El consumo colaborativo es un cambio cultural

Hace unos meses tratamos lo que se conoce como consumo colaborativo y el auge que había tomado durante 2012.

Recientemente ha tenido lugar un debate sobre este asunto en la sede de ESADE en Barcelona, de la cual se han extraído 5 ideas que nos gustaría compartir con vosotros ¿cuáles son?

1. Ya nadie hable del consumo colaborativo como de una moda pasajera sino que se habla de un cambio cultural. Desde eBay (el abuelo), pasando por Zipcar (el padre) para llegar a Airbnb (el adolescente) se ha aprendido mucho. Nadie sabe con precisión la forma de futuro de un sector en que las estimaciones siempre se miden en billones.
2. La reputación y la confianza son elementos clave para que ocurran las transacciones. Esto aplica tanto a la propia plataforma (ofreciendo seguros, transparencia, a nivel técnico, con soporte a los usuarios, etc.) como a los usuarios (mecanismos de reputación y feedback, etc.). Las plataformas que consiguen crecer más son aquellas donde se consigue generar confianza, y para negocios basados en comisión sobre transacciones la escala lo es todo.
3. Además de la opción fácil (denunciar las innovaciones como algo ilegal), varias empresas tradicionales empiezan a ofrecer servicios colaborativos. La automoción es el sector con ejemplos más interesantes (Citroen, BMW …) pero sin olvidar Marriot con LiquiSpaces o como TaskRabbit se ofrece para los negocios.
4. El consumo y la economía colaborativa potenciarán el rol de las ciudades frente a entidades de mayor escala (las comunidades autónomas, los Estado o la Unión Europea incluso). Ya existen asociaciones de promoción del consumo colaborativo en sitios como San Francisco, New York o Seúl. En el ámbito de la producción ya hace tiempo que se habla de la crisis de las escalas.
5. La innovación socio-económica que representa el consumo colaborativo está generando tensiones con las leyes actuales que no están preparadas para ello. La velocidad y tamaño del consumo colaborativo dependerá en gran medida de las políticas públicas adoptadas, ya que para legitimar y dar seguridad a estas iniciativas la regulación es necesaria. Interesante el post en el blog del OuiShare Fest acerca de la Public Policy Jam

Sin duda, la crisis económica es un poderoso incentivo para agudizar el ingenio y romper modelos establecidos, en este caso, el de la propiedad de las cosas

Os vamos a presentar unos proyectos ecointeligentes que no podéis dejar de conocer:

• Social Eaters es una red social que ofrece eventos gastronómicos en restaurantes selectos o en casas particulares, fomentando la interacción con otras personas alrededor de la comida. Su lema es conoce online, come offline.
• Grownies se dedica al intercambio inteligente de ropa de niños. Por tu parte entregas lotes con ropa en perfecto estado que tus hijos ya no usen, obtienes créditos para solicitar la ropa que necesites ahora. Tienes la posibilidad de filtrar según tus gustos y necesidades entre los lotes de ropa disponibles a unos precios muy asequibles.
• Trip4real ofrece al mundo actividades únicas y de calidad creadas por expertos locales para que los viajeros puedan conocer y disfrutar la parte más auténtica de España.
• Prepárate, banco de tiempo es una red de intercambio de conocimientos y desarrollo de proyectos que emplea la moneda tiempo para recompensar el tiempo que los demás nos dedican. Es un proyecto de innovación social coordinado por Infojobs.

 El futuro es pagar por el uso y no por la propiedad. Es cierto, es un cambio de paradigma, por eso cuesta

¿Te has unido ya a la llamada del consumo colaborativo?