¿Te has preguntado por qué, a veces, las personas más seguras de sus opiniones sobre cambio climático o energías renovables son las que menos conocimientos tienen? Este fenómeno tiene nombre: síndrome de Dunning-Kruger.

Entenderlo es clave para mejorar el debate público, combatir la desinformación y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Así, primero, vamos a entender en qué consiste el efecto Dunning-Kruger y, luego, cómo su influencia, agravada por las redes sociales, puede frenar la acción climática, desinformar sobre energías renovables y desacreditar avances como la movilidad eléctrica.
1. ¿Qué es el síndrome de Dunning-Kruger y cómo nos afecta?
El síndrome de Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que hace que personas con bajo conocimiento en un área sobreestimen su competencia. Es decir, cuanto menos saben sobre un tema, más creen saber.
Este efecto fue descrito por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger en 1999 tras una serie de estudios pioneros. Encontraron que quienes menos habilidades tenían en una tarea (desde razonamiento lógico hasta gramática) eran los más confiados en sus habilidades.
En temas tan complejos como el cambio climático o las tecnologías sostenibles, este sesgo se traduce en que voces poco expertas, pero muy seguras de sí mismas, dominan el debate y dificultan la adopción de soluciones basadas en evidencia.
2. Cómo el síndrome de Dunning-Kruger impacta la lucha contra el cambio climático
2.1 Negacionistas virales y desinformación en redes sociales
Un caso mediático ha sido el del psicólogo canadiense Jordan Peterson que afirmó en el popular podcast de Joe Rogan que no existe el clima, atacando la credibilidad de los modelos climáticos. Sin formación en climatología, sus declaraciones desinformadas pero seguras fueron vistas por millones de personas.
Expertos como Michael E. Mann refutaron rápidamente sus ideas, pero el daño ya estaba hecho: parte del público empezó a desconfiar de la ciencia climática basándose en opiniones erróneas.
Impacto: La difusión masiva de ideas falsas retrasa el consenso y la acción climática urgente
2.2 Teorías conspirativas sobre fenómenos meteorológicos extremos
Durante las olas de calor e inundaciones de 2023, proliferaron en redes sociales teorías sobre chemtrails como responsables de sequías e inundaciones. Estas explicaciones, difundidas sin pruebas por usuarios no expertos, desviaron el foco del verdadero problema: el calentamiento global.
Impacto: Se siembra desconfianza y se debilita la atención hacia soluciones reales
3. El efecto Dunning-Kruger en el rechazo a las energías renovables
3.1 Acusaciones falsas: ¿Los parques eólicos provocan incendios?
En España, 2023 fue testigo de un bulo: los incendios forestales se atribuían a intereses de la industria eólica. Sin base legal o ambiental, esta narrativa fue amplificada por usuarios que desconocían las leyes sobre la protección de terrenos incendiado.
Impacto: Esta desinformación genera rechazo social hacia los proyectos de energías limpias, fundamentales en la lucha contra el cambio climático

3.2 Movimientos antirrenovables organizados en redes
Estudios recientes revelan que redes de cuentas que difunden con asiduidad mensajes falsos sobre las energías renovables como la energía eólica destruye la fauna o las placas solares son un fraude. Estas narrativas simplistas y erróneas ganan terreno en redes.
Impacto: Se polariza la opinión pública y se dificulta el avance de la transición energética
4. ¿Movilidad eléctrica bajo ataque? Mitos alimentados por la ignorancia
4.1 Los coches eléctricos contaminan más que los de gasoil: un comentario sin base
En 2023, un famoso periodista español afirmó que los coches eléctricos contaminan mil veces más que los de combustión. Sin embargo, estudios científicos desmienten categóricamente esa idea: los vehículos eléctricos tienen una huella de carbono mucho menor en su ciclo de vida.
Impacto: Mensajes alarmistas sin fundamento frenan la adopción de tecnologías más limpias
4.2 Bulos visuales: incendios y explosiones de coches eléctricos
Videos de incendios de vehículos, erróneamente atribuidos a coches eléctricos, se viralizaron en 2023. La mayoría correspondían a accidentes de vehículos a gasolina o a montajes manipulados.
Impacto: Estos bulos crean miedo infundado y pueden retrasar la electrificación del transporte, vital para reducir emisiones.
5. ¿Reciclar ya es suficiente? Cómo el efecto Dunning-Kruger distorsiona la economía circular
5.1 Desmotivar al ciudadano desprestigiando la economía circular
Un ejemplo claro es el auge de vídeos en redes sociales donde se acusa al reciclaje de ser una estafa. En 2022, un creador de contenido viralizó un clip mostrando residuos separados mezclándose en una planta de tratamiento, concluyendo que todo termina en el vertedero. Sin aportar contexto, su tono de certeza alimentó la idea de que reciclar no sirve para nada.
La realidad es distinta: expertos en gestión de residuos explicaron que no todo el material separado es reciclable si está mal clasificado o contaminado. Aun así, el vídeo logró millones de visualizaciones y desmotivó a muchas personas bien intencionadas.
Impacto: se fomenta el escepticismo ciudadano y se debilita la participación en programas de reciclaje, justo cuando la economía circular necesita más apoyo que nunca
5.2 Confundir el fin con los medios para reducir la importancia de la economía circular
Otra muestra del Dunning-Kruger es cuando se presenta la economía circular como reciclar más, ignorando su complejidad. En realidad, la economía circular implica repensar el modelo económico completo para eliminar residuos desde el diseño, priorizando:
- La reducción del consumo de recursos
- La reutilización y reparación de productos
- El diseño circular que facilita su desmontaje y recuperación
Pese a ello, muchas personas (y hasta algunas campañas institucionales) siguen enfocando la narrativa en reciclar más como solución definitiva. Esta visión simplista y parcial es cómoda, pero inexacta.
Impacto: se sobrevaloran acciones de bajo impacto mientras se ignoran medidas transformadoras

Reflexión final: La importancia del pensamiento crítico y la educación ambiental
El síndrome de Dunning-Kruger pone en peligro nuestra capacidad para tomar decisiones informadas sobre sostenibilidad. En la era digital, donde la información circula sin filtros, es fundamental:
- Fomentar el pensamiento crítico: Antes de creer una afirmación viral, preguntémonos: ¿quién lo dice? ¿qué formación tiene? ¿hay evidencia?
- Invertir en educación ambiental: Una ciudadanía informada es más resistente a los bulos.
- Consultar a expertos acreditados: En temas complejos, escuchemos a quienes tienen conocimientos contrastados.
- Combatir la desinformación: Apoyemos medios fiables y divulgadores comprometidos con la verdad.
Solamente reforzando estos valores podremos derribar las barreras que el síndrome de Dunning-Kruger levanta frente al avance hacia un estilo de vida más sostenible.