El ser humano está programado para responder positivamente a la naturaleza, sin embargo, con la degradación ambiental que padecemos y el desarrollo desmedido de nuestras ciudades se está desprendiendo de ese vínculo.
Aunque la naturaleza puede estar en nuestras vidas como una forma de ocio, no podemos negar esta desconexión que puede ser paliada en cierta medida por lo que se conoce como diseño biofílico.
El diseño biofílico es un concepto utilizado en la industria de la construcción y en el diseño de espacios para aumentar la conexión de los ocupantes con el entorno natural, mediante el uso de la naturaleza directa, la naturaleza indirecta y las condiciones del espacio y del lugar.
Por definición, el diseño biofílico promueve el bienestar al incorporar elementos que establecen una relación coherente entre la naturaleza, la biología humana y el edificio física, visual y emocionalmente.
Esta forma de diseño sostenible es utilizada tanto a escala de edificios como de ciudad, se argumenta que esta idea tiene beneficios para la salud, el medio ambiente y la economía para los ocupantes de edificios y entornos urbanos, con pocos inconvenientes.
Para el desarrollo de esta forma de diseño ecointeligente se emplean materiales naturales, así como abundante vegetación, se apuesta por luz natural y la creación de espacio para la ventilación natural, por citar algunos de los recursos más habituales.
Estudios recientes indican que la aplicación exitosa de los principios del diseño biofílico estimula un amplio espectro de beneficios:
- Físicos: se incluyen una mejor condición física, una presión arterial más baja y menos síntomas de enfermedades
- Mentales: destacan la motivación, la productividad, la creatividad y una disminución del estrés y la ansiedad
- Conductuales y cognitivos: incluyen mejores habilidades de afrontamiento, mayor capacidad de atención y aumento en la interacción social
Así, en esencia, el diseño biofílico consiste en integrar en el interior de nuestras dependencias elementos que nos trasladan a zonas naturales transmitiendo sensaciones características de un espacio de tranquilidad, alejado del estrés del trabajo o la ciudad.
El diseño biofílico es una tendencia asequible que no es complicada de aplicar, de ahí su auge
Como hemos comentado, una de las claves está en emular lo máximo posible un ambiente natural, ya que como seres biológicos no hemos evolucionado tanto como el entorno que nos rodea, excesivamente artificial y en muchas ocasiones dominado por la tecnología.
Por eso nos sentimos atraídos por todos aquellos elementos que nos trasporten a tiempos anteriores, cuando el ser humano vivía rodeado de naturaleza, e incorporando estos recursos biofílicos desde el principio del proyecto conseguimos esos espacios adecuados para las personas.
El diseño biofílico establece constantes analogías con la naturaleza y en ciertos ámbitos, como puede ser el de la salud y el bienestar, está teniendo un amplio recorrido.
Puede ser el caso de lo que se conoce como healing spaces o espacios curativos, que destacan por crear un buen ambiente en lo que a diseño se refiere para mejorar la salud de las personas, siendo una corriente que, además de aplicarse en lo relacionado con la salud, también se está incorporando en los planteamientos de oficinas y viviendas.
Aunque debemos estar atentos para que las prácticas relacionadas con el diseño biofílico no caigan en lo que se conoce como lavado verde o greenwashing, ya que algunas de las tendencias que empiezan a tener demanda desde el punto de vista comercial están sujetas a esta interpretación oscura de lo que significa ser sostenible.
En resumen, los principios del diseño biofílico buscan conectar los espacios en los que se encuentran las personas con el mundo natural, no sólo utilizando materiales y elementos responsables sino permitiendo que el entorno y la tierra sean parte de la arquitectura misma, o al menos una gran parte de ella.
