Biomasa colaborativa en Güssing (Austria)

Güssing (Austria)

Cerca de Viena existe una ciudad que consume solamente energía procedente de fuentes renovables que producen en el propio municipio. El proyecto de la planta de biomasa de Güssing, un distrito administrativo del estado federal de Burgenland, en Austria, empezó a diseñarse en 1993 y su desarrollo se completó en 2004.

Esta población de unos 4.000 habitantes se ha convertido en centro de atención porque es el único municipio de Europa que produce energía renovable para abastarse por completo y además le sobra para vender a otros lugares.

Ejemplo de material procedente de biomasaEste proyecto se distingue por la colaboración transversal que le permite aprovechar la gran cantidad de biomasa generada por los bosques del territorio y en la implicación de todas las empresas de la zona: agricultura, transporte, logística …

El objetivo era culminar en un proceso que proporcionara energía al 100% de las viviendas y a buena parte de los edificios públicos, así como a varias industrias de la región. Los ciudadanos tienen su propia sistema de calefacción, producen su propia electricidad, crean gas sintético con leña y cuentan con un centro de investigación para crear nuevo biocombustibles. Todo creado con fuentes limpias, sin emitir prácticamente CO2 a la atmosfera.

Desde 1995 la localidad ha reducido más del 95% de sus emisiones de gases de efecto invernadero

Toda la energía que consume el distrito proviene de la biomasa generada por el propio territorio, con lo que esta zona de Austria, con un modelo de generación de energía descentralizado, ha conseguido ser totalmente independiente de la oscilación de precios del gas y el petróleo.

El primer paso fue crear en 1992 una red eléctrica basada en una planta de biomasa, cuya materia prima era en su mayoría madera, y con la que se consiguió́ abastecer a 27 hogares. El motivo estriba en que Güssing es una localidad rodeada de bosques y árboles en abundancia.

Güssing de la central de biomasa de Güssing (Austria)

El segundo paso dio lugar a dos iniciativas: la producción de biodiesel a través de semilla de colza y una red de calor remoto basada, a su vez, en la biomasa. De este modo se solucionó en gran medida la necesidad de abastecimiento de energía térmica y de carburantes. A continuación, en 1996, y para abastecer al resto de hogares de energía eléctrica (además de los 27 hogares iniciales), se creó una central eléctrica de biomasa que suministraba calor mediante una estructura de tuberías, así como una planta de cogeneración alimentada por biomasa.

La conversión de Güssing en una ecociudad se empezó a fraguar en 1992 cuando su nuevo alcalde se percató de  lo que costaba el combustible importado y decidió hacer algo para ahorrar ese dinero a un ayuntamiento comido por las deudas. Empezó por poner en la ley que todos lo edificios públicos debían de dejar de usar combustibles fósiles, por eso se empezó a desarrollar una fuerte industria de energías verdes, que ha creado más de un millar de puestos de trabajos. Esto ha permitido atraer talento y convertirse en un centro de referencia para el estudio de la generación de energía procedente de la biomasa.

Este crecimiento pronto fue acogido por el resto de vecinos que veía los beneficios de consumir este tipo de energía. Esto ha supuesto un ahorro de más del 35% de los precios energéticos para los ciudadanos.

Ahora, el modelo Güssing se está replicando en otras zonas de Europa, demostrando las grandes ventajas de apostar por las energías renovables como fuente energética única.

Os dejamos con video en inglés sobre el proyecto Güssing:

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. Articulo muy interesante, estaría muy bien que alguna ciudad de por aquí pensara en hacer lo mismo.

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