¿Qué sabes de la arquitectura ecológica? (2)

¿puede ser la deforestación una causa del colapso de una civilización?

Después de aclarar lo que podemos entender como arquitectura ecológica ó verde, vamos a poner el contexto la necesidad de la sostenibilidad medioambiental en la arquitectura de nuestros días.

Dado el considerable debate sobre el cambio climático y el permanente aumento de los costes energéticos, parecería que el aspecto medioambiental de la arquitectura es uno de sus principales condicionantes. Sin embargo, el auge de la edificación sostenible depende directamente del estado de la economía.

En momentos duros como actuales tenemos la tendencia a volver a una arquitectura que prescinde de lo ecológico

No obstante, sería justo preguntar si las fuerzas que actúan sobre la arquitectura no estarán obligándola hoy a ser cada vez más sostenible. Uno de los motivos de que la arquitectura contribuya en tan gran medida a las emisiones de carbono es su voraz apetito de materiales, producidos a menudo muy lejos, o con un gran coste para el medio ambiente. Cuando los costes energéticos se disparan por el agotamiento de los combustibles fósiles y la energía nuclear se nos antoja peligrosa, la sostenibilidad ofrece una receta para la reducción de estos costes, un argumento de peso para una civilización que vive del beneficio inmediato. Por supuesto, no faltan los arquitectos, clientes e incluso constructoras que quieren hacer lo correcto y proteger al planeta para las futuras generaciones, aunque, cuando reducimos el asunto a datos puros, es el ahorro energético, y no la santidad, el que dicta las decisiones.

Aunque las políticas gubernamentales y los esfuerzos internacionales por controlar las emisiones de gases de efecto invernadero y otras formas de contaminación han sufrido mucho a causa de la recesión que nos azota, podría decirse que la arquitectura ecológica ha venido para quedarse. En cierto modo, los edificios sostenibles han existido siempre en todo el mundo, y se cumple la máxima de que aquellos menos sofisticados suelen ser los más verdes. Orientar un edificio de modo que consiga luz diurna sin recalentarse en verano es una elección básica y evidente. Además, el sentido común debería dictar el uso exclusivo de materiales obtenidos de forma local. Dar privilegios a los recursos renovables, como un bosque bien administrado, es una forma de proteger a las futuras generaciones y de permitirles hacer todo lo que hoy es posible. No obstante, el sentido común está muy lejos de ser una norma en la arquitectura contemporánea. Obviamente animadas por las fuerzas del mercado, que hacen hincapié en la ganancia a corto plazo, siguen prosperando formas de arquitectura insostenibles, que incluso podemos considerar destructivas. Un ejemplo de ello pueden ser las ciudades cuajadas de torres de cristal que emergen en el Golfo Pérsico donde en verano se alcanzan los 50º C. Es evidente que su bolsillo se lo puede permitir, pero no obedece a una actitud ecointeligente.

La edificación en los países del Golfo Pérsico no siempre tiene presente la sostenibilidad

La atención que se dedica a la sostenibilidad tiene otra lectura que puede pasarse por alto. Desde que lo ecológico está de moda, se aprecia que se tiende a presentar credenciales medioambientales que en realidad no hacen sino reciclar para el consumo moderno estrategias pasivas que se han utilizado desde los albores de los tiempos.

Obviamente, las organizaciones que certifican la sostenibilidad de la arquitectura en todo el mundo, a imagen del USGBC y su estándar LEED, enfocan el asunto de la construcción responsable de un modo más complejo y completo. La fundación Holcim identifica 5 áreas clave de sostenibilidad:

  1. innovación y posibilidad de transferencia
  2. estándares éticos e igualdad social
  3. calidad medioambiental y eficiencia de recursos
  4. rendimiento económico y compatibilidad
  5. impacto contextual y estético

Sin duda, esta lista de objetivos está relacionada con el modelo en que la ONU y la Cumbre de la Tierra vinculan los problemas sociales a la cuestión general de la sostenibilidad. Organizaciones arquitectónicas como el USGBC conceden su certificación LEED de forma valorada y tras la calificación de diversos aspectos, a saber:

  1. entornos sostenibles
  2. eficiencia en el uso del agua
  3. energía y atmósfera
  4. materiales y recursos
  5. calidad medioambiental interior
  6. innovación y diseño
  7. créditos de prioridad regional

Cada tipo de edificio se reconoce de un modo distinto, según un sistema claro aunque al mismo tiempo complejo. Las cuestiones abordadas por el USGBC tienen una inclinación social. Por el contrario, los elementos señalados por Holcim como estándares éticos e igualdad social no están claramente presentes. La relativa complejidad y variedad de los sistemas de valoración subraya algunas de las ambigüedades inherentes a cualquier esfuerzo por lograr la sostenibilidad, más allá de las reglas más obvias y básicas que han regido casi toda la construcción desde la época del cemento, el acero, el cristal, el aire acondicionado y una piedra que recorre el mundo entero para revestir los iconos de la vanidad empresarial.

La ampliación del campus de la Universidad Northern Arizona recibió la certificación LEED Platinum en junio de 2010

Conviene recordar que la arquitectura durante la mayor parte de su historia no ha sido una causa importante de degradación medioambiental. Pero ¿sigue siendo posible construir de un modo ecológicamente responsable en países más o menos civilizados? ¿O se trata de un anhelo nostálgico con muy poca base real?

En próximos artículos mostraremos ejemplos de arquitectura verde que permitan arrojar luz sobre estas preguntas que ahora quedan en el aire.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. vicente

    No conocía el concepto de arquitectura verde, aunque creo que no deberíamos aceptar otros planteamientos que los sostenibles. Me ha gustado el tema.

  2. Jesús

    Encuentro las viviendas de madera de origen sostenible (madera con sello FSC), junto con la utilización de materiales aislantes sostenibles como el cáñamo, el corcho u otros, la mejor opción y más facil a mano. Otra pregunta que cabria hacerse es si la urbanización «horizontal» de este tipo de viviendas aisladas es más sostenible con respecto a una urbanización de masas tipo «vertical», como los centros de las grandes ciudades. Desde luego que más verdes si pueden ser al poder implementar jardines en las parcelas.

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