Reutilizar supone volver a dar una vida útil a todos aquellos materiales, productos y bienes desechados. No importa si su uso será igual al anterior o si tendrán uno nuevo. Se trata de un concepto que, en términos globales, se sitúa por encima del reciclaje, ya que no conlleva gasto energético alguno. O, si lo tiene, es mínimo.
Pero, ¿cómo podemos reutilizar ciertos materiales que todos desechamos en casa a diario o, al menos, con cierta frecuencia? Sobre ello queremos hablar aquí proponiendo algunas buenas ideas.
Consejos e ideas
Muchas veces, para reutilizar materiales domésticos solo hace falta un poco de imaginación. Sin embargo, también es importante saber qué propiedades puede tener cada utensilio. Aquí van 5 ideas para comenzar a ponerlo en práctica:
- Echar los posos del café a las macetas. Sí, los restos de café que se quedan en la cafetera tras utilizarla pueden usarse como fertilizantes para el sustrato de las plantas. Además, debido a su textura, son ideales para conseguir que las raíces se agarren mejor a la tierra.
- Los cepillos de dientes viejos pueden transformarse en utensilios de limpieza y utilizarse en zonas del baño o de la cocina especialmente difíciles de limpiar. Hablamos, por ejemplo, de las juntas de los azulejos, donde los cepillos de dientes ya desechados son muy útiles para dejarlos relucientes.
- Botes de cristal para cultivar plantas. Existe cierta controversia acerca de si el vidrio es un material sostenible o no. Lo que está claro es que, llenándolos de sustrato, es posible cultivar en ellos fácilmente. Además, al permitir que se vean las raíces, se consigue un efecto muy interesante.
- Bolsas biodegradables. Todos las hemos visto en los supermercados y fruterías. Una vez utilizadas para llevar la compra hasta nuestro hogar, las podemos usar en el cubo de la basura. El beneficio que se obtiene es un impacto inferior sobre el medioambiente en comparación con el de las bolsas convencionales de plástico.
- Las anillas de las latas de refresco pueden convertirse en ‘joyas’. Solo necesitamos un buen adhesivo, hilo y un poco de imaginación para decorarlas. Es muy fácil transformarlas en pendientes o colgantes de lo más originales.
Prácticamente todo se puede reutilizar
Incluso las bolsitas de té pueden tener otra vida una vez utilizadas, por ejemplo, empleándolas para eliminar los malos olores del horno o de la nevera, así como para aliviar la picazón provocada por las picaduras de ciertos insectos y reducir las ojeras. Asimismo, los botes de vidrio mencionados anteriormente también resultan útiles para almacenar adecuadamente alimentos secos como, por ejemplo, el arroz o las lentejas.
Por otra parte, para continuar poniendo en práctica la regla de las Tres R dentro de casa, tampoco está de más que empecemos a usar el papel de periódico o de revistas para secar los cristales. También es útil como envoltorio ya que ayuda a conservar ciertos alimentos frescos durante más tiempo, como sucede con la lechuga. Incluso los elásticos de los calcetines viejos pueden usarse como coleteros para hombres y mujeres con el pelo largo.
En definitiva, reutilizar es tan importante o incluso más que reciclar. Por ello, es una de las primeras cosas que debemos inculcar a nuestros hijos. No hay duda de que la mejor manera de hacerlo es a partir de nuestro propio ejemplo, y estos consejos e ideas son ideales para conseguirlo.
