Green Friday: alternativa sostenible al Black Friday

El Black Friday, celebrado el último viernes de noviembre, se ha consolidado como una de las fechas más destacadas en el calendario comercial global, y, durante este día, millones de consumidores se lanzan a la búsqueda de ofertas y descuentos, generando un incremento significativo en las ventas tanto en tiendas físicas como en plataformas en línea.

GreenFriday, como alternativa al BlackFriday, busca promover un consumo más consciente y sostenible, invitando al consumidor a reflexionar

Por ejemplo, en 2023, las ventas en línea durante el Black Friday (Viernes Negro) alcanzaron los 9.800 millones de dólares en Estados Unidos, marcando un aumento del 7,5% respecto al año anterior. En Europa y en el resto del mundo las cifras y porcentajes son similares.

Sin embargo, este desbocado frenesí de consumo ha suscitado preocupaciones sobre sus implicaciones ambientales y sociales, ya que el modelo de consumo promovido por eventos como el Black Friday fomenta la adquisición masiva de productos, a menudo innecesarios, lo que contribuye al agotamiento de recursos naturales y al incremento de residuos.

En respuesta a estas preocupaciones, ha surgido el Green Friday (Viernes Verde), una iniciativa que promueve un consumo más consciente y sostenible, invitando a los consumidores a reflexionar sobre sus hábitos de compra, priorizando la calidad sobre la cantidad y considerando el impacto ambiental de sus decisiones.

El Green Friday no se opone al consumo en sí, sino que aboga por una transformación en la manera en que consumimos, fomentando prácticas responsables

La situación actual invita a reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones de compra, pues al priorizar la calidad sobre la cantidad y considerar el ciclo de vida completo de los productos, es posible tomar decisiones más informadas y responsables, lo que nos puede llevar a valorar bienes duraderos y funcionales en lugar de productos desechables o de corta vida útil, siendo un paso clave hacia un consumo más consciente.

Las empresas también tienen un papel crucial en este cambio de paradigma, ya que, adoptando prácticas sostenibles en las cadenas de producción y distribución, reduciendo el uso de materiales no reciclables y optimizando la logística para minimizar las emisiones pueden acercarse a un modelo de negocio más sostenible.

También los consumidores pueden incentivar estas prácticas apoyando a empresas comprometidas con el medio ambiente

Los gobiernos y las instituciones deben promover cambios a gran escala, estableciendo regulaciones que incentiven la producción sostenible, penalizando prácticas contaminantes y educando a la población sobre el consumo responsable, siendo ejemplos de medidas que pueden acelerar la transición hacia una economía más equilibrada.

En el ámbito individual, cada persona puede contribuir adoptando hábitos más conscientes cuestionándonos, antes de realizar una compra, si el producto es realmente necesario, si existe una alternativa más sostenible o si es posible adquirirlo de segunda mano, lo que nos lleva a un cambio de mentalidad esencial para reducir el consumismo y sus efectos negativos.

El concepto de decrecimiento se alinea con los principios del #GreenFriday, y, lejos de ser una propuesta política, reconoce la necesidad de reducir la producción y el consumo en sociedades que han sobrepasado los límites ecológicos del Planeta.

Este enfoque busca reorganizar la sociedad para garantizar el bienestar de todas las personas y especies, promoviendo la equidad y la sostenibilidad. Implica vivir con menos recursos, pero de manera más plena, priorizando la calidad de vida y la justicia social.

La alimentación es un área clave donde se puede aplicar el decrecimiento. Optar por productos de proximidad, de temporada y ecológicos no sólo reduce la huella de carbono, sino que también apoya a los productores locales y promueve la biodiversidad.

En el ámbito de la movilidad, elegir el transporte público, la bicicleta o el coche compartido contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a mejorar la calidad del aire en las ciudades.

En cuanto al consumo de energía, apostar por un autoconsumo basado en energías renovables y adoptar hábitos de eficiencia energética en el hogar son pasos fundamentales hacia un modelo energético sostenible.

Es importante destacar que el cambio hacia un consumo responsable no puede recaer únicamente en las decisiones individuales, requiriéndose acciones colectivas y políticas públicas que faciliten y promuevan prácticas sostenibles.

Las organizaciones locales y las estrategias comunitarias, como los huertos urbanos o las cosotecas, son herramientas efectivas para fomentar un consumo responsable y fortalecer el tejido social, permitiendo estas iniciativas ser más resilientes y autosuficientes, reduciendo la dependencia de sistemas de producción y consumo que se están mostrando como insostenibles.

El decrecimiento no implica una renuncia al bienestar, sino una redefinición de lo que entendemos por calidad de vida, pues propone un modelo donde el bienestar no se mide por la cantidad de bienes materiales que poseemos, sino por la calidad de nuestras relaciones, nuestra salud y nuestra conexión con el entorno natural.

En este sentido, es fundamental que los países desarrollados reduzcan su consumo excesivo para permitir que los países en desarrollo puedan crecer de manera equitativa y sostenible, respetando los límites planetarios.

En conclusión, el Green Friday y el decrecimiento nos invitan a replantear nuestros hábitos de consumo y a adoptar prácticas más sostenibles y equitativas.

Al reflexionar sobre nuestras decisiones diarias y participar en acciones colectivas, podemos contribuir a garantizar un futuro sostenible para todas las personas y especies que habitan nuestro Planeta.

Es un reto colectivo que requiere reorganizar nuestras prioridades como sociedad, promoviendo un modelo de desarrollo que respete los límites ecológicos y asegure el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene un comentario

  1. Veronica Gallardo

    Es inspirador ver cómo el Green Friday está ganando fuerza como alternativa consciente al consumismo del Black Friday. Apostar por un consumo responsable y sostenible es clave para reducir el impacto ambiental y fomentar prácticas más éticas.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.