El cambio climático es una amenaza cierta para nuestro bienestar

Ya son cada vez menos los que dudan que el cambio climático que padecemos es causado por el ser humano.

La evidencia científica es inequívoca y destaca al cambio climático como una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del Planeta

Este cambio está provocando una disrupción peligrosa y generalizada en la naturaleza y está afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, por lo que va a ser necesarios multiplicar los esfuerzos para mitigar los riesgos y adaptarnos al nuevo escenario de crisis climática.

Recientemente se ha publicado el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), titulado Cambio climático 2022: Impactos, adaptación y vulnerabilidad, en que se resalta que las personas y los ecosistemas que tienen la menor capacidad de respuesta son los más afectados.

Las medidas que se adopten en el presente determinarán la forma en que las personas se adaptarán y cómo la naturaleza responderá a los crecientes riesgos climáticos

En las próximas 2 décadas, el Planeta afrontará diversos peligros climáticos inevitables con un calentamiento global de 1,5 °C, con la previsión de que se supere temporalmente este nivel de calentamiento, generándose impactos graves adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles.

Se incrementarán los riesgos para la sociedad, en particular para la infraestructura y los asentamientos costeros de baja altitud.

El aumento de olas de calor, sequías e inundaciones ya ha superado los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, y ha provocado la mortalidad en masa de diversas especies, como árboles y corales.

Estos fenómenos meteorológicos extremos se producen de manera simultánea, lo cual genera impactos en cascada que resulta cada vez más difícil controlarlos.

Debido a estos fenómenos, millones de personas han quedado expuestas a una situación de falta de seguridad alimentaria e hídrica aguda, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico.

A fin de evitar una mayor pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, es preciso tomar urgentemente medidas ambiciosas de adaptación al cambio climático y, a la vez, lograr reducciones rápidas y pronunciadas de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

De acuerdo con este informe, los avances en materia de adaptación son dispares, y las brechas entre las medidas adoptadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos crecientes son cada vez más profundas, siendo estas brechas mayores entre las poblaciones de menores ingresos.

Existen varias opciones para adaptarse a un clima cambiante, ofreciéndose en este informe ideas sobre las posibilidades que la naturaleza ofrece para reducir los riesgos climáticos y, al mismo tiempo, mejorar la vida de las personas.

Los ecosistemas sanos son más resilientes al cambio climático y prestan servicios ecosistémicos indispensables para la vida, como el suministro de alimentos y agua limpia, por lo que al restaurar los ecosistemas degradados y conservar, con eficacia y equidad, entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, marinos y de agua dulce, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos acelerar los avances en la consecución del desarrollo sostenible, pero es fundamental contar con el apoyo financiero y político adecuado.

Entorno natural que rodea a los bosques: Río Jevero, Acebo, Cáceres, España

Científicos e investigadores señalan que el cambio climático interactúa con distintas tendencias mundiales, como el consumo insostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las desigualdades sociales, las pérdidas y daños provocados por los fenómenos extremos y la pandemia, lo cual pone en peligro el desarrollo futuro.

La salud, la vida y los medios de subsistencia de las personas, al igual que los bienes y las infraestructuras esenciales, incluidos los sistemas de energía y de transporte, se ven cada vez más perjudicados por los peligros derivados de las olas de calor, las tormentas, las sequías y las inundaciones, así como de los cambios de evolución lenta, por ejemplo, el aumento del nivel del mar.

Además, la creciente urbanización y el cambio climático, en conjunto, crean riesgos complejos, especialmente en aquellas ciudades que ya tienen un crecimiento urbano mal planificado, altos niveles de pobreza y desempleo, y una falta de servicios básicos.

No obstante, las ciudades también brindan oportunidades para la acción climática: la edificación sostenible, el suministro responsable de agua y las energías renovables, así como los sistemas de movilidad sostenible que conectan las zonas urbanas y rurales pueden contribuir a una sociedad más inclusiva y justa.

Hay cada vez más evidencias de medidas de adaptación que han causado consecuencias imprevistas, por ejemplo, se ha destruido la naturaleza, se ha puesto en peligro la vida de las personas o se han incrementado las emisiones de GEI.

Todo ello puede evitarse si todas las partes interesadas intervienen en la planificación, se presta la debida atención a la igualdad y la justicia, y se aprovechan los conocimientos indígenas y locales.

El cambio climático es un desafío mundial que requiere de soluciones locales, por este motivo, este trabajo proporciona información regional exhaustiva que facilita el desarrollo resiliente al clima.

El tranvía de Vitoria entre espacios verdes y sostenibles

Este desarrollo resiliente al clima ya representa un desafío con los niveles actuales de calentamiento, y será más limitado si el calentamiento global supera los 1,5 °C.

En algunas regiones, este desarrollo será imposible si el calentamiento global aumenta más de 2 °C, siendo esta conclusión una de las claves que pone de relieve la urgencia de aplicar la acción climática, con especial énfasis en la igualdad y la justicia.

La financiación adecuada, la transferencia de tecnologías, el compromiso político y las asociaciones incrementan la eficacia de la adaptación al cambio climático y la reducción de las emisiones.

Como resumen final, la evidencia científica es inequívoca y destaca al cambio climático como una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del Planeta, por lo que retrasar la puesta en marcha de una acción concertada a nivel mundial consumirá poco plazo que nos queda para asegurar un futuro digno y viable.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.