Zero Waste: Cómo generar menos residuos para una vida sostenible

Zero Waste hace referencias a aquellos productos, servicios y estrategias que dejan cero residuos después de cumplir su función, es decir, aquellos que son respetuosos con medio ambiente y no aumentan la terrible huella ecológica que la sociedad moderna está dejando en el planeta Tierra

Zero Waste nos ayuda a llevar un estilo de vida sostenible

Zero Waste (Residuo Cero o Desperdicio Cero) se ha convertido en un movimiento ecologista que apuesta por la generación de menos residuos utilizando productos reutilizables o biodegradables. Esta iniciativa ha sido muy bien acogida por empresas y consumidores, de hecho, cada vez hay más Productos zero waste en el mercado enfocados a seguir esta corriente. Esta filosofía se puede llevar a cabo sin cambiar los hábitos de vida actuales, está pensada para colaborar activamente a generar menos basura en cada una de las acciones y consumos que tienen las personas. Fundamentalmente, se trata de evitar los envases, los empaques y los utensilios desechables, sustituyéndolos por productos reutilizables de calidad que sean respetuosos con el medio ambiente.

La filosofía zero waste

El agotamiento de los recursos naturales, la contaminación ambiental y el cambio climático son algunos de los grandes problemas al que se enfrentan los ciudadanos del siglo XXI. La economía circular, el reciclaje y el desarrollo sostenible son esenciales para frenar esta situación antes de llegar a lo que los expertos llaman el punto de no retorno.

Una situación que llegará cuando ya no haya nada que hacer para salvar al planeta.  Para evitar ese momento, cada ciudadano puede contribuir activamente cambiando sus hábitos, sin depender de los poderes gubernamentales y económicos que parecen no ser conscientes aún de la magnitud de este terrible problema.

Una de las iniciativas que cobra cada vez más fuerza se llama Zero Waste. La filosofía de este movimiento es rechazar aquello que no se necesitaespecialmente los productos de plástico. Del mismo modo, trata de reducir la cantidad de cosas que se tienen, reutilizar los productos para darles una segunda oportunidad, comprar de segunda mano y vender lo que ya no se necesita. En definitiva, reciclar aquellos que no es posible rechazar, reducir o reutilizar y descomponer o compostar.

Origen de Zero Waste

Bea Johnson, una mujer de California (Estados Unidos), está considerada la impulsora del movimiento Zero Waste. En 1985, tomó la determinación de dejar a sus hijos un lugar mejor donde vivir. Para conseguirlo, su objetivo fue que todos los residuos que generara su familia de 4 miembros cupiesen en un bote de 200 mililitros. Las normas establecidas para conseguirlo se llamaron las cinco erres y son las siguientes: Refuse (rechazar), Reduce (reducir), Reuse (reutilizar), Recycle (reciclar) y Rot (descomponer). El objetivo de todas ellas era reducir el consumo y los residuos que se generan.

Las cinco Erres

Como se ha visto con anterioridad, el lema del movimiento Zero Waste se basa en el cumplimiento de las cinco Erres, que se van a revisar a continuación.

Refuse (rechazar): Esta la primera norma. Muchas cosas que se tienen no son necesarias y, de hecho, muchas veces no se es consciente de cómo han llegado. Por este motivo, el primer paso para seguir esta filosofía es rechazar todo lo que no se necesita o puede ser sustituido por algo más sostenible. Ejemplos de la vida diaria son la propaganda, las bolsas de plástico, la pajita de plástico para las bebidas…

Reduce (reducir): Es indudable que a mayor número de cosas que se tienen, mayor es el volumen de la basura que se genera. Hay que observar el entorno y quedarse únicamente con aquello que se necesita realmente. Como dice la propia Bea Johnson: Se trata de llevar una existencia basada en SER en lugar de TENER. Así mismo, a la hora de deshacerse de cosas, se debe pensar en darle una segunda vida, a través de la donación, los mercadillos de segunda mano…

Reuse (reutilizar): Es necesario huir a toda costa de los productos de un solo uso, hay muchas alternativas sostenibles, tan solo se trata de encontrarlas y adaptarlas a las propias necesidades. Un claro ejemplo son las botellas de acero inoxidable para rellenar de agua en lugar de comprar botellas de plástico de un solo uso. Sin embargo, estas acciones se pueden extender a realizar la compra a granel sin utilizar bolsas de plástico, sino de tela, o botes de vidrio.  

Del mismo modo, hay que reparar lo que se rompa en lugar de tirarlo y comprar otro, alargando la vida útil de lo que se posee.

Recycle (reciclar): Una vez aplicadas todas las reglas anteriores, llega el momento de reciclar de manera responsable los residuos que aún se generen. Es decir, dividir y clasificar los componentes de los aparatos que ya no se usan y llevarlos al lugar adecuado, aquel que los utilicen de forma eficiente en la regeneración de la materia prima.

Rot (compostar): Los desperdicios orgánicos son inevitables, pero no por este motivo deben convertirse en basura. Una buena alternativa es el compostaje en casa, que si lugar a dudas es la manera la forma más respetuosa con el medio ambiente de deshacerse de estos residuos. Hay que entender que nada orgánico es basura, de manera ordenada y sabiendo como, es alimento para la tierra.


Este movimiento basado en las 5 Erres de Bea Johnson, desde sus inicios, no hizo más que crecer e ir sumando adeptos. En 2013, esta activista publicó Zero Waste Home: The Ultimate Guide to Simplifying your Life by Reducing your Waste. Este libro ofrece a sus lectores estrategias para reducir al máximo los residuos que se generan en un hogar. Ha sido traducido a 27 idiomas y se ha convertido en un bestseller internacional que ha ayudado a difundir el concepto de Zero Waste.

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