Conclusiones sobre la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26)

Aunque veamos imágenes de los líderes mundiales felicitándose por los acuerdos logrados al final de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), no debemos caer en la complacencia y pensar que la solución a la crisis climática está encarrilada ya que los resultados son insuficientes para evitar el umbral de calentamiento de 2,7º C al que nos dirigimos, muy lejos del objetivo de 1,5º C marcado en el Acuerdo de París (COP21) de 2015.

Entre las conclusiones de la Cumbre de Glasgow (COP26) destacan el compromiso alrededor del carbón y en la aportación de financiación

Esto no quita para que en la COP26 también haya habido avances en materia de adaptación climática, ya que los países ricos han empezado por fin a responder a las peticiones de fondos y recursos de los países en desarrollo para hacer frente al aumento de las temperaturas.

Además, en esta conferencia, por primera vez en sus casi 30 años de historia, se ha mencionado explícitamente la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, aunque a última hora algún país introdujera cambios que han suavizado el logro.

En Glasgow por primera vez se acordó la disminución del carbón y el fin de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, al mismo tiempo proporcionando apoyo específico a los más pobres y vulnerables de acuerdo con las circunstancias nacionales y reconociendo la necesidad de apoyo hacia una transición justa.

Este acuerdo de 197 países alrededor de la reducción en el uso del carbón y los combustibles fósiles es todo un logro, ya que supone que Arabia Saudita, India, China, Estados Unidos, Rusia o Sudáfrica rompen con su tónica de oposición frontal a cualquier planteamiento sobre la eliminación de este tipo de combustibles sucios.

Si partimos de que el horizonte de 1,5º C es todavía alcanzable, las cuestiones a abordar son la financiación y la velocidad en que debemos tomar medidas

En este sentido, en Glasgow se han sentado las bases exigiendo que los países desarrollados aporten los prometidos 100.000 millones de dólares al año en 2025, que los países presenten sus planes climáticos revisados para 2022, incluyendo una disminución de las emisiones de CO2 de un 45% hasta 2030, además de alcanzar emisiones netas cero para 2050.

En Glasgow (COP26) por primera vez se acordó la disminución del carbón

Esto provoca que cualquier país, inversor o empresa que tenga metas menos ambiciosas que las mencionadas deba revisar rápidamente sus planes, sin olvidarse de que la transición debe ser justa.

Otra buena noticia de Glasgow es que las reglas del Acuerdo de París han terminado de formalizarse, incluyendo las del comercio mundial de créditos de carbono que estaban bloqueadas por Brasil.

Estas reglas pueden proporcionar más seguridad jurídica y reducir los costes totales para disminuir drásticamente las emisiones en un contexto de desarrollo sostenible.

En relación a la participación española en la Cumbre, hay que mencionar que España firmó la propuesta en el marco de Naciones Unidas para comprometerse a poner fin a la financiación pública del carbón y a las subvenciones a los combustibles fósiles a finales de 2022.

España también anunció también una aportación de 30 millones al fondo de adaptación en 2022 y se ha comprometido en esta Cumbre a aumentar en un 50% su compromiso financiero actual hasta alcanzar 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025, lo cual es un paso en la buena dirección. Sin embargo, como otros países desarrollados, parece ignorar la financiación para cubrir las pérdidas y daños en países que están en la primera línea del impacto del cambio climático.

Aún así, lo conseguido en Glasgow, y especialmente los planes climáticos nacionales, son científicamente insuficientes para mantener vivo el limite de los 1,5º C de calentamiento global.

Lo cierto es que NO nos podemos permitir el lujo de que se celebren este tipo de reuniones al más alto nivel y no se produzcan acuerdos relevantes que eviten el desastre ambiental y climático al que nos dirigimos.

Un millón de especies ya se enfrentan a la extinción y la ciencia ha declarado el código rojo para la humanidad, mientras algunos líderes mundiales parece que no viven en el mismo Planeta que el resto.

El Pacto Climático de Glasgow es un acuerdo alcanzado en un contexto inédito y que da el pistoletazo de partida para una carrera de fondo dentro del marco definido por Acuerdo de París.

Los jóvenes han propiciado los avances de la COP26 de Glasgow
¡¡ STOP BLA, BLA, BLA !!

Quizás gran parte de lo conseguido ha venido de parte de los jóvenes, los líderes indígenas, los activistas y los países en primera línea de los impactos climáticos que, con su empuje, han propiciado estos avances y sin ellos estas conversaciones sobre el clima habrían fracasado por completo.

En 2022 los países tendrán que volver con objetivos más fuertes y decididos, y tenemos que ser nosotros los que exijamos que se planteen acuerdos que aborden de manera contundente la crisis climática y de biodiversidad que estamos padeciendo.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Deven Medina

    Esperemos que se cumpla todo los acuerdos que se firmaron en esta asamblea y no se quede a la deriva, que tomen acciones verdaderas. Los países desarrollados deben de apoyar ese fondo en caso de que ocurra una catástrofe derivada del cambio climático en países subdesarrollados que los perjudica mas que las potencias.

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