¿En qué consiste el análisis social del ciclo de vida?

Desde hace años existe un interés creciente por complementar el análisis de los impactos ambientales de los productos y procesos, realizado mediante la metodología del Análisis de Ciclo de Vida (ACV), con el estudio de los impactos económicos y sociales que se producen a lo largo del ciclo de vida.

ASCV permite complementar el análisis de ciclo de vida de un producto con los impactos sociales, ampliando la evaluación de la sostenibilidad

De ahí que haya aparecido el concepto de Análisis de los Costes del Ciclo de Vida (ACCV) y el Análisis Social del Ciclo de Vida (ASCV). Mientras el ACV es una metodología ya consolidada y usada en una gran variedad de aplicaciones, el ACCV y el ASCV se encuentran actualmente en fase de desarrollo.

Se puede entender por Análisis Social del Ciclo de Vida (ASCV) aquella técnica de evaluación de los impactos sociales (incluyendo los impactos potenciales) que tiene como objetivo evaluar los aspectos sociales y socioeconómicos de los productos y su impacto potencial positivo y negativo a lo largo de su ciclo de vida, incluyendo la extracción, el procesamiento de las materias primas, la fabricación, la distribución, el uso, la reutilización, el mantenimiento, el reciclaje y la disposición final.

El ASCV puede ser aplicado sólo o en combinación con el ACV, y es importante subrayar que el ASCV no pretende afrontar la cuestión de si un determinado tipo de producto debe ser producido o no.

En este sentido, el ASCV, así como el ACV, provee información sobre posibles mejoras incrementales, pero no pretende determinar si un producto es sostenible en sí mismo.

Además, es necesario tener en cuenta que el punto de vista que adopta el ASCV es el de las empresas que desean reducir sus impactos sociales, y por eso se centra en los impactos que las empresas tienen capacidad de reducir.

Los objetivos del ASCV son adquirir y sistematizar información sobre el impacto social de los productos, con el objetivo de dar apoyo a estrategias, políticas de gestión, planes de acción, prácticas de compra y acciones de comunicación.

En particular, el ASCV puede servir para:

  1. identificar los potenciales de mejora en el ámbito social de los productos;
  2. comparar los productos desde el punto de vista del impacto social, así como ayudar en los procesos de certificación.

El segundo punto implica la posibilidad de influir sobre las elecciones de los consumidores hacia productos más sostenibles, así como sobre las decisiones de los políticos hacia la eliminación en el mercado de productos y servicios menos sostenibles entre sus semejantes.

Así, el ASCV puede ser usado para influir sobre las políticas de los gobiernos, por ejemplo ofreciendo información para campañas de boicot.

Nord Pas de Calis, región francesa que apuesta por la economía circular

En relación a la metodología, el ASCV es un proceso sistemático que permite recopilar información sobre los impactos sociales (positivos y negativos) en el ciclo de vida de los productos, desde la extracción de las materias primas hasta la disposición final.

Los impactos sociales son las consecuencias negativas o positivas sobre el bienestar de los stakeholders debidas a las actividades de la empresa.

Los stakeholders son grupos de actores sociales que tienen un interés compartido debido a su relación similar con el sistema objeto de análisis (por ejemplo, los trabajadores, los consumidores o los proveedores).

El ASCV no considera las presiones sociales determinadas por los impactos ambientales, porque estos últimos ya están incluidos en el ACV.

La diferencia entre el ASCV y otras metodologías de impacto social es que el primero tiende idealmente a analizar no sólo el impacto social asociado a una etapa del ciclo de vida (por ejemplo la fabricación de un producto), sino a todas las fases del ciclo de vida (extracción de materias primas, transporte, fabricación, uso y disposición de residuos).

Por eso, la recopilación de información se puede volver problemática en el caso de cadenas productivas muy largas o internacionales.

Sin embargo, como la metodología de ciclo de vida contempla únicamente la inclusión de aquellas etapas que tienen un impacto importante, el esfuerzo en búsqueda de datos sólo se extenderá mientras los datos sean relevantes.

El ASCV se basa en las categorías de impacto que se derivan de temas de interés social, siendo las más relevantes: derechos humanos, condiciones de trabajo, salud y seguridad, patrimonio cultural, gobernanza, y repercusiones socioeconómicas.

Las categorías de impacto se refieren a conceptos abstractos y generales, y por eso se detallan en subcategorías de impacto, que son temas o atributos socialmente significativos.

Recapitulando, el ASCV permite complementar el análisis del impacto ambiental asociado al ciclo de vida de un producto o proceso (ACV) con el análisis de los impactos sociales, ampliando así la evaluación de la sostenibilidad. 

Claves para la sostenibilidad de productos y servicios

A diferencia de otras metodologías de investigación social, el ASCV permite tener en cuenta los principios del ACV

  1. Todo está conectado, y por eso los cambios en una de las etapas del ciclo de vida necesariamente influyen en las otras
  2. Es importante mantener una aproximación multicriterio y evaluar simultáneamente diferentes categorías de impacto
  3. En la medida de lo posible, es importante cuantificar los impactos para permitir una comparación a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida, así como una comparación entre diferentes productos.

No obstante, cabe recordar que el ASCV es una metodología actualmente en fase de desarrollo, y por eso presenta muchas cuestiones todavía abiertas.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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