¿Cómo se recarga el coche eléctrico? Tipos de sistemas

Cada vez más indicadores señalan que la transición hacia una movilidad eléctrica y sostenible es cada vez más cercana y que el mercado empieza a hablar de una manera clara.
La recarga del coche eléctrico y sus tipos
Diversos analistas indican que 2019 será otro gran año para el coche eléctrico y modelos alternativos de movilidad y tenencia de vehículos, lo que nos lleva a constatar que la demanda ligada a la movilidad eléctrica seguirá creciendo.
Aunque el sector del vehículo de combustión se enfrenta a grandes retos, sumado a que las grandes ciudades siguen impulsando planes para expulsar a los coches más contaminantes de sus centros urbanos, el coche eléctrico también debe afrontar las 2 cuestiones que impiden que se haya producido ya su punto inflexión en la demanda: una es su precio y la otra la infraestructura para su carga.
En este artículo vamos a tratar esta segunda, pudiendo constatar que la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos es una de las líneas de trabajo que van a generar más volumen a nivel de instalación eléctrica durante los próximos años.
Esto va a ser fruto de las diferentes políticas y medidas para incrementar el uso de este tipo de vehículos, apreciándose en la actualidad ya el efecto de la puesta en marcha de estos planes.
A todo esto ayuda que se esté produciendo una constante disminución de coste en los sistemas de recarga, lo que provoca que cada vez sean soluciones asequibles y usadas tanto a nivel particular como empresarial.
Vamos a conocer algo más sobre estos elementos. Los puntos de recarga pueden ser instalados en entornos públicos (como parkings, hospitales o centros comerciales) o en instalaciones para uso privado, principalmente en garajes individuales o comunitarios.
Ante este escenario, los fabricantes líderes en equipamiento eléctrico ya ofrecen numerosas soluciones de puntos de recarga fácilmente integrables en cualquier tipo de edificio, con gran facilidad de instalación, compatibilidad y sencillez de uso.

Soluciones para ubicaciones interiores y exteriores

En función de la ubicación del punto de recarga, existen 2 soluciones generalizadas, los puntos de recarga para pared, denominados de forma común Wallbox, y los postes de recarga exterior.
Para estas ubicaciones, ya sea mediante sistema de recarga para un vehículo o simultánea para varios vehículos, se ofrecen sistemas de conexión tipo:

  • Schuko, para vehículos que cumplan el estándar CEE 7/4, con intensidad máxima de 16A, toma de tierra y dos bornes.
  • Tipo 1 o Yazaki, estándar americano con una intensidad máxima de 80A, con 5 bornes para carga, control y toma de tierra.
  • Tipo 2 o Mennekes, principalmente usada en Europa, pudiendo ser monofásico, con corriente máxima de 16A o trifásica con corriente máxima de 63A.
  • Tipo 3 o Scame, de uso mayoritario en Francia, con 32A de corriente máxima y que integra comunicaciones de red, con 5 o 7 bornes.
  • Cargadores para modo 4 (también conocidos como CHAdeMO), usados en electrolineras, para carga ultra rápida en corriente continua.
  • CSS o sistema Combo, que admite carga rápida y carga lenta, presenta 5 bornes, integra comunicaciones y toma de tierra.

Punto de recarga y sus tipos de conexión

Los modos de recarga

La normativa específica en esta materia, que regula estos aspectos, es la norma IEC-61851 y establece 4 modos de recarga:

  • Modo 1: no existe comunicación entre el vehículo y el punto carga, usando normalmente conector Schuko.
  • Modo 2: integra un sistema de comunicación sencillo, para controlar simplemente el nivel de carga de la batería, y usa también conector Schuko.
  • Modo 3: en este caso se permite una comunicación con el punto de recarga y por lo tanto es ideal para poder controlar parámetros como la energía consumida, establecer sistemas de tarificación etc. Puede usar conectores de tipo 1, tipo 2 o tipo 3.
  • Modo 4: recarga en corriente continua, usado sistemas de recarga masiva o electro­lineras. Permite recargas rápidas e integra comunicación entre el vehículo y el punto de recarga, usando conectores para modo 4 o conectores COMBO.

En función del modo de recarga y de la velocidad de recarga deseada, se establecen 4 tipos de recarga, que requiere, a menor tiempo, mayor potencia en la instalación:

  • Carga lenta, con tiempo de recarga aproximado sobre las 10h, requiriendo potencia aproximada de 3,6 kW
  • Carga semi-rápida, con tiempo de recarga aproximado sobre las 6h, y potencia de 7,2 kW
  • Carga rápida, con tiempo aproximado de recarga sobre los 1h y 30min, con potencia requerida de unos 22 kW
  • Carga ultra-rápida, con tiempo de recarga aproximado sobre 20min y potencia de 50 kW

Los puntos de recarga, por sus características de corriente potencia y funcionamiento, deben de contar con sistemas de protección eléctrica diferencial y protección magnetotérmica tipo C, con una curva que permite una protección adecuada.
Estas instalaciones eléctricas se integran habitualmente dentro del sistema de recarga y, además, los propios puntos de recarga cuentan con sistemas adicionales para supervisión y protección.

Y ¿qué nos cuesta la carga de nuestro coche eléctrico?

Además del coste de la electricidad, tenemos que tener en cuenta el punto de recarga y su instalación.
En el caso de tener garaje para el coche, pueden suceder dos cosas: que tengamos una cochera en una casa unifamiliar, del tipo que sea, y siendo así muy probablemente ya haya algún enchufe en el garaje, o que tengamos una plaza de garaje o cochera en un garaje comunitario, con más vecinos.
En este último caso, pocos garajes tienen enchufes, y si tienen alguno, es de la comunidad. Si el garaje es del mismo edificio en el que vivimos, lo más razonable es realizar una derivación de nuestra instalación eléctrica individual hasta la plaza de garaje, aprovechando el mismo contrato de suministro eléctrico de la vivienda.
Aquí hay 2 opciones, o realizarla desde el propio contador de nuestro suministro eléctrico, o bien realizarla desde el cuadro general de mando y protección de nuestra vivienda.
La ventaja de la primera opción es que normalmente la centralización de contadores se encuentra en la planta baja, y como las plazas de garaje suelen cerca de esta planta cero, la distancia desde el contador (que debe ser digital) hasta el punto de recarga será menor, y el coste de la instalación será también algo menor, al emplear menos longitud de cable para la conexión.
Los puntos de recarga se generalizarán en los parkings
La ventaja de la segunda opción es que se puede tener un mayor control desde la vivienda de la línea del circuito que alimenta el punto de recarga. El inconveniente es que cuanto más alta se encuentre la vivienda, la conexión requerirá más longitud de cable.
Otro aspecto importante que afecta al coste es la tarifa aplicable cuando realizamos la recarga. Como la idea es recargar el coche eléctrico durante la noche, en tarifa valle cuando la electricidad cuesta menos, es poco probable que coincida la recarga del coche con otros consumos del hogar, por lo que no suele ser necesario ampliar la potencia eléctrica contratada.
Si la plaza de garaje no está en el mismo edificio en el que vivimos, o bien si no es posible realizar la derivación desde el contador del propio usuario, otra opción es hacer la derivación desde el contador eléctrico del propio garaje.
Más allá de esta diferencia, la instalación no cambia apenas con la derivación desde el propio contador individual y es necesario un contador secundario en la derivación que servirá para que la comunidad de propietarios del garaje cobre al usuario la electricidad que consuma su punto de recarga.
Si optamos por contratar un nuevo suministro, tendríamos un contrato para la electricidad de la casa, con sus correspondientes facturas periódicas, y también tendríamos un contrato para la electricidad del punto de recarga, a su vez con sus correspondientes facturas. Es decir, es una solución más cara para el usuario.
Hay un par de variantes de este sistema. La primera es la del gestor de carga. En lugar de que sea el propio usuario el que costee la instalación, y pague a la compañía eléctrica por el suministro y el consumo, puede hacerlo a través de un gestor de carga, que es una empresa que, sin ser una compañía eléctrica, se ocupa de soluciones de recarga de vehículos eléctricos y puede revender electricidad.
En este caso la instalación, con el nuevo suministro y contador, así como el propio punto de recarga, lo paga el gestor de carga, y luego periódicamente el usuario paga al gestor de carga lo que se haya estipulado. Es decir, en este caso se paga el servicio, además del consumo.
Esta solución puede ser útil sobre todo en garajes muy grandes, o para personas que alquilan la plaza de garaje.
La otra variante es que ese nuevo suministro con un contador principal sirva para varios puntos de recarga. Es lo que viene a llamarse como una instalación troncal. Del contador principal se derivan tantos contadores secundarios como puntos de recarga vaya a haber.
En un próximo artículo de ecointeligencia hablaremos de dinero, de lo que cuestan los vehículos y de lo que cuestan los puntos de recarga.
Después de este repaso, ¿ves más cerca tener un vehículo eléctrico?

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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