¿Es posible una sociedad que cuide la naturaleza?

Desde hace unos años nos enfrentamos ya a 2 emergencias interrelacionadas y provocadas por el ser humano: la climática y la de pérdida de biodiversidad, que amenazan el bienestar de las generaciones actuales y venideras.

El Planeta está en medio de una profunda crisis de cambio climático y de pérdida de biodiversidad, y que es nuestra última oportunidad para actuar, una acción que debe ir más más allá de la conservación de nuestro entorno

Dado que nuestro futuro depende por completo de la biodiversidad y de la estabilidad climática, es fundamental que comprendamos bien las conexiones entre el deterioro de la naturaleza y el cambio climático.

En este sentido, la edición del Informe Planeta Vivo 2022 realizado por WWF gira en torno a la naturaleza de dichas conexiones, a sus repercusiones para las personas y la biodiversidad y a la construcción de un futuro positivo, justo y sostenible.

Debemos ser conscientes de que no existen soluciones universales para abordar estos desafíos complejos e interrelacionados, ni tampoco una única fuente de conocimientos, lo que obliga a reunir una gran variedad de datos procedentes de diversas fuentes de conocimientos de todo el mundo.

Empezando con los hallazgos de este estudio, el cambio de uso del suelo sigue siendo actualmente la mayor amenaza para la naturaleza, pues se destruyen o fragmentan los hábitats naturales de muchas especies de flora y fauna terrestres, de agua dulce y marinas.

No obstante, si no somos capaces de limitar el calentamiento a 1,5°C, lo más probable es que el cambio climático se convierta en la principal causa de pérdida de biodiversidad en las próximas décadas.

El ascenso de las temperaturas ya está impulsando fenómenos sumamente mortíferos y las primeras extinciones de especies enteras, estimándose que por cada grado de calentamiento aumente dichas pérdidas y su impacto en las personas.

Los indicadores de biodiversidad nos ayudan a comprender cómo va cambiando nuestro mundo natural con el paso del tiempo

El Índice Planeta Vivo, después de casi 50 años vigilando la salud de la naturaleza, se puede considerar que constituye un buen indicador de alerta temprana, pues lleva a cabo un seguimiento de la abundancia de mamíferos, reptiles, aves y anfibios en todo el mundo.

El ascenso de las temperaturas ya está impulsando fenómenos sumamente mortíferos y las primeras extinciones de especies enteras, estimándose que por cada grado de calentamiento aumente dichas pérdidas y su impacto en las personas

Así, los datos más recientes muestran un descenso medio del 69% en la abundancia poblacional relativa de especies animales de todo el planeta entre 1970 y 2018.

Latinoamérica registra el mayor declive regional de la abundancia poblacional media (94%) y, en cuanto a especies, las poblaciones de agua dulce muestran un mayor descenso general a nivel mundial (83%).

Gracias a las nuevas técnicas de análisis cartográfico se puede generar una imagen más completa tanto de la velocidad como de la escala de los cambios en la biodiversidad y el clima.

Por ejemplo, se disponen de nuevos mapas de riesgo para la biodiversidad generados para el segundo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado en febrero de 2022.

También es relevante el análisis disponible basado en datos de la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que nos permite superponer las 6 amenazas principales (agricultura, sobreexplotación, tala de árboles, contaminación, especies invasoras y cambio climático) dando lugar a los puntos calientes de amenazas de los vertebrados terrestres.

Con el fin de imaginar un futuro en el que puedan prosperar tanto las personas como la naturaleza, se disponen de proyecciones y modelos que permiten visualizar la manera de abordar de la manera más eficaz la pérdida de la biodiversidad en una serie de escenarios climáticos y de desarrollo diferentes.

Ahora los investigadores están examinando nuevos enfoques, como la integración de la equidad y la justicia, lo que nos podría ayudar a centrarnos más en las grandes acciones urgentes y necesarias para cambiar el rumbo de la supuesta normalidad que estamos viviendo.

Este tipo de información nos debe permitir, como sociedad, poner en práctica la teoría para provocar un cambio transformador que marque un antes y un después a todos los niveles, desde cómo producimos y consumimos, pasando por la tecnología que usamos y finalizando en cómo gestionamos nuestros sistemas económicos y financieros.

Impulsar este cambio equivale a pasar de hablar de metas y objetivos a hacerlo de valores y derechos, tanto en la concepción de políticas como en la vida cotidiana

Para avanzar en esta propuesta disruptiva, la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció en 2022 que todas las personas, en cualquier lugar, tienen derecho a vivir en un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, lo cual significa que respetar esta premisa ya no es una opción para quienes ejercen el poder, sino una obligación.

Aunque no es jurídicamente vinculante, se espera que la resolución de la ONU acelere la acción, al igual que ocurrió con resoluciones anteriores sobre el derecho al agua (2010), que precipitaron los avances en el suministro de agua potable a millones de personas.

Queremos imaginar un futuro en el que puedan prosperar tanto las personas como la naturaleza

Como idea clave, tenemos que abrir las puertas a nuevos enfoques y soluciones a distintas escalas, que nos ayudarán a transitar urgentemente hacia un futuro sostenible en el que puedan prosperar tanto las personas (individuos y sociedad) como la naturaleza.

Para terminar, es importante insistir en que el Planeta está en medio de una profunda crisis de cambio climático y de pérdida de biodiversidad, y que es nuestra última oportunidad para actuar, una acción que debe ir más más allá de la conservación de nuestro entorno.

Un futuro positivo para la naturaleza necesita cambios transformadores en nuestro estilo de vida, que en la actualidad se ha demostrado insostenible.

Si quieres profundizar en este asunto, te recomendamos el informe de WWF titulado Informe Planeta Vivo 2022: Hacia una sociedad con la naturaleza en positivo de Almond, R.E.A.; Grooten M.; Juffe Bignoli, D. y Petersen, T., disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Y tú, ¿te sumas al cuidado de la naturaleza?

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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