En un momento en que la sensibilidad es alta en relación al gasto energético en los hogares y negocios, incorporar un aire acondicionado eficiente nos puede ayudar a ahorrar grandes cantidades de energía y a economizar en las facturas.
Sin embargo, hay estudios que indican que los productos relacionados con la climatización son los que se escogen con menos conocimiento en el momento de su compra.
Es muy frecuente que muchos usuarios únicamente se fijen en el precio de adquisición a la hora de elegir un aire acondicionado, sin tener en consideración su eficiencia energética y calidad, cuestiones que determinan la mayor parte de los costes a lo largo del ciclo de vida del aparato.
Entonces, ¿en qué nos tenemos que fijar para saber si un equipo es eficiente energéticamente y, por tanto, me ayuda a ahorrar?
Por suerte, tenemos a nuestra disposición varios indicadores y características que nos ayudan a elegir el mejor aire acondicionado.
En primer lugar tenemos los índices SEER (Seasonal Energy Effiency Ratio o escala de verano) y SCOP(Seasonal Coefficient of Performance o escala de invierno) que determinan el rendimiento de un equipo en modo refrigeración o calefacción, respectivamente.
SCOP y SEER son herederos de los parámetros COP y SEER, con la diferencia de que miden el rendimiento anual en unas condiciones de diferentes zonas climáticas (frías, templadas y cálidas), además del nivel sonoro.
Esto quiere decir, que SCOP y SEER son más útiles para realizar comparativas ya que calculan el funcionamiento de modo más real que el COP y SEER pues éstos únicamente miden la plena carga.
Y en función de estos índices, tenemos otra herramienta que nos ayuda a identificar un aire acondicionado eficiente, que es la etiqueta energética.
La Unión Europea ideó esta etiqueta energética con el objetivo de informar a los usuarios sobre el consumo energético del aire acondicionado en diferentes zonas climáticas y su nivel, definiendo una calificación que va desde la letra A la G, siendo la primera la más eficiente y la última, la que menos. Por tanto, la clasificación energética más alta corresponde a A+++.
Otra característica que nos ayuda a que nuestro futuro aparato de aire acondicionado consuma menos es que incorpore tecnología Inverter, que consigue que las máquinas sean capaces de trabajar a diferentes cargas parciales, ajustándose a las necesidades del momento y siendo aún más eficientes.
El aire acondicionado Inverter permite que, una vez alcanzada la temperatura deseada (o cuando la diferencia entre ésta y la real es pequeña), el compresor reduzca la velocidad porque no necesita tanta energía y, por consiguiente, consuma menos.
Lo último que le debemos pedir a un aire acondicionado eficiente es que disponga de tecnología reversible, que nos calienta en invierno y nos enfría en verano, y para ello debe tener también función de bomba de calor.
Las bombas de calor son uno de los sistemas más eficientes en relación con su rendimiento, lo que hace que este tipo de climatización sea más responsable con el medio ambiente en comparación con otras alternativas basadas en combustibles fósiles como derivado del petróleo o gas natural.
Teniendo en cuenta estas indicaciones y escogiendo una marca de reconocida calidad y que apueste por la sostenibilidad de nuestro estilo de vida, como puede ser Mitsubishi Electric, podemos disfrutar de equipos de alta tecnología con la mayor eficiencia energética que ayudan al Planeta y a la vez reduzcan nuestra factura energética de forma considerable. Además, su calculadora de consumo nos permite calcular el gasto anual de forma aproximada, únicamente introduciendo algunas variables.
En definitiva, como consumidores debemos considerar algo más que el precio para elegir un aparato de aire acondicionado, por lo que debemos informarnos y analizar las distintas opciones del mercado para decantarnos por las más sostenibles, eficientes y avanzadas tecnológicamente.
