Es cierto, en ocasiones nos cuesta empezar a tomar medidas porque lo que nos proponen no lo vemos asequible. Nada más lejos de la realidad con esta recopilación de propuestas desarrolladas por nuestro amigo Daniel Robles Brugarolas, Director de Amyca, y por Javier Franco Romá, Gerente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de la Región de Murcia (España).

Es bien sabido que cada actividad empresarial es diferente al resto y que dentro del mismo sector, cada organización funciona de forma distinta a otras. Con las empresas, al igual que ocurre con las personas, nunca nos encontraremos dos iguales: su objetivo, filosofía, y por supuesto servicio y producto, variarán siempre.

Estas diferencias en las partes sustanciales de la empresa, derivan en consecuencia en diferencias en las gestiones diarias y medidas tomadas por la compañía y, por lo tanto, en la forma de desarrollarlas a través de los recursos (humanos, financieros, etc) que tengamos.

Y una de las medidas importantes que debemos tener bien presente en nuestra empresa serán las relacionadas con el Medio Ambiente.

Cuando pensamos en medidas medioambientales, siempre las relacionamos con empresas dedicadas a actividades industriales que producen unos bienes y por tanto unos residuos contaminantes que afectan a nuestra tierra, el agua, o el aire que respiramos.

Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la implicación debe ser muchos mayor que la que mantengan otras como las del sector servicios, lo correcto es que éstas últimas se impliquen en la conservación y preservación del Medio Ambiente en igual medida que las industriales y contaminantes. Por que, como decíamos, las medida ambientales que tu empresa adopte no tendrán que ser parecidas a las medidas que se apliquen en otras organizaciones.

Y es que, como sabes, el respeto por el Medio Ambiente es una misión de todos y un valor necesario para el futuro del planeta

Pero como empresarios, y aun siendo éste un argumento de gran consistencia y peso, hemos ido un poco más allá, por eso queremos resaltar que muchas de las medidas que se presentan conseguirán un importante resultado positivo en las cuentas de tu sociedad.

Párate a pensar por un momento cúanto dinero supondría en tus cuentas si consiguieras ahorrar un 15% de tu factura en la energía que consumes. Mucho, ¿verdad?

Y es que somos capaces de cambiar de operador telefónico con el objetivo de un pequeño porcentaje de ahorro en costes (con la farragosa gestión que ello nos conlleva), pero no vigilamos un gasto superior como, por ejemplo, la energía consumida en nuestra empresa por el hecho de tener la iluminación de toda la empresa encendida sin pensar si son necesarias o no, con las ventajas medioambientales extras que conlleva.

Primer compromiso: Autodiagnóstico Ambiental

Con un poco de visión de visión e imaginación, así como interés, se pueden implantar medidas ambientales de cierta importancia y relevancia para nuestro entorno.

Para empezar, podemos actuar de la siguiente manera:

• Reduciendo, reutilizando o reciclando nuestros residuos.
• Separando los residuos en origen. Así podremos gestionarlos adecuadamente e incluso darles valor al incorporarlos a la bolsa de subproductos.
• Consumiendo en nuestra empresas la mínima energía y siempre la más limpia.
• Minimizando el consumo de agua.
• Controlando los vertidos.
• Utilizando productos no agresivos con el Medio Ambiente.
• Vigilando e intentando que nuestros proveedores tengan actuaciones respetuosas con el Medio Ambiente, y que éstas sean tenidas en cuenta a la hora de la elección de dos o más suministradores de productos o servicios.
• Fomentando las actuaciones ambientales entre tus empleados.

Es cierto, el cumplimiento de la legislación ambiental es imprescindible y por supuesto obligatorio, pero lo consideramos como el punto mínimo desde donde partir y, en consecuencia, las medidas que aquí presentamos van más allá de los mínimos.

De todos es sabido que los residuos que generamos en la empresa deben ser gestionados adecuadamente debido a su clasificación pero, ¿qué podemos hacer para generar los mínimos residuos posible? ¿Podemos dar valor a los residuos que tenemos? ¿Podemos reducir su peligrosidad?

Podemos, para empezar, hacernos las siguientes preguntas:

• ¿Cumple mi empresa la legislación ambiental?
• ¿Cuáles son las tres acciones de mi actividad empresarial que producen mayor impacto ambiental?
• ¿Tengo implantado un Sistema de Gestión Ambiental?

Esa es la primera medida que proponemos: REALIZAR UN AUTODIAGNÓSTICO AMBIENTAL DE LA EMPRESA que nos indique el grado de cumplimiento de la legislación (como paso imprescindible) así como que nos oriente en aquellos aspectos ambientales sobre los que podemos actuar con el mayor beneficio ambiental posible.

¿Quieres leer los compromisos sobre Gestión de la Empresa?