¿Cuántas emisiones de CO2 tiene este viaje?

Algunas pistas más. Tiene lugar en nuestro traslado desde el encuentro con Eduard Punset en la sede de Endesa a la visita al proyecto Smartcity de Málaga organizada por Twenergy. Otro dato, lo realizamos en la línea de alta velocidad que une Madrid con Málaga.

Pues la respuesta es cero. ¿Sorprendido?

El resultado de esta respuesta merece algunas precisiones. Evidentemente el tren no emite gases contaminantes durante su recorrido, pero ¿y la generación de la electricidad necesaria para alimentarlo? Podríamos pensar en la posibilidad de suministrar al tren energía de origen renovable, pero en la actualidad no es posible distinguir si la energía que consumimos es renovable o no.

Lo que si podemos adquirir es la certeza de que la parte de energía atribuible a las energías renovables o verdes es la que se comercializa como tal. De ahí que el Consejo Nacional de la Energía (CNE) emita los certificados verdes que respaldan estos productos comerciales. En 2012, el contrato de suministro eléctrico para el Corredor Sur de Renfe procede en un 100% de energía renovable, certificada por el CNE. Lo cual nos lleva a afirmar que durante nuestro viaje las emisiones fueron cercanas a cero.

La electromovilidad hace que los servicios AVE ganen ampliamente en eficiencia en comparación con otros modos de transporte, ya que con un consumo por viajero transportado de 36 KWh, mejora ampliamente a los del automóvil y del avión.

Las emisiones de este AVE son un 20% inferiores a las del tren convencional que operaba en el corredor antes de diciembre de 2007, cuando entró en funcionamiento el servicio AVE Madrid-Málaga. Nos comentan que esta línea transporta una cifra anual media cercana a los 2 millones, habiendo conseguido capturar un importante número de usuarios que utilizaban el avión. Se calcula que se han evitado unos 7.000 vuelos al año que darían lugar a unas emisiones de 76.000 toneladas de CO2. Por comparar, equivalen a las emisiones anuales eléctricas de todos los hogares de la ciudad de Córdoba (350.000 habitantes).

¿Por qué el AVE es un modo transporte sostenible? Son varios los factores, entre los que se pueden destacar el diseño integrado entre los trenes y la propia infraestructura; que es un vehículo eléctrico; que para su implementación se han utilizado tecnologías innovadoras y sostenibles; y que su gestión y operación se guían por criterios ecoeficientes.

Tuvimos la ocasión de visitar la cabina del conductor y lo que más nos llamó la atención fue el freno regenerativo (ó KERS). En pocas palabras, el freno regenerativo es una tecnología que permite devolver a la red la energía eléctrica generada en el proceso de frenado. Para hacernos una idea, esta energía equivale de media a un 10% del consumo energético total. A diferencia del KERS utilizado en los coches de fórmula 1, la energía regenerada por los trenes de alta velocidad puede devolverse directamente a la red eléctrica general, pudiendo aprovecharse por otros consumidores. Es una tecnología que Renfe utiliza en sus trenes desde los años 90.

Dos apuntes a resaltar: el uso de electromovilidad permite al AVE ser el único modo de transporte que utiliza las energías renovables en España de forma significativa, y la conexión con otros transportes públicos y otros modos sostenibles, configura al AVE como un actor clave de la movilidad del futuro.

Como vemos, todo un ejemplo de sostenibilidad en sus 3 vertientes: la económica, con una menor dependencia energética, menor congestión en las carreteras, mayor productividad; la ambiental, con menores emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), menores emisiones de contaminantes locales, de emisiones acústicas y una menor ocupación del espacio; y la social, con una mayor accesibilidad, menor accidentalidad y mayor vertebración del territorio.