El viaje silencioso de las especies: ¿qué nos dicen sobre nuestro futuro climático?

El cambio climático no es una proyección a futuro: es una realidad palpable que ya está alterando profundamente la distribución de plantas y animales en todo el Planeta.

Camille Parmesan ha evidenciado el viaje silencioso de muchas especies, lo que exige replantear las estrategias de conservación

Camille Parmesan, ecóloga pionera y recientemente galardonada con el XVII Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático y Ciencias del Medio Ambiente, ha evidenciado estos cambios con precisión científica, una profunda sensibilidad ecológica y una visión global necesaria para enfrentar los retos ambientales actuales.

1. De mariposas a miles de especies: una huella global

Camille Parmesan (Houston, Texas, Estados Unidos, 1961) se licenció en Zoología y se doctoró en Biología en la Universidad de Texas (Austin, Estados Unidos), donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera y ahora es profesora adjunta del Departamento de Geología e investigadora principal del Instituto de Ciencias del Medio Ambiente.

En 2011 se trasladó a la Universidad de Plymouth (Reino Unido), donde en la actualidad es profesora invitada en la Escuela de Biología Marina. En 2017 se estableció en la Estación de Ecología Teórica y Experimental en el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia gracias a la ayuda Make Our Planet Great Again que recibió en la primera edición de este programa.

Desde 2022 es directora de esta misma Estación. Ha formado parte del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas) durante más de 20 años, y fue una de las autoras principales del reciente informe emitido en 2022 por este grupo de científicos.

Pero fue a mediados de la década de 1990, cuando la mayoría de la comunidad científica aún debatía cómo podría manifestarse el calentamiento global, cuando Camille Parmesan detectó un indicador claro y tangible del cambio climático: la migración geográfica de las especies silvestres.

Su investigación inicial sobre la mariposa doncella de Edith (Euphydryas editha) en Norteamérica reveló que las poblaciones de esta especie estaban desplazándose hacia el norte y hacia altitudes más elevadas, huyendo del aumento de temperaturas y buscando entornos más frescos.

Pero, ¿cómo distinguió que estas migraciones se debían específicamente al calentamiento global y no a factores como la contaminación, pérdida de hábitat o presencia humana? Parmesan aplicó un método científico riguroso y revolucionario en ese momento: descartó cuidadosamente aquellos lugares donde el hábitat estaba deteriorado o contaminado y centró su estudio en áreas donde los ecosistemas estaban bien preservados. Al confirmar que la migración ocurría también en estas zonas intactas, logró aislar y demostrar el efecto directo del cambio climático.

La publicación de su trabajo en la prestigiosa revista científica Nature en 1996 fue un hito histórico que inauguró el campo científico conocido hoy como ecología del cambio climático.

En los años siguientes, estas observaciones iniciales en mariposas se han validado en miles de otras especies terrestres y marinas, estableciendo una huella globalmente coherente del calentamiento del Planeta.

2. Consecuencias y desafíos globales

Las investigaciones de Parmesan han cambiado radicalmente nuestra forma de concebir y ejecutar la conservación de la biodiversidad.

Tradicionalmente, las estrategias de conservación se basaban en proteger espacios fijos donde vivían ciertas especies. Ahora, con las evidencias de Parmesan, está claro que muchas especies están literalmente mudándose, lo que exige replantear completamente nuestras estrategias de conservación.

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Para adaptarnos a estos cambios, Parmesan ha promovido estrategias innovadoras como:

  • Corredores ecológicos: Rutas naturales diseñadas para permitir que las especies migren de forma segura hacia zonas con condiciones climáticas adecuadas.
  • Migraciones asistidas: Intervenciones activas en las que especies especialmente vulnerables son trasladadas artificialmente hacia hábitats más aptos.
  • Refugios climáticos: Espacios especialmente protegidos que se prevé conservarán condiciones climáticas favorables durante más tiempo, sirviendo como reservas para especies amenazadas.

Estas innovaciones han sido adoptadas ya por múltiples gobiernos y organismos internacionales, reconociendo que la protección de la biodiversidad debe anticiparse al futuro climático y no limitarse al presente.

3. Impactos más allá de los ecosistemas: salud, agricultura y pesca

El trabajo de Parmesan afecta a la conservación ecológica, habiendo generado también implicaciones significativas en otras áreas vitales para la humanidad:

  • Salud pública: El desplazamiento hacia latitudes más altas de enfermedades tropicales, como la malaria y el dengue, supone un reto creciente para las políticas de salud globales.
  • Agricultura y pesca: Agricultores y pescadores deben adaptarse rápidamente a los cambios en la distribución de especies productivas. Un ejemplo notable es la industria vitivinícola, que ahora debe plantar viñedos en altitudes mayores para asegurar la calidad de la producción.
  • Calidad nutricional de los alimentos: El aumento del dióxido de carbono atmosférico está disminuyendo el valor nutricional de muchas plantas comestibles, generando preocupaciones sobre futuras deficiencias alimentarias.

4. Big Data y la ecología global

Otra contribución fundamental de Parmesan ha sido su capacidad pionera para utilizar grandes volúmenes de datos (Big Data) en ecología.

Su colaboración con equipos globales de científicos ha permitido identificar patrones consistentes del impacto climático en diferentes regiones del Planeta, consolidando la relevancia global de sus hallazgos.

El estudio más citado de Parmesan, realizado en colaboración con el economista Gary Yohe en 2003, analizó datos de 1.700 especies, convirtiéndose en un trabajo clave en la investigación climática por la claridad y solidez con la que demostraron que el cambio climático era el motor fundamental detrás de las migraciones de especies observadas.

La ciencia de datos es multidisciplinar

5. Reflexión y urgencia: hacia una conservación climáticamente inteligente

Camille Parmesan insiste en la urgencia del mensaje: el cambio climático no es un problema futuro, sino un fenómeno actual que ya altera profundamente ecosistemas, economía y salud global a un ritmo alarmante, siendo sus investigaciones una clara llamada a la acción colectiva y coordinada.

Según Parmesan, debemos integrar plenamente el factor climático en las políticas de conservación, aceptando enfoques más flexibles y adaptativos. Por ejemplo, permitir ciertas hibridaciones naturales entre especies próximas para mantener la diversidad genética necesaria para enfrentar futuros desafíos climáticos.

Este enfoque dinámico y proactivo en conservación implica un cambio cultural significativo: dejar de pensar en especies aisladas para empezar a concebir sistemas ecológicos resilientes.

El cambio climático está por encima de efectos locales como invasiones o contaminación puntual. Camille Pamersan 

Hoy más que nunca, comprender, adaptarse y actuar constituyen los pilares esenciales no solamente para garantizar la supervivencia de la biodiversidad, sino también para asegurar el bienestar y el futuro sostenible de las sociedades humanas.

Finalizamos recordando que la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento reconoce con estos premios internacionales a aquellas contribuciones científicas de amplio impacto por su originalidad y significado teórico, así como por su capacidad para avanzar en la frontera de lo conocido.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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