¿Por qué es necesaria la Responsabilidad Social Corporativa?

La ética es necesaria en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)

Para llegar a comprender la relevancia actual del concepto de RSE (al que también nos referiremos indistintamente como RSC) para la sociedad en su conjunto, es necesario repasar el término de empresa o negocio sostenible.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de sostenibilidad? Pues nos referimos a la capacidad de atender a las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. Esto es lo que se conoce como Triple Vertiente de la Sostenibilidad.

Es decir, producir y consumir hoy de modo que nuestros descendientes también puedan hacerlo en el futuro

Entonces, al hablar de negocios sostenibles nos referimos a la manera en que las empresas desempeñan su actividad en relación a esas 3 vertientes: la económica, la social y la ambiental.

Las tres vertientes de la sostenibilidad

En relación a la primera, decimos que la empresa sostenible procurará obtener beneficios satisfaciendo las necesidades de la sociedad de manera ética. Entre otras cuestiones, informará de manera completa y transparente a sus clientes acerca de sus productos, no utilizará publicidad engañosa (tampoco empleará prácticas de greenwashing), pagará a sus empleados un salario justo por su trabajo, respetará los acuerdos con sus proveedores, evitará y denunciará los delitos fiscal y buscará que el progreso de la organización se vea reflejado en todos sus miembros.

Por otro lado, en cuanto a la dimensión social, la misma hace referencia a la contribución de la empresa hacia la sociedad en temas relacionados al desarrollo de la comunidad y de sus empleados.

Finalmente, el aspecto ambiental se ocupa del respeto por el medio ambiente a través del ahorro de energía, agua y recursos, la selección de insumos y procesos de bajo impacto ambiental, el tratado de residuos, el reciclaje, y a la educación y la promoción de estas prácticas entre empleados y la comunidad.

Pero también podríamos preguntarnos qué pasaría si NO se adopta la Responsabilidad Social Empresarial (RSE ó RSC) como referente en la gestión empresarial.

Si nos retrotraemos a la crisis financiera del 2008 encontraremos respuestas a esta pregunta. Fue ese año cuando el sistema financiero, primero el norteamericano y luego el mundial, quedaron en evidencia por su irresponsabilidad, pagando todos un alto precio por ello. El egoísmo, la avaricia desmedida y la falta de escrúpulos de los agentes del sistema financiero lograron poner contra las cuerdas la economía mundial, llevándola a una de las crisis globales más profundas.

La búsqueda de rentas extraordinarias de cortísimo plazo provocó que los operadores financieros se apartarán de la realidad y todo sentido ético. Y es aquí donde aparece la ética. Porque esos operadores e intermediarios conocían perfectamente que ese tipo de operaciones forzarían el sistema y lo podrían llevar a su quiebra.

Los efectos de sus prácticas llegaron finalmente a miles de pequeños inversores y provocaron la ruina de particulares y familias, con sus casas hipotecadas y sus ahorros confiados en productos sin valor.

Podemos decir que la ética es la base de la Responsabilidad Social y en el futuro se podrá prescindir de ella

Si hablamos de los beneficios que aporta la adopción de la RSC en la empresa parece que son evidentes los que se generan para la sociedad, no siendo tan claros los beneficios para la propia empresa, que en ocasiones puede llegar a considerar la RSC como un gasto.

Sin embargo, la práctica activa de la RSE representa una inversión. Se ha demostrado que con un comportamiento más ético por parte de las empresas ganamos todos. Existe una relación del tipo ganar – ganar mediante la cual, a través de un comportamiento acorde a los principios de la RSE, gana la sociedad y gana la empresa.

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Volviendo a los beneficios, vamos a describir algunos de ellos:

  • Aumento de la competitividad de la empresa. Las empresas que adopten medidas de RSE lograrán diferenciarse de sus competidores mejorando su posicionamiento en el mercado a través de la retención y la captación de nuevos clientes. La empresa aumentará su competitividad en la medida que pueda modificar la percepción que los clientes tengan de ella, ya sea por la calidad o precio de sus productos o por la imagen que genere de acuerdo a su accionar. La RSE claramente influye en ambos aspectos.
  • Aumenta la eficiencia. A través de la revisión continua de procesos, la empresa logrará aumentar su eficiencia operacional. Incentivando la innovación, dando lugar a nuevas propuestas y atendiendo a los aspectos relacionados a la ecoeficiencia disminuirá significativamente sus costes. Con respecto a este último punto, la correcta selección de insumos, el ahorro de recursos se verá reflejado en su cuenta de resultados.
  • Mejora la reputación. Podemos afirmar que aquella empresa que se desenvuelva acorde a los principios de la RSE mejorará su imagen y generará con ello un activo intangible que le acercará nuevas oportunidades para su negocio. El reconocimiento social le permitirá insertarse de manea más profunda en la comunidad y mejorará a su vez las posibilidades de obtener financiación gracias a la buena reputación conseguida por su manera de actuar.
  • Incrementa la productividad. Es evidente que los empleados contentos rinden más. Y no es ni más ni menos que eso lo que aporta la RSE en relación a la productividad. Una empresa que considere las necesidades de sus empleados y los respete, generará un clima y compromiso diferente de su parte a la hora de desempeñar sus tareas. Brindar a los miembros de la empresa la posibilidad de aprender y desarrollarse tanto profesional como personalmente verá sus frutos cuando los mejores empleados decidan permanecer trabajando en la organización y la captación de talento se torne una tarea más sencilla.
  • Permite identificar nuevas oportunidades. Una empresa atenta a lo que sucede a su alrededor, tendrá más posibilidades de identificar y aprovechar las nuevas oportunidades que se le presenten. Preocuparse por los otros, implica también preocuparse por uno mismo. De esta manera, mantener una actitud de superación constante le permitirá reconocer los puntos de mejora y actuar acorde a ellos.
  • Disminuye los riesgos. Ser responsable implica casi por definición el hecho de prever las consecuencias de las acciones que se desarrollan. Así, la empresa que avance en los temas referentes a la RSE disminuirá la incertidumbre y los riesgos al contemplar, como práctica habitual, los sucesos desencadenados por su actividad, contando con mayor información y actuando en consecuencia de manera oportuna.

Dentro de la lógica empresarial, la búsqueda de la eficiencia constituye un objetivo central para el desarrollo del negocio. En este sentido, las acciones se evaluarán acorde a la relación coste – beneficio implícitas en ellas. Siguiendo este razonamiento, y considerando la RSE como una inversión, implícitamente estamos diciendo que aplicarla generará algunos de los beneficios antes mencionados.

Para finalizar vale la pena aclarar que cuando hablamos de RSE no podemos olvidarnos que la empresa privada se constituye con el objetivo de generar riquezas, de lucrarse en definitiva. La discusión no se plantea en torno a esa búsqueda del beneficio, sino en el cómo se generan las ganancias y si únicamente debería la empresa preocuparse de ello.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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