¿Compensamos nuestras emisiones de carbono?

Sin duda si adoptáramos cada uno de nosotros esta iniciativa se detendría el ascenso vertiginoso de concentración de CO2 en la atmósfera. No sería instantáneo pero en unas décadas invertiríamos esta peligrosa tendencia.

Emisiones de gases de efecto invernadero por la actividad empresarial

La idea de las compensaciones es sencilla. Se trata de calcular cuanto CO2 produce uno en su vida diaria, y hacer algo para compensar este perjuicio producido contra el medio ambiente.

Supongamos que queremos viajar en avión de Madrid a Durban para asistir a una conferencia sobre el calentamiento global, pero no queremos que el viaje agrave aún más el problema. Tendremos que calcular el CO2 emitido a la atmósfera para llegar allí, y luego plantar unos cuantos árboles que, más adelante, capturarán esas emisiones de CO2 mediante su fotosíntesis.

El carbono que emite un avión permanece en la estratosfera durante cientos de años

O, quizás más sencillo, podemos pagar a otros para que lo hagan en nuestro lugar. De hecho son cada vez más empresas las que ofrecen la posibilidad de compensar las emisiones  de todo tipo de actividades, desde le consumo de electricidad hasta las emisiones que se estiman producen nuestras próximas vacaciones. Incluso se vende golosinas que además de contener chocolate libres de toda culpa, neutralizan gran parte de nuestras emisiones diarias personales (unos 60 kg de CO2) destinando parte del precio del producto a proyectos que reducen las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI).

plantacion de arboles de tree nation en niger

Hay iniciativas muy interesantes como EcoTweet, que se encuentra en proceso de redefinición, y Tree-Nation, una comunidad social gratuita dedicada a la lucha contra el Cambio Climático, la desertificación y la pobreza mediante la plantación de árboles, que promueven el hábito de la reflexión sobre la repercusión de nuestras actividades diarias en las emisiones de gases contaminantes.

Aunque estas actuaciones puedan parecer artificiosas, se complementan con iniciativas legales como el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea, que es un sistema de intercambio y fijación de máximos empleado actualmente por más de 10.000 productores de energía.

emisones de los aviones en la estratosfera

También es cierto que se crea polémica cuando este tipo de políticas no se adoptan globalmente, como es el caso conocido como la Guerra del CO2, donde las aerolíneas europeas se están enfrentando a la Unión Europea por unas medidas que no afectan por igual a las compañías estadounidenses y chinas.

Siempre es difícil conciliar los intereses de estos grupos de presión, pero la amenaza de no hacer nada y seguir emitiendo sin control se la pasamos con nuestra indiferencia a las generaciones futuras.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. manuel ch martinez

    Creo que si los gobiernos nos obligan a multitud de impuestos yo si estaria d acuerdo en pagar 100€ en la compra de un coche para plantar arboles que neutralicen el Co2 de la vida util de ese coche,en 20.000€ de media del valor del coche es muy poco.
    Tampoco se tiene en cuenta que el 90% del Co2 lo absorbe el mar y lo reciclan las algas,que gracias a los barcos de arrastre pesquero estan dejando nuestros fondos marinos como Autenticos desiertos y a nadie le preocupa esto,de echo los corales marinos se estan blanqueando por todo el mundo,la barrera de coral del pacifico esta en grave peligro,la lucha empieza en nuestras playas…las multinacionales ,los gobiernos ….y nosotros con nuestra » comoda vida » somos complices….SOS ……..STOP A LOS BARCOS DE ARRASTRE

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