La movilidad inteligente y su desarrollo en la Smart City (2)

Los importantes avances en infraestructura, tecnología y gestión están impulsando la implantación del modelo de smart city en nuestras urbes, cambiando positivamente lo que entendemos por movilidad urbana.

La movilidad inteligente en la smart city requiere transporte de mercancías sin emisiones

Si perder de vista la componente de sostenibilidad como hilo conductor en la ciudad inteligente, hemos visto como se están desarrollando significativamente áreas como la gestión del tráfico y el transporte urbano.

Ahora es el momento de avanzar repasando otras áreas que aportan mejoras notables a esa movilidad inteligente que tanto deseamos:

Logística

Una de las piezas claves de esta nueva movilidad es la gestión de los flujos logísticos a nivel urbano, integrando de forma efectiva los negocios en la ciudad, ya que la distribución urbana de mercancías contribuye ampliamente al desarrollo económico de esta, debiéndose tener en cuenta las necesidades de los sectores público y privado.

Aunque el porcentaje de vehículos/kilómetro de los camiones no supone más del 10% del tráfico de las carreteras europeas, estos pueden originar fácilmente la mitad de las emisiones de dióxido de nitrógeno, cerca de un tercio de las partículas en suspensión y más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

La importancia de una gestión inteligente de la logística se debe a su capacidad para mejorar la movilidad sostenible, la contaminación y la congestión del tráfico

Limitaciones de tipo horario en el tráfico de mercancías son consideradas inaceptables, pues no se puede obligar a un pequeño negocio a mantener sus puertas abiertas durante la noche para realizar los servicios logísticos sin que esto afecte negativamente a su horario de apertura y venta al público.

Con el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y el concepto de smart city cogiendo fuerza para gobiernos municipales, empresas y universidades de la ciudad, la logística ha encontrado nuevas oportunidades para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad de vida de los ciudadanos.

En este campo se están desarrollando plataformas para la logística integrada, renovaciones de la flota de transporte con objeto de adaptarla a las necesidades actuales, fomento de la multimodal dad en la logística o la localización en tiempo real de los productos mediante el seguimiento de flotas.

La electrificación de los vehículos de transporte es un área en desarrollo

Estas iniciativas pueden clasificarse en:

  1. Mejora en la capacidad de seguimiento y trazabilidad de las mercancías.
  2. Gestión de las flotas.
  3. Gestión del almacenamiento.
  4. Multimodalidad en la logística.

El tamaño de la mercancía, la distancia entre el punto de origen y destino, las infraestructuras y el volumen suelen determinar el tipo y tamaño de vehículo utilizado para el transporte.

Sin embargo, en una ciudad, aspectos como el nivel de congestión en tiempo real, la calidad del aire o la prohibición de acceso a vehículos privados en preferencia de peatones o bicicletas en determinadas calles aumenta el número de variables a tener en cuenta para la definición del tipo de vehículo.

Para ello, las 4 categorías de la logística de la smart city anteriormente nombradas deben ponerse en funcionamiento conjuntamente para adaptar la circulación de vehículos con funciones logísticas a las necesidades especificas de cada zona de la ciudad y tipo de bien repartido.

Se ha observado un mayor nivel de este tipo de acciones con carácter piloto principalmente en zonas de acceso restringido a vehículos motorizados, con acciones como la última milla, donde las mercancías, tras ser almacenadas en puntos cercanos al origen, son desplazadas en un vehículo eléctrico o no motorizado del tamaño optimo (bicicleta eléctrica, por ejemplo) hasta su destino final.

Este tipo de iniciativas requieren una perfecta coordinación entre los 4 grupos anteriormente nombrados.

Opciones de movilidad limpias y no motorizadas

Uno de los objetivos de la movilidad inteligente en la ciudad consiste en priorizar las opciones de no motorizadas y limpias.

El proceso deberá sustituir los combustibles convencionales por energías renovables, aumentar el transporte público, disminuir los flujos de tráfico a través de la gestión de la demanda y el planeamiento urbano y facilitar los desplazamientos a pie y en bicicleta, todo ello utilizando como herramienta principal las nuevas tecnologías habilitadoras digitales (THD) y basándose en la conectividad entre viajeros y gestores de los sistemas de transporte.

Proporcionar opciones de movilidad limpias y no motorizadas tiene un efecto directo en diversos retos de las ciudades, contribuyendo a implantar sistemas de movilidad más sostenibles, favoreciendo la multimodalidad, disminuyendo la contaminación, y todo ello yendo en detrimento de la movilidad mediante vehículo privado.

Las opciones de movilidad inteligente limpias y no motorizadas pueden fomentarse a través de medidas y políticas apoyadas en las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen

El transporte con vehículos eléctricos toma fuerza en las ciudades

Los principales ámbitos de actuación en los que estas medidas se desarrollan en la ciudad inteligente consisten en fomentar:

Energía limpia en el tráfico y en el aparcamiento

Mediante implantación de infraestructura para el vehículo eléctrico, renovación de flotas de vehículos públicos introduciendo vehículos que no utilicen combustibles sucios, regulaciones que penalicen los combustibles fósiles o los vehículos contaminantes, utilización de sensores que funcionan con energías renovables o aparcamientos robotizados.

Opciones de movilidad ciclista y peatonal.

Pueden gestionarse las zonas peatonales de acuerdo a las necesidades de la ciudad en tiempo real, instalarse sistemas de alquiler de bicicletas publicas o conocer información en tiempo real de la movilidad ciclista y peatonal para el diseño de las vías de movilidad no motorizada.

Alternativas de movilidad motorizada

Entre éstas destacan los sistemas de car pooling y car sharing.

En los sistemas de car sharing, se alquilan vehículos, preferiblemente eléctricos, cubriendo las necesidades de vehículo privado en la ciudad, mientras que en los de car pooling se comparten trayectos.

Entre otras, la ciudad de Málaga puso en marcha este servicio a través de su proyecto ZEM2ALL (Zero EMissions to ALL) para poner al alcance de todas las personas la movilidad libre de emisiones.


La multimodalidad juega un papel fundamental a la hora de fomentar estas iniciativas, permitiendo por ejemplo la implantación de aparcamientos disuasorios en conexión con servicios públicos de transporte, incluyendo la bicicleta, pudiendo conocer la disponibilidad en tiempo real de los servicios y limitando así́ el uso del transporte privado.

En nuestra próxima entrega nos ocuparemos de la accesibilidad y la multimodalidad en la smart city.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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