Igual que un análisis de sangre nos permite saber si estamos sanos y dónde debemos actuar, el Planetary Health Check 2025 funciona como un chequeo médico del sistema Tierra.

Este informe analítico del Stockholm Resilience Centre resume en una mirada el estado de los límites planetarios, esos umbrales que mantienen al Planeta dentro de un espacio operativo seguro para la vida tal y como la conocemos.
La conclusión clave de 2025 es clara y preocupante: 7 de los 9 límites han sido sobrepasados y la presión sigue aumentando. Aun así, el diagnóstico no es una sentencia, pues todavía disponemos de margen para recuperar estabilidad y resiliencia si actuamos con rapidez y a la escala necesaria.
1. ¿Qué son los límites planetarios? ¿Por qué importan?
Los límites planetarios son umbrales científicos que marcan el rango de condiciones ambientales en el que la humanidad puede desarrollarse con seguridad a largo plazo, es decir, lo que se denomina el espacio operativo seguro.
Salirse de ese rango incrementa el riesgo de inestabilidad, pérdida de funciones de soporte vital y cambios irreversibles. Este marco identifica 9 procesos del sistema Tierra y utiliza variables de control medibles para evaluar si seguimos dentro de los límites o hemos entrado en zonas de riesgo.
Durante unos 12.000 años (Holoceno) la Tierra ofreció una estabilidad sin precedentes que permitió el auge de la agricultura y las civilizaciones. Desde mediados del siglo XX, la Gran Aceleración de nuestras actividades ha empujado al planeta al Antropoceno, una era en la que la actividad humana es la principal fuerza de cambio a escala global.
Entender y respetar los límites planetarios es, por tanto, esencial para mantener las condiciones que hacen posible el bienestar humano.
2. El estado de los nueve límites en 2025: 7 de 9, fuera del rango seguro
Este informe de 2025 confirma que 7 límites están transgredidos y, además, todos muestran tendencias de empeoramiento.
Solamente 2 límites planetarios se mantienen dentro del espacio seguro
A continuación, un repaso de cada proceso con sus principales indicadores y riesgos:
2.1 Cambio climático – En la zona de peligro
- CO₂ atmosférico: 423 ppm (límite: 350 ppm; línea de alto riesgo: 450 ppm).
- Forzamiento radiativo total: +2,97 W/m² (límite: +1; alto riesgo: +1,5). Las evidencias apuntan a una aceleración del calentamiento, con atención a puntos de inflexión como la Amazonia, la circulación meridional del Atlántico o las placas de hielo polares.
2.2 Integridad de la biosfera – La red de seguridad se deshilacha
- Tasa de extinción: por encima de 100 extinciones por millón de especies/año (límite: 10).
- Apropiación humana de la productividad primaria (HANPP): 30 % (límite: 10 %; alto riesgo: 20 %). La pérdida simultánea de diversidad genética y función ecosistémica reduce la resiliencia de los sistemas naturales y su capacidad para amortiguar perturbaciones.
2.3 Cambio de uso del suelo – Los bosques por debajo del umbral seguro
- Cobertura forestal global: ~59 % del original (límite: 75 %; alto riesgo: ~54 %). Aunque el ritmo de pérdida se ha moderado, la conectividad ecológica y la calidad del bosque siguen deteriorándose.
2.4 Cambio del agua dulce (azul y verde) – Más extremos, menos estabilidad
- Alteración del caudal (agua azul): 22,6 % de la superficie terrestre afectada (límite: 12,9 %).
- Alteración de la humedad del suelo (agua verde): 22,0 % (límite: 12,4 %). Se incrementan los riesgos de sequías e inundaciones, con cuencas críticas como la del Indo-Ganges o el norte de China. El cambio climático emerge como motor dominante de la inestabilidad hídrica.
2.5 Alteración de los ciclos biogeoquímicos (N y P) – En la zona de alto riesgo
- Fósforo aplicado: 18,2 Tg/año (límite: 6,2; alto riesgo: 11,2).
- Nitrógeno fijado intencionalmente: 165 Tg/año (límite: 62; alto riesgo: 82). El exceso de nutrientes provoca zonas muertas y contaminación persistente. El informe sugiere avanzar hacia indicadores de superávit agrícola y contabilizar fuentes no consideradas, como el nitrógeno procedente de combustibles fósiles.
2.6 Introducción de entidades novedosas – Más allá del límite, sin control suficiente
- Miles de químicos sintéticos, plásticos y otros compuestos se liberan cada año sin evaluación adecuada. El límite, conceptualmente fijado en 0% de sustancias no testadas, está claramente transgredido. El informe propone ampliar el marco hacia indicadores medibles vinculados al impacto, teniendo en cuenta mezclas y rutas de exposición.
2.7 Acidificación oceánica – Nuevo límite rebasado en 2025
- Saturación de aragonito (Ωarag) superficial: 2,84 (límite revisado: 2,86 ≈ 80 % del estado preindustrial). Las especies calcificadoras muestran daños en conchas y mayor vulnerabilidad, especialmente en regiones polares y costeras.
2.8 Carga de aerosoles atmosféricos – Dentro del espacio seguro, aunque con desigualdades
- Diferencia interhemisférica del espesor óptico de aerosoles (ΔAOD): 0,063 (límite: 0,10). La tendencia global mejora, pero persisten impactos sanitarios y de justicia ambiental por PM2,5 en regiones concretas.
2.9 Depleción del ozono estratosférico – Recuperación lenta y estable
- Media global de ozono: 285–286 DU (límite: ~277 DU). Gracias al Protocolo de Montreal, la capa de ozono se estabiliza, aunque la agujero antártico sigue apareciendo estacionalmente y surgen riesgos emergentes (por ejemplo, los lanzamientos espaciales).
Balance 2025: el Planeta se sitúa en la zona de peligro acercándose al alto riesgo, y, pese al deterioro, la resiliencia biofísica mantiene abierta la posibilidad de regresar al espacio seguro, aunque la ventana se estrecha rápidamente

3. Resiliencia planetaria y puntos de inflexión: el arte de absorber impactos … hasta que deja de hacerlo
La resiliencia del Planeta, es decir su capacidad para absorber perturbaciones y mantener funciones clave, ha sido extraordinaria.
Océanos y bosques han captado más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de origen humano en los últimos 150 años. Pero hay señales de debilitamiento: sumideros de carbono que se saturan, aceleración del calentamiento y avisos tempranos de comportamientos críticos (por ejemplo, la Amazonia cambiando a una sabana degradada, o cambios en la circulación oceánica).
Los puntos de inflexión (tipping points) son umbrales a partir de los cuales pequeños cambios desencadenan alteraciones grandes y auto-reforzadas. Un ejemplo clásico: el hielo que se derrite deja al descubierto un océano más oscuro que absorbe más calor, lo que acelera el deshielo.
En un Planeta con múltiples límites transgredidos, los riesgos de tipping cascada (cuando el rebase de un límite facilita rebasar otros) aumentan.
4. ¿Qué está impulsando la transgresión? Energía fósil, deforestación, agricultura intensiva y químicos
El informe señala motores interconectados que empujan al sistema fuera del rango seguro:
- Energía fósil: principal causa del cambio climático y de la acidificación del océano. Reducir CO₂, metano y óxidos de nitrógeno es vital para frenar el forzamiento radiativo y estabilizar el clima.
- Deforestación y degradación del bosque: erosionan la integridad de la biosfera, reducen sumideros de carbono y alteran climas locales, agravando sequías y olas de calor.
- Agricultura intensiva: motor de la pérdida de hábitat, consumo de agua dulce y exceso de nutrientes (nitrógeno y fósforo), que alimentan zonas muertas y afectan a la biodiversidad terrestre y marina. El informe propone pasar a indicadores de superávit y abordar ineficiencias en el uso de fertilizantes.
- Entidades novedosas: la producción y liberación de miles de químicos y plásticos no testados suficientes crea riesgos sistémicos por efectos combinados y persistencia en el medio.
- Acuíferos y caudales forzados: la expansión de regadíos, usos industriales y domésticos, junto con el calentamiento global, desestabiliza el ciclo del agua y amplifica extremos.
La lección de fondo es sistémica, ya que un problema rara vez viene solo. El calentamiento amplifica sequías. Estas, a su vez, favorecen incendios y pérdida de bosques. La pérdida de bosques reduce sumideros de carbono … y el círculo se retroalimenta.
5. De la urgencia a la acción: palancas de alto impacto
Para volver al espacio operativo seguro necesitamos acelerar en varias direcciones a la vez, priorizando acciones con beneficios entre límites:
- Descarbonización profunda y rápida: Eliminar gradualmente los combustibles fósiles, electrificar usos finales, desplegar renovables, eficiencia y gestión de la demanda. Reducir metano y N₂O del sector energético y agrícola aporta beneficios climáticos a corto plazo.
- Protección y restauración de la biosfera: Cero deforestación inmediata, restauración de ecosistemas, aumento de conectividad y calidad del bosque. Estas medidas refuerzan sumideros de carbono, biodiversidad y regulación hídrica.
- Transición agroalimentaria: Eficiencia de nutrientes, agricultura regenerativa, optimización de fertilizantes, reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos y fomento de dietas saludables y sostenibles. Objetivo: transformar el campo de emisores y contaminantes a restauradores de ciclos.
- Agua como columna vertebral de resiliencia: Gestión integrada de cuencas, protección de humedales, riego eficiente, recuperación de caudales ecológicos, planificación para extremos (inundaciones/sequías).
- Químicos y plásticos bajo control real: Evaluación previa a la comercialización, prohibición de sustancias de alta preocupación, economía circular del plástico y vigilancia de mezclas y exposición acumulativa.
- Gobernanza y métricas alineadas con límites: Incorporar indicadores de límites planetarios en normativas, presupuestos, impuestos y compras públicas; alinear la divulgación de riesgos corporativos con el riesgo sistémico; y fortalecer la cooperación internacional para evitar fugas y efectos rebote.
6. Conclusión: actuar a la velocidad de la ciencia
El chequeo médico de 2025 nos sitúa en la parte alta de la zona de peligro, acercándonos al alto riesgo con 7 de 9 límites transgredidos.
El mensaje es tan sobrio como esperanzador: la ventana para volver al espacio operativo seguro sigue abierta, gracias a la resiliencia aún presente en los sistemas biofísicos del planeta. Pero esa ventana se está cerrando rápido.
Desde ecointeligencia insistimos en un enfoque responsable en el que cada decisión que reduzca emisiones proteja la naturaleza, ahorre agua y nutrientes, o elimine químicos peligrosos no se vea como un gesto aislado, sino como una palanca que ayuda a recomponer la armonía del sistema Tierra.
Pensemos y actuemos de manera acertada y coordinada en pro de un bien común, pues, si tomamos ahora las decisiones correctas, un futuro dentro de los límites es no solamente posible, sino alcanzable.