Cultiva tu huerto, alegra tu vida

Pequeñas hortalizas en tu huerto urbano

Ya sea por entrar en contacto con la naturaleza, tener una afición saludable, recuperar sabores olvidados, fomentar el consumo responsable, o simplemente, ahorrar algo de dinero, cada vez somos más los que nos animamos a cultivar nuestras propias frutas, verduras y hortalizas en la ciudad.

Si todavía no has comenzado a cultivar, quizás lo veas poco asequible para un urbanita, y te preguntes qué es lo que necesitas para trabajar tu propio huerto. Para empezar no necesitas tener una ni una zona grande, ni un terreno. Una opción muy extendida y que nosotros practicamos es la del microhuerto. Consiste en plantar en macetas, tablas de cultivo, cajoneras e incluso aprovechar el espacio disponible en la pared con lo que conoce como huerto vertical. Necesitarás que la luz del sol incida de forma directa sobre las plantas el mayor tiempo posible, algo de agua y mucho amor.

Panochort es un microhuerto urbano en formato vertical

La agricultura urbana es un fenómeno en alza porque ayuda a mejorar la vida de las personas y las mantiene ocupadas

Pero ¿qué nos puede ofrecer el tener un huerto urbano?

Alimentos sanos al alcance de la mano

Sin duda lo primero que nos viene a mente. Después de un tiempo y algo de dedicación, dispondrás de una fuente de frutas y hortalizas producidas por ti, ecológicas en la mayoría de los casos,  y que puedes compartir entre familiares y amigos.  Volverás a encontrar sabores olvidados en estos alimentos.

Cuida tu mente

Sin darte cuenta inicialmente, trabajarás un sistema complejo de organismos vivos, del que serás responsable de diseñarlo, organizarlo y mantenerlo. Los resultados, como viene siendo habitual en la gestión de un sistema, irán en función de tus conocimientos, tu interés y el sacrificio que le dediques. El sentido de la responsabilidad que se necesita resulta muy interesante si cuidas de tu huerto urbano con niños, ya que es una excelente actividad que se puede compartir con ellos, cuidándolo y recogiendo los frutos del trabajo.

Cuida el Medio Ambiente

Tu huerto urbano fomenta la conciencia ecológica ya que puedes dar un primer paso en el mundo de la agricultura orgánica ó ecológica, para luego seguir avanzando en planteamientos ecointeligentes como puede ser la permacultura.

También puedes trabajar en el reciclaje de los residuos, fabricando tu propio abono con restos orgánicos, en la conservación de los espacios comunes y en la convivencia, si te unes a un huerto urbano compartido. Esta opción que se está extendiendo, propicia que los implicados deben mantener cuidado el huerto, respetar las instalaciones comunes y compartir las salidas de agua.

Los huertos urbanos de mayor extensión ayudan a recuperar zonas verdes y a mitigar la acumulación del calor en las ciudades

Aumenta tus conocimientos

Observarás cuando planifiques tu huerto para la siguiente temporada que será mejor que el de este año. Y esta afirmación se basa sencillamente en el hecho de la experiencia que adquirimos mediante el ensayo y el error. Cuando algo sale mal en tu huerto sueles estudiar las causas y posibles soluciones. Esto te obliga a adentrarte en el problema y en ampliar tus conocimientos en este dominio. Otra práctica bastante extendida es compartir tus experiencias en foros (Internet es muy útil para esto), lo que te enriquece en muchos aspectos. Aprenderás cuestiones como la rotación de los cultivos y a aprovechar todo el abanico de posibilidades que te ofrece un huerto.

Las plantas aromáticas, una buena opción para tu huerto urbano

El gusto por el trabajo bien hecho

Después de todo lo comentado, lo habitual es que puedas disfrutar del placer de un trabajo bien hecho, es muy gratificante. Te alimentas de lo que produces, adquieres responsabilidades y conocimientos y contribuyes al cuidado del Medio Ambiente. Y es que todo suma. Tienes a tu alcance alimentos sanos, que no tienes que adquirir y que cultivas empleando pocos recursos. Ganas en tiempo para ti y los tuyos, con los que puedes compartir una afición. Te relajas con un trabajo físico y mental. Compartes y asumes responsabilidades. Contribuyes al cuidado medioambiental reduciendo la generación de residuos y fomentando la sostenibilidad en las personas que te rodean.  Temporada tras temporada irás adquiriendo experiencia y conocimiento en el cultivo de huertos ecológicos. Ciertamente, es una dedicación muy satisfactoria.

Estas son algunas razones, las suficientes como para que te animes a incorporar esta afición a tu estilo de vida saludable, o que continúes con más ahínco si ya disfrutas de este tipo de práctica ecointeligente.

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