¿Qué aportan los bosques al mundo rural?




Hemos hablado de la importancia para la sostenibilidad de nuestro estilo de vida de términos como la bioeconomía y la gestión forestal sostenible, pero cuando pensamos en cómo afectan los bosques a las personas no tenemos más remedio que fijarnos en el mundo rural.
Los bosques son fuente de riqueza para el mundo rural
El medio rural se teje mediante una serie de pequeños núcleos de población que proporcionan la dedicación y los recursos necesarios para mantener los bosques y su biodiversidad asociada.
Lo sostenible sería que esta relación se estableciera en las dos direcciones, es decir, las personas cuidan de los bosques y los bosques aportan beneficios a las personas que viven en poblaciones rurales.
Las primeras ventajas que nos vienen a la cabeza son de tipo ambiental, como pueden ser, la reducción de riesgo ante incendios y plagas, la contribución a la mitigación del cambio climático, conservación de la biodiversidad y de recursos valiosos, como son el agua y el suelo.
Además, hay otras aportaciones de índole económica derivadas de la mejora de la productividad, de la racionalización de los procesos de explotación y de aprovechamiento forestal, y de la atracción de infraestructuras e inversiones.
Pero no nos podemos olvidar de las de carácter social, ya que el acceso a la tierra, los recursos y las inversiones en los bosques y las zonas que los circundan pueden impulsar a las mujeres, los jóvenes y a los emprendedores del medio rural a convertirse en agentes del cambio para la transformación hacia un mundo más sostenible.

Un aprovechamiento forestal sostenible genera riqueza y empleo en el medio rural, siendo este aspecto uno de los objetivos estratégicos de la Unión Europea

Y es que las regiones predominantemente rurales representan la mitad de Europa y alrededor del 20 % de su población.
Sin embargo, la mayor parte de las zonas rurales figuran entre las regiones menos favorecidas de la UE, con un PIB per cápita muy por debajo de la media europea.
A fin de impulsar el crecimiento de las regiones rurales y aumentar el empleo y el nivel de vida, la Unión Europea ha definido una política de desarrollo rural que establece 3 objetivos generales: mejorar la competitividad de la agricultura, lograr una gestión sostenible de los recursos naturales y de las acciones relacionadas con el clima, y permitir un desarrollo territorial equilibrado de las zonas rurales.
La UE ha definido una amplia política de desarrollo rural
En este sentido, y como #CoñecementoParaTodos, lo que ha pensado Europa se aplica perfectamente a España, donde más del 50% del territorio es superficie forestal.
El desarrollo del aprovechamiento de los bosques en España puede beneficiar especialmente a la población del medio rural, cuyo número se reduce año tras año.
Es sorprendente que, siendo España el tercer país europeo en recursos absolutos de biomasa forestal, este recurso no tenga una presencia relevante en la generación energética.
La generación de energía con biomasa de baja emisión contribuye al cuidado del medio ambiente porque, entre otras ventajas, disminuye las emisiones de CO2, principal causa del cambio climático.
Otra actividad que agrega valor a la actividad económica, y que es parte de la cadena de la madera que proporcionan los bosques, es la obtención en centros locales de productos ampliamente usados en muchas actividades, como puede ser pasta de celulosa.
La madera es la materia prima que compone en un 90% la pasta de celulosa a partir de fibras vírgenes. Estas fibras pueden ser largas, las procedentes de pinos y abetos, o cortas, que proceden de álamos, abedules y eucaliptos.
La gran eficiencia del eucalipto en la producción de madera, propicia que este árbol tenga un papel relevante en la industria papelera, evitando en gran medida la tala de otras especies, como pinos, robles, cedros, encinas o alcornoques, que tardan mucho más tiempo en crecer y son más difíciles de reemplazar.
El eucalipto dinamiza y restaura suelos degradados y erosionados, lo que ha permitido plantar cultivos agrícolas en terrenos que han producido rendimientos destacados.
También se ha revelado el eucalipto como una de las especies con más capacidad de secuestrar gases de efecto invernadero (GEI), abriendo la posibilidad de fijar CO2 en el territorio e, incluso, de participar en el incipiente comercio de bonos de carbono.
El eucalipto dinamiza y restaura suelos degradados y erosionados
Las plantaciones de eucaliptos no solo han contribuido de forma notable a la generación de rentas en las comarcas donde se cultivan, sino que además hay ejemplos de lugares donde ha servido para fijar población rural.
Este tipo de planteamientos que aprovechan lo autóctono y lo alóctono, permite centrar la producción y el consumo en lo local, aprovechando circunstancias como, por ejemplo, que se estima un déficit de 300 millones de m3/año de madera en 2030 en Europa y que se podría cubrir con el desarrollo de proyectos integradores en el medio rural.
En definitiva, bosques y mundo rural forman un tándem sostenible y una simbiosis de la que se han beneficiado históricamente las partes y de la pueden surgir nuevas oportunidades procurando un entorno favorable para su evolución y su desarrollo: personas y entorno estamos destinadas a cuidarnos mutuamente.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.