De la ciudad de los coches a la ciudad de las personas
Durante décadas la ciudad se diseñó para el automóvil, con grandes calzadas, aparcamientos y distancias largas entre vivienda, trabajo y servicios. Y aquel modelo que prometió libertad, nos dejó contaminación y ruido, pérdida de espacio público, tiempo en atascos, desigualdad territorial y una costosa huella ambiental. Sin embargo, la emergencia climática y social nos empuja…
