Los países participantes en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el clima (COP16/CMP6) que se ha celebrado en Cancún (México) han alcanzado este pasado fin de semana un acuerdo para desarrollar un fondo conjunto de 100.000 millones de dólares (unos 75.500 millones de euros) para el año 2020, destinado a la protección los bosques tropicales, así como al desarrollo de energías ecológicas.
El acuerdo ha sido firmado a pesar del rechazo expresado por Bolivia, que entiende que los objetivos alcanzados en la cumbre distan de exigir a los países desarrollados los sacrificios necesarios para recortar sus emisiones de gases contaminantes hasta un nivel aceptable. La oposición de Bolivia no ha impedido la firma de la declaración de objetivos, ya que el consenso no tiene por qué ser unánime.
El acuerdo, no obstante, se limita a recomendar la puesta en marcha de nuevas negociaciones para ampliar el Protocolo de Kioto, que actualmente obliga a 40 países ricos a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2012.
Japón, Rusia y Canadá han dicho que no se extenderá el Protocolo de Kioto y en su lugar están insistiendo en un tratado nuevo y más amplio de las Naciones Unidas en los próximos años que incluya objetivos de emisiones vinculantes para otros países, incluidos China, Estados Unidos e India.
Por lo demás, los más de 190 países firmantes se comprometen a contribuir al desarrollo de tecnologías ecológicas en países en vías de desarrollo con vistas a su perfeccionamiento en la cumbre del año próximo en Durban (Sudáfrica).
Este es un resumen de los acuerdos logrados:
- Se crea un Fondo Verde Climático (GCF) dentro de la Convención Marco que contará con un consejo con veinticuatro países miembros. Un fideicomisario que en un primer momento sería el Banco Mundial (BM) rendirá cuentas al consejo. Será diseñado por un comité de transición que formarán 40 países, quince de ellos países desarrollados y 25, menos avanzados.
- Se incorpora el compromiso de proporcionar 30.000 millones de dólares de financiación rápida para el período 2008-2012 (fast start). Se reconoce la necesidad de «movilizar 100.000 millones de dólares por año a partir de 2020 para atender las necesidades de los países en desarrollo».
- Los países acuerdan «elevar el nivel de ambición en la reducción de emisiones» de gases causantes del efecto invernadero (GEI), y propone que los países con vínculo jurídico con ese protocolo deberían «en 2020 reducir sus emisiones en un rango entre el 25 y el 40% en relación a los niveles de 1990».
- En mitigación los países decidieron aplazar la decisión sobre si habrá o no una segunda fase del Protocolo de Kioto. El documento final pide adoptar «tan pronto como sea posible» una decisión sobre compromisos para una segunda fase para «garantizar que no haya una brecha entre el primer y el segundo período de compromisos».
- Cancún incorpora los compromisos de todos los países en materia de reducción de emisiones al proceso de negociaciones de Naciones Unidas, lo que vincula el Acuerdo de Copenhague a la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC).
- En adaptación los países acuerdan que ésta «debe ser atendida con la misma prioridad que la mitigación» y que necesita «requerimientos institucionales apropiados para mejorar las acciones y apoyos en adaptación».
- Se decidió crear un Marco de Adaptación que pretende potenciar el modo en que se hace frente a los desastres naturales desde la Convención Marco, así como un Comité de Adaptación que proporcionará apoyo técnico y que recibirá sugerencias de los países hasta el 21 de febrero de 2011.
- El texto incluye en la Convención la decisión tomada hace un año que establecía una meta climática de un aumento de 2 grados centígrados respecto a niveles preindustriales para el presente siglo. Sin embargo, establece «la necesidad de considerar» el fortalecimiento del objetivo global a largo plazo a la luz de la evidencia científica, incluida la posibilidad de bajarla a 1,5 grados.
- También se alcanzó un compromiso para que «lo antes posible» se fije una fecha para establecer un máximo de emisiones, misma que se pondrá a consideración de la próxima Conferencia climática de Durban de 2011.
- En transparencia los países decidieron que las acciones de mitigación con apoyo internacional serán sometidas a medición, reporte y verificación (MRV) «doméstica» e «internacionalmente». Además habrá Consultas y Análisis Internacional (ICA) «de manera no intrusiva, ni punitiva, y respetuosa de la soberanía nacional» que realizarán expertos.
- En cuanto al mecanismo de reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques (REDD, en inglés) el acuerdo establece que habrá actividades en ambas áreas, para conservar los bosques desarrolladas en fases. El texto señala que habría que «explorar opciones financiación» para posibilitar el desarrollo de REDD.
- Se especifica que se tomarán en cuenta las provisiones de la Declaración de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, de 2007 para el programa REDD.
- Se establece un mecanismo de tecnología así como una Red y un Centro de Tecnología Climática encargado de identificar la tecnología más adecuada que podría ser proporcionada a los países que la requieran.
Teniendo en cuenta las pocas esperanzas depositadas en la cumbre, los expertos participantes consideran positivos los acuerdos alcanzados. «Las modestas expectativas han dado paso a resultados prometedores, ya que la cumbre de Cancún ha terminado con nuevo, pero frágil, acuerdo climático internacional», resumió la directora de los programas energéticos del World Resources Institute (WRI), Jennifer Morgan.
EE UU se da por satisfecha con cómo queda reflejada la transparencia que exigía en la reducción de emisiones de China. Habrá consultas internacionales pero no serán «ni intrusivas, ni punitivas y respetarán la soberanía nacional». Si el texto sale adelante, solo habrá consulta internacional obligatoria si las emisiones se reducen con dinero internacional. Para los países en desarrollo que limiten sus emisiones sin dinero del primer mundo -China ha dicho en alguna ocasión que no lo necesita- esa obligación de información se reduce y se convierte en una opción.
Los ecologistas han mostrado su satisfacción porque el texto incluye alusiones a la gravedad del calentamiento y alude a la reducción de emisiones que pide el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Esta mención es muy significativa de lo despacio que avanza la negociación. En la Cumbre de Bali, de 2007, la UE insistió en que se incluyera el rango de reducción de emisiones (entre el 25% y el 40%) para los países desarrollados que pedía el IPCC. La oposición de la Administración de George Bush dejó el texto en un pie de página. Ahora, tres años después, el IPCC sale del pie de página y pasa al texto del acuerdo.
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