Hacia una gestión sostenible del residuo

Es parte de nuestro día a día. O, mejor dicho, de nuestras noches. Ya no reparamos en el sonido que nos indica que nuestro problema desaparece. Un poco de ruido, y la basura que hemos generado en nuestro hogar se irá lejos y ya no nos preocupará.
La recogida selectiva de residuos en primordial para el reciclaje
Con esta introducción hemos querido ejemplificar el sentimiento que tienen algunos ciudadanos frente a los residuos que generan. Consumimos, acumulamos los desperdicios, y el problema desaparece cuando el camión que recoge nuestra basura se la lleva lejos de nuestro barrio, acabando casi siempre en un vertedero donde le perdemos definitivamente la pista.
Y esto sucede todos los días, por lo que no nos paramos a pensar en el proceso que comprende la gestión de nuestros residuos sólidos. Pensamos que es el momento de recordarlo y repasar los procedimientos y los recursos que se ven involucrados en algo que se ha hecho transparente para la mayoría de nosotros.
Lo que conocemos como gestión de residuos sólidos urbanos comprende un recorrido que comienza como lo se denomina la prerrecogida.
Esta fase comprende las manipulaciones de residuos, separación, almacenamiento y procesamiento en origen, con la intención de concentrar a los residuos urbanos, pudiendo llegar a modificar algunas de sus características físicas con el objetivo de facilitar su recogida.
¿Cómo podemos conseguir que esta etapa sea más sostenible? Seguro que te suena el término de recogida selectiva, de gran importancia en nuestro consumo responsable, y permite la separación para el reciclaje de papel, cartón o cualquier clase de envase, como pueden ser latas de aluminio, botellas de vidrio o botellas de plástico.
Los contenedores son un medio extendido para la recogida de nuestra basura
Es la más cercana a nosotros como generadores de residuos y depende de nuestra colaboración para conseguir que estas fracciones tengan una buena calidad para su procesado y reciclado.
A continuación, viene la recogida, que es el momento en el que nosotros como ciudadanos perdemos de vista nuestra basura.

El método de recogida más extendido es el que se realiza por medio de vehículos y contenedores adaptados

¿Cómo podemos conseguir que esta etapa sea más sostenible? Cuando más responsables y ecointeligentes sean las empresas que participen en esta fase mayor será el incremento en calidad de vida de los vecinos: menos ruidos, menos olores y menos incidencias en la acumulación de los desperdicios.
En este sentido, lo interesante para las corporaciones que se ocupan de esta fase es contar con empresas como Contenur, líder en Europa en la fabricación de sistemas de contenerización para residuos sólidos urbanos. Hablamos de una compañía que integra todos los procesos de fabricación en un modelo de economía circular, garantizando el uso de material reciclado, la reciclabilidad al final de la vida útil de los productos y la utilización de un 100% de energía renovables en el proceso productivo.
Una vez tenemos toda nuestra basura separada y recogida por los vehículos, pasamos al transporte, etapa en la que se produce el traslado de los residuos hacia estaciones de transferencia, instalaciones en las que los residuos son almacenados de forma temporal y compactados para ser transportados con posterioridad a las zonas en los que serán tratados mediante vehículos con gran capacidad.
De ahí viajarán a las plantas de reciclado, clasificación o valorización energética y los vertederos.
Los camiones con turbinas de gas son menos contaminantes y sostenibles
¿Cómo podemos conseguir que esta etapa sea más sostenible? En este punto también hay mucho hueco para la sostenibilidad, ya que se están incorporando a las flotas de camiones recolectores, vehículos propulsados por gas que hacen que el impacto con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sea casi la mitad que en el caso de los propulsado por gasoil.
Y, como ya hemos dicho, la etapa final es cuando nuestros residuos están listos en las plantas que se van a ocupar de su transformación, de su valorización energética o de su eliminación.
Estas tres variantes entran en juego dependiendo de la naturaleza de los componentes de los residuos y de las posibilidades de la región en la que estos van a ser tratados finalmente.
¿Cómo podemos conseguir que esta etapa sea más sostenible? Si nos fijamos en el orden de estas posibilidades, apreciaremos que están ordenadas de más a menos sostenibles, por lo que, si conseguimos que entre la mayor cantidad posible en la variante previa, esta fase ganará en sostenibilidad.
Es decir, es preferible transformar componentes de los residuos para obtener nuevos productos con otras aplicaciones (compostaje y biometanización), que valorizar energéticamente con el único propósito de convertirlos en combustible con el que poder generar energía (gasificación, hidrogenación, pirólisis, oxidación y, en algunos casos, la incineración). La última opción debe ser su eliminación en el vertedero.

En España, la eliminación de los residuos en vertederos alcanza el 60%, aunque esta cifra está decreciendo por prácticas relacionadas con la economía circular

Europa está lanzando nueva legislación a este respecto que intenta dinamizar la gestión de residuos, persiguiendo de manera decidida los plásticos de un solo uso y apostando por el modelo circular como futuro para las economías de los socios comunitarios.
Pero, además, se busca incentivar e involucrar a los propios ciudadanos en hábitos responsables que lleven a una disminución en los residuos que generan, como un paso decidido en nuestro cambio a un estilo de vida sostenible.
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Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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