiental.

Por lo tanto, la capacidad y la voluntad que muestren los propietarios de las pymes en adoptar medidas que disminuyan el impacto de sus negocios sobre el entorno, es de gran importancia.

Según diversas investigaciones, los motivos que pueden llevar a las empresas a adoptar prácticas sostenibles se pueden dividir en:

  1. Los beneficios económicos resultantes de la reducción de los costes de producción y de mayores ingresos. La reducción de costes está relacionada con un uso más eficiente de los recursos empleados para la producción (energía o materias primas) y con una reducción de los residuos que se manejan. El aumento de los ingresos proviene de la mejora de los productos, de la imagen de la empresa y de sus relaciones públicas.
  2. El cumplimiento de la normativa. Las leyes establecen las obligaciones de las pymes en relación con cuestiones ambientales. Las sanciones asociadas al incumplimiento de dichas leyes pueden resultar en disminuciones de los beneficios.
  3. Las actitudes personales de los propietarios de pymes, que pueden decidir la adopción de prácticas sostenibles de acuerdo con sus principios éticos personales.
Residuos industriales que deben ser minimizados

Por otra parte, las barreras más comunes para la introducción de estas prácticas sostenibles en la pyme están relacionadas con la actitud de los propietarios, con la falta de información, y con obstáculos técnicos y económicos. Veamos:

  1. Barreras actitudinales. Las barreras actitudinales hacen referencia a la dificultad para cambiar la manera, consolidada en la empresa, en la que ésta se gestiona y se lleva a cabo el proceso productivo.
  2. Barreras relacionadas con una escasa información. Pueden existir tanto en el interior de la empresa, como entre la empresa y su entorno exterior. La escasez de información puede ser sobre el impacto efectivo de las actividades de producción, sobre las tecnologías existentes adecuadas para reducir tal impacto, sobre los beneficios alcanzables mediante la adopción de un plan de acción comercial-ambiental integrado
  3. Barreras técnicas y económicas, que resultan de la falta de conocimientos técnicos dentro de la empresa y de la falta de recursos financieros necesarios para implementar prácticas sostenibles.

Finalmente, la adopción de prácticas sostenibles en una empresa pasa por la introducción de principios de gestión, procedimientos y acciones destinadas a convertir los recursos disponibles en bienes y servicios, minimizando sus impactos.

Igualmente, dependiendo del tipo de actividad desarrollada por la empresa y la naturaleza de los bienes y servicios producidos, las prácticas sostenibles que se pueden introducir en estas empresas pueden variar considerablemente. Pero esto, lo vamos a ver en otra ocasión 😉

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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