10 mandamientos para una reducción efectiva de emisiones

Cualquier trabajo a favor de la sostenibilidad se desarrolla en medio de una confluencia de distintas crisis: los impactos económicos globales de una pandemia persistente y la invasión rusa de Ucrania, las consiguientes preocupaciones sobre la inflación y la seguridad energética, y los efectos de un clima extremo provocado por el cambio climático a nivel global.

Estos mandamientos están encaminados a la reducción de emisiones a la mitad en 2030, para llegar a cero emisiones netas en 2050

China ha padecido su verano más seco en 60 años, reduciéndose el caudal del río Yangtze a la mitad.

Mientras tanto, Pakistán ha sufrido inundaciones que han sumergido a un tercio del país y han provocado el desplazamiento de más de 30 millones de personas.

La costa suroeste del Golfo de Florida ha sido devastada por un huracán turboalimentado, mientras que Europa occidental sufrió los picos de temperatura más altos durante el verano.

Además, decenas de millones de africanos se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria en un Cuerno de África devastado por la sequía.

En total, estos y otros desastres provocados por el clima están provocando daños por valor de billones de dólares y desplazando a decenas de millones de personas.

Se contabilizan 29 desastres recientes que han costado más de 1.000 millones cada uno en lo que va del año. Pero el coste no es solo para los humanos, sino también para la naturaleza misma.

Durante las últimas 5 décadas, la población mundial de vida silvestre se ha desplomado casi un 70% debido al cambio climático y otras actividades humanas

En muchos casos, estos impactos se están desarrollando incluso más rápido de lo que habían anunciado los científicos, lo que aumenta la urgencia de prestar atención a una de sus últimas recomendaciones: limitar el calentamiento global a 1,5°C.

Para ello se estima que las emisiones globales deben alcanzar su punto máximo en 2025 para luego reducirse a la mitad en 2030, para llegar a cero emisiones netas en 2050.

El calentamiento global agrava los efectos de los huracanes

Sin embargo, algunos interesados mantener el actual statu quo han sugerido que los esfuerzos para lograr emisiones cero netas deberían reducirse debido a las crisis antes mencionadas.

Aun así, la gran mayoría reconoce la interrelación entre estas crisis y la realidad de que la acción climática acelerada ofrece beneficios críticos, que van desde la salud de la comunidad hasta la energía y la seguridad alimentaria.

La otra cara de esto es la mayor conciencia a nivel mundial, pero más especialmente en la Unión Europea, de que la dependencia de los combustibles fósiles no solo impulsa el cambio climático, sino que presenta amenazas claras y presentes tanto para la seguridad económica como nacional.

Por tanto, estamos en un momento crucial que puede suponer un punto de inflexión a la hora de desarrollar el concepto de emisiones cero netas, planteado inicialmente en el Acuerdo de París (COP21).

En esta línea, vamos a repasar los que son los 10 mandamientos de la ONU para el establecimiento de compromisos de reducción de emisiones:

  1. Un compromiso de cero neto debe ser un compromiso de toda la entidad u organización, hecho en público por los dirigentes, con una metodología sólida y coherente con la limitación del calentamiento a 1,5°C, como Science Based Targets (SBT) en el caso de las empresas.
  2. Un compromiso de cero emisiones debe contener objetivos cada 5 años, y establecer formas concretas para alcanzar el cero neto. El plan debe abarcar toda la cadena de valor de una ciudad, estado o empresa, incluidas las emisiones de uso final.
  3. Los créditos de compensación de emisiones solo deben usarse para equilibrar los restantes gases de efecto invernadero (GEI) una vez que la empresa está cumpliendo con unos objetivos de reducción a corto y medio plazo.
  4. Los actores no gubernamentales deben compartir públicamente sus planes integrales de transición a cero neto que detallen lo que harán para cumplir todos los objetivos.
  5. Los actores no estatales no han de apoyar los combustibles fósiles: no hay espacio para nuevas inversiones en el suministro de combustibles fósiles y es necesario desmantelar y cancelar los activos existentes.
  6. Los actores no gubernamentales deben presionar a los gobiernos para que se tomen medidas para la eliminación de combustibles fósiles y nunca al revés.
  7. Para 2025, las empresas y las ciudades deben asegurar que sus operaciones y cadenas de suministro no contribuyan a la deforestación y a la destrucción de los ecosistemas naturales restantes. Las instituciones financieras también deben tener una política de no invertir ni financiar empresas vinculadas a la deforestación para 2025.
  8. Los actores no gubernamentales deben informar públicamente cada año, y de forma detallada, sobre sus progresos, incluidos los datos sobre los GEI, de forma que puedan compararse con la línea base que hayan establecido.
  9. Es necesario un nuevo acuerdo para el desarrollo que incluya a las instituciones financieras y a las empresas multinacionales que colaboran con los gobiernos, los bancos multilaterales de desarrollo y las instituciones financieras de desarrollo.
  10. Para que la red cero neto funcione y para crear unas condiciones equitativas, los reguladores deben desarrollar una normativa que empiece por los emisores corporativos de alto impacto, incluidas las empresas privadas y estatales y las instituciones financieras.
La extracción de petróleo tiene su límite

Si quieres profundizar en este asunto, te recomendamos el informe de la ONU titulado Integrity Matters: Net Zero Commitments by Businesses, Financial Institutions, Cities and Regions, disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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