Phileas y el concepto BRT

“Tranvía sobre ruedas de caucho”, así es como llaman sus creadores al que puede ser uno de los protagonistas del transporte urbano del futuro.
El Phileas es un prototipo de la movilidad del futuro y nos introduce de lleno en el concepto BRT ó Autobús de Tránsito Rápido (Bus Rapid Transit) y que describiremos más adelante.
La alta capacidad de transporte del Phileas le permite acoger hasta 200 pasajeros en la versión de 26 metros, sobre la base de seis personas por metro cuadrado. Presenta piso bajo en toda su extensión y puertas a ambos lados del vehículo, favoreciendo así la accesibilidad. Entre las opciones de propulsión propuestas encontramos: una versión híbrida en paralelo con el motor diésel, otra 100% eléctrica para aquellas ciudades que así lo requieran, y quizás la más interesante, una apoyada en un sistema híbrido de pila de combustible de hidrógeno, mediante baterías y súpercondensadores.

Gran capacidad, seguridad, respeto al medio ambiente, futurista y flexible, son algunas de las cualidades que describen al Phileas

A finales de 2008 se dio la luz verde para el desarrollo y el suministro de un total de 4 vehículos Phileas equipados con pila de combustible de hidrógeno y que circularán en Ámsterdam (Holanda) y Colonia (Alemania). Se trata del primer vehículo propulsado por hidrogeno con una longitud de 18 metros, ya que hasta la fecha no se habían superado los 13,5 metros con este planteamiento.

Los vehículos propulsados por motores de hidrógeno pueden calificarse de vehículos de cero emisiones

Entendemos como BRT un sistema de transporte público basado en autobuses de alta capacidad, orientado al usuario, que ofrece movilidad urbana rápida, cómoda y a bajo coste.
En la actualidad debido a la masificación de la circulación de automóviles privados, el transporte en autobús suele tener bajos niveles de aceptación. Los servicios que dan suelen ser poco fiables, puntuales y seguros, inclinándose las autoridades públicas por alternativas costosas como el Metro. Se ha demostrado que es posible encontrar un punto intermedio entre el servicio deficiente y las inversiones desproporcionadas, inviables para muchos municipios: el BRT, que es capaz de ofrecer servicios de alta calidad, similares a los del Metro, por sólo una fracción de su coste. Una ventaja adicional de los sistemas de BRT, es que en general, no requieren subvenciones.

La separación física del carril de circulación de los autobuses del resto del tráfico es la mayor diferencia entre los conceptos de corredor segregado y carril bus. Los carriles bus se separan por líneas horizontales en el pavimento y los corredores segregados tienen una separación física por bordillos de cemento. Los carriles bus suelen fracasar por falta de control que evite que el tráfico los invada.
Los corredores segregados a nivel cruzan las intersecciones mediante semáforos, lo que puede reducir mucho la capacidad del sistema. Los corredores segregados a distinto nivel evitan esos conflictos al construirse de forma que los carriles del autobús quedan completamente separados del resto del tráfico. Dados los ahorros en tiempo y reducción de congestión conseguidos en estas intersecciones mediante estas obras, el periodo de recuperación de estas inversiones es bastante corto.
Sus principales características incluyen:

• Carriles segregados para los autobuses.
• Terminales y paradas diferenciadas y de fácil acceso.
• Pago o validación del abono al entrar en la estación, antes de subir al autobús.
• Adecuada señalización y en general información en tiempo real.
• Prioridad de los autobuses en las intersecciones con otras vías.
• Integración modal con las líneas alimentadoras y trenes, autobuses interurbanos y metros.
• Tecnologías de recaudación y acceso avanzadas.

Normalmente, los sistemas BRT se han construido con costes bastante bajos: Entre 2 y 4 millones de euros por kilómetro, mucho menos que los 60 a 150 millones de euros por kilómetro de los sistemas de metro subterráneo.
Y para finalizar os dejamos con un video del Phileas, cuyo nombre está inspirado en el protagonista de la obra de Julio Verne “La vuelta al mundo en ochenta días”: