La actividad ¿es prosperidad?

¿Sabías que el vertido del Exxon Valdez incrementó el PIB de Alaska?

Pues es cierto. El área afectada registró una actividad económica mayor porque había muchas paliando los efectos del vertido. Te suena el Prestige … Hoteles, restaurantes, tiendas y negocios en general incrementaron sus transacciones económicas.
Sabemos que el PIB (Producto Interior Bruto) únicamente tiene en cuenta la actividad como unidad de medida del progreso. Pero ¿alguien en su sano juicio llamaría prosperidad a los efectos del vertido de crudo del Prestige? Efectos irremediables en la flora y fauna salvaje, además de consecuencias impredecibles en la salud.
El PIB como unidad de medida del progreso es fruto de una época en las que los recursos naturales se consideraban ilimitados y en los que calidad de vida era sinónimo de alto nivel de vida económico. Si únicamente medimos la prosperidad como el incremento de actividad económica, entonces los accidentes de tráfico y las enfermedades graves son signos del prosperidad.
Parece deducirse que la carrera en pos de un mayor progreso económico nos lleva a despreciar la actividad social y cultural, el impacto ecológico y los efectos a largo plazo.
(Resumen adaptado procedente de: Cradle to cradle de Michael Braungart y William McDonough)

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. lobo199

    Lecciones de un desastre, ocho años después

    El vertido del 'Prestige' endureció la ley y elevó las indemnizaciones por daño ambiental

    Casi ocho años han pasado desde que el buque Prestige, con bandera de Bahamas, de un solo casco y demasiado viejo para navegar, se hundiera frente a la Costa da Morte en Galicia, dejando una estela de crudo de 1.900 kilómetros de litoral desde Portugal hasta Reino Unido, que elevó el accidente a catástrofe ecológica en sólo 48 horas.

    El 9 de junio, la fiscalía reabrió una herida que se cerrará este invierno en los tribunales. En un timing casi perfecto con el vertido de BP en el golfo de México, que desde el 20 de abril mantiene despierta la atención internacional como nunca antes lo ha logrado un accidente ecológico, el ministerio público anunció que pediría 12 años de cárcel contra el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras.

    La acusación también reclama al capitán el pago de 2.233,76 millones de euros de forma solidaria con la aseguradora del barco, The London Stamship Owners' Mutual Insurance Association Ltd.

    El macrojuicio determinará las responsabilidades del vertido, ¿pero qué lecciones se han aprendido desde entonces? Si hoy volviera a suceder un accidente de las mismas características, algo que no es descartable dado que el transporte de hidrocarburos pesados sigue realizándose por barco, la ley española respondería de forma más contundente, al menos sobre el papel.

    Cuando el Prestige reventó, en España existía la Ley de Suelos y la Ley de Aguas como instrumentos para responder a una catástrofe ambiental. El responsable del accidente respondería por vía sancionadora o con la paralización de la actividad causante del daño.

    http://www.cincodias.com/articulo/Entorno/Lecciones-desastre-anos-despues/20100624cdsent_1/cdssupent/

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.