Si bien todos coincidimos en que consumir energía es necesario para nuestro desarrollo económico y social, también tenemos la sensación de que el ritmo actual pone en peligro nuestro estilo de vida. Nuestra conciencia ecológica, más o menos desarrollada, nos alerta de que algunos de los problemas que nos afectan o acechan se agravarán en los próximos años.
Gracias a la energía es posible tener un estilo de vida que sería imposible disfrutar si no dispusiésemos de ella
Entonces, si la energía es un recurso valioso, ¿no deberíamos usarlo bien? ¿deberíamos esforzarnos en ahorrar energía? ¿es necesario cambiar nuestro modelo energético actual? ¿es necesario aumentar la eficiencia energética?
Vamos a exponer tres razones que, a nuestro modo de ver, responden a las cuestiones planteadas y otras muchas que nos podemos hacer a este respecto.
Agotamiento de las energías no renovables
Poniendo el ejemplo de España como país con una gran dependencia energética del exterior, la contribución de la energía nuclear y las denominadas energías fósiles (gas natural, petróleo y carbón) al conjunto de la producción energética es de un 91%.
Estas energías tienen un ciclo de formación de millones de años, por lo que, al ritmo de consumo actual, terminarán agotándose o dejarán de ser, a medio plazo, económicamente rentables.
Impacto en el medio ambiente
De la transformación, transporte y uso final de la energía se derivan importantes impactos medioambientales, tanto de carácter local como global:
- En la explotación de los yacimientos se producen residuos, emisiones atmosféricas y contaminación de aguas y suelos.
- El proceso de transporte y distribución de la energía para su consumo también afecta al medio ambiente: impactos de las líneas eléctricas, impactos de oleoductos y gasoductos, o hasta las llamadas mareas negras, con dramáticas consecuencias para los ecosistemas y economías de las zonas afectadas.
- La generación de la electricidad con plantas nucleares no produce CO2, pero sí residuos radiactivos de difícil y costoso tratamiento.
- Por otro lado, el abastecimiento energético, a partir de las energías fósiles, necesita siempre un proceso de combustión que se produce bien en las centrales térmicas, para producir electricidad; o localmente, en calderas y motores de vehículos. Esta combustión da lugar a la formación de CO2, principal gas de efecto invernadero, y a la emisión de otros gases y partículas contaminantes que dañan la salud. Hay que tener en cuenta que la producción de energía y su uso, tanto en la industria como en los hogares y medios de transporte, es responsable de la mayoría de las emisiones antropogénicas (causadas por el hombre) de CO2.
Inseguridad del abastecimiento energético
Un buen ejemplo en este caso es la dependencia energética externa de la Unión Europea (UE) que registra un aumento constante. La UE cubre sus necesidades energéticas en un 50 % con productos importados y, de no hacer nada, de aquí a 2020 o 2030 ese porcentaje ascenderá al 70 %. Esa dependencia externa acarrea riesgos económicos, sociales, ecológicos y físicos para la UE. Las importaciones energéticas representan el 6 % de las importaciones totales y, desde el punto de vista geopolítico, el 45 % de las importaciones de petróleo proceden de Oriente Medio, y el 40 % de las importaciones de gas natural, de Rusia. Además, la UE no dispone aún de todos los medios necesarios para influir en el mercado internacional. Esta vulnerabilidad resulta patente en las escaladas de los precios del petróleo que hemos vivido desde 2008.
Sin entrar en muchos detalles, la estrategia energética de la UE a largo plazo se fundamenta en lo siguiente:
- Reequilibrar la política de la oferta a través de acciones claras a favor de la demanda, es aquí donde entran en juego el fomento de las energías renovables y de la eficiencia energética.
- Analizar la contribución a medio plazo de la energía nuclear.
- Establecer un dispositivo reforzado de reservas estratégicas, así como nuevas rutas de importación de hidrocarburos, sujetos a importaciones crecientes.
Como hemos visto, la energía es un bien escaso que debemos respetar y cuidar entre todos. Su uso responsable es fundamental para la sostenibilidad y el futuro de nuestro mundo.
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Como muy bien se describe en Ecointeligencia un uso inteligente de la energía es fundamental para la sostenibilidad del medio ambiente y de ello depende nuestro nivel de vida tal como la concebimos hoy en día.
tiene toda la razón, sin energia no podríamos mantener el estilo de vida que llevamos por eso deberíamos tomar conciencia y no abusar de ella
gracias si que me sirvió
le falta un poco de infotmacion pero me gusto me gustaría poder encontrar mas información
A mi me gusto y me sirvio pero me faltan las consecuencias y las causas!! quien me ayuda? esto es para mañana 🙁
contesta perfectamente a las consecuecias las tres en letra grande
SI PERO SOLO SON ESAS TRES?
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ESO FUE DE GRAN AYUDA
Me sirvio bastante para mi tarea
esta buena pero falta mas informacion pero en lo demas esta bien
Me ha servido mucho para hacer mi trabajo, gracias
cuales son las implicaciones de incrementar los porcentajes de detencion de energia por fuentes no renovables