¿Estamos preparados para los trabajos del futuro?

Diversos estudios que analizan el panorama laboral identifican 3 grandes cambios para los futuros puestos de trabajo: primero, el declive a gran escala de las ocupaciones que serán fácilmente automatizadas; segundo, el crecimiento a gran escala de ocupaciones asociadas a nuevos productos, servicios y nuevas tareas fruto de la adopción de nuevas tecnologías; tercero, la necesidad de que los trabajos del futuro estén dentro de un marco de sostenibilidad y respeto al Planeta.

El desarrollo de la robótica y de la inteligencia artificial están provocando que las máquinas posean un conjunto de habilidades que hasta ahora tan solo eran humanas. Esto es lo que está provocando que el cambio que estamos viviendo sea diferente al ocurrido en anteriores revoluciones industriales.

Y además, nos encontramos en los inicios del desarrollo de estas 2 disrupciones tecnológicas.

Este nuevo escenario, y fijándonos en Europa, una parte significativa de los empleos industriales pueden estar en riesgo de ser reemplazados por tecnologías que ahorren trabajo, suponiendo porcentajes superiores al 50% de estos puestos.

¿Tendremos cada vez menos trabajo según vaya aumentando la capacidad de la tecnología? La historia nos dice lo contrario.

Hace aproximadamente un siglo, con la llegada de la tecnología, el porcentaje de trabajadores en la agricultura se redujo drásticamente. Los avances tecnológicos permitieron aumentar la producción, mejorar la calidad y reducir los precios, lo que generó un sector mucho más competitivo.

Pero ¿qué ocurrió con los trabajadores que fueron reemplazados por la maquinaria? La tecnología optimizó los procesos, facilitó que el foco de la industria se centrara en otros sectores como la salud, la medicina o las finanzas, creándose nuevos productos y servicios que mejoraron la calidad de vida, estimularon el consumo e hicieron crecer la economía.

Más reciente es el caso de la llegada de los cajeros automáticos a las sucursales bancarias. Inicialmente, se esperaba que el número de empleados en los bancos se redujera de forma muy significativa, puesto que el número de cajeros automáticos crecía exponencialmente.

No obstante, los cajeros se encargaron de realizar las tareas más metódicas, reducir errores y facilitar la gestión, mientras que el personal de las sucursales se pudo concentrar en otras tareas de mayor valor añadido. Lo cierto es que actualmente el personal de las sucursales se está reduciendo, pero es debido a otras causas …

Así, el desarrollo de la tecnología de automatización y de la tecnología inteligente reemplazará millones de empleos. En cambio, se estima que a medida que las compañías vuelvan a planificar la división del trabajo entre máquinas y humanos, surgirán millones de nuevos empleos que proporcionarán un saldo positivo dentro del balance entre empleos ganados y empleos perdidos.

Se calcula que más de la mitad de todos los empleados necesitarán formación en nuevas habilidades relacionadas con la tecnología y la sostenibilidad de durante los próximos 5 años.

Se trataría de una capacitación centrada en las principales tecnologías habilitadoras digitales (inteligencia artificial, big data, internet de las cosas, blockchain, computación en la nube y 5G), con lo que se impulsaría la demanda de un nuevo tipo de fuerza de trabajo que conviviría con nuestros nuevos desafíos, como puede ser la transición energética o el cambio a un modelo productivo circular.

Esto va a requerir replantear y fortalecer el sistema educativo preparándolo, por ejemplo, para la gran demanda de profesionales con habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y que actualmente no está cubierta por la falta vocación de los más jóvenes, que no perciben el atractivo de estas disciplinas.

Tampoco debemos olvidar la formación en la rama de humanidades, que será la piedra angular de la innovación, la preservación de los valores y la capacidad de dar respuesta a cuestiones éticas y morales.

Es palabras de Nicholas Negroponte (ingeniero informático, arquitecto y fundador del Media Lab del MIT), en una sociedad hipertecnificada las humanidades son la cosa más importante que puedes estudiar.

Y no nos podemos olvidar del emprendimiento, cuyo fomento contribuye a reducir la posible brecha generada por la disrupción tecnológica favoreciendo la innovación y la creación de nuevos productos y servicios, por lo que es fundamental crear unas condiciones que propicien su desarrollo.

Finalmente, la tendencia hacia el teletrabajo, acelerada de forma extraordinaria debido a la pandemia Covid-19, está proporcionando mejoras en la eficiencia y en la sostenibilidad, y aportará una mayor flexibilidad para que las empresas puedan contratar personal en distintas áreas geográficas con cualificaciones mejor adaptadas a los requisitos de los puestos de trabajo.

Así mismo, los trabajadores también se beneficiarán al poder acceder a una oferta más amplia en el mercado laboral, reducir el tiempo que ahora se dedica a los desplazamientos y tener más posibilidades de conciliar la vida laboral y personal.

En definitiva, si somos conscientes de los cambios que vienen sobre el mercado laboral y somos capaces de manejarlos de la manera adecuada, podremos dar lugar a una nueva era de buen trabajo que nos permita adoptar un estilo de vida sostenible con una mejor calidad de vida.