Biosfera y tecnosfera: dos metabolismos en el mundo

La trama superestructural de diseño en la que nos desenvolvemos consta de dos elementos esenciales: la masa, que es la Tierra, y la energía, que es el Sol. Nada entra y sale del sistema planetario salvo el calor y, ocasionalmente, algunos meteoritos. A efectos prácticos, vamos a considerar el sistema cerrado y cuyos elementos básicos son valiosos y finitos. Todo con lo que contamos es aquello que la naturaleza ha puesto aquí. Y lo que los seres humanos hagamos no puede ser expelido fuera.
Si nuestros sistemas contaminan la masa biológica de la Tierra y siguen expulsando materiales técnicos (como los metales), o bien los vuelven inutilizables, viviremos en un mundo limitado, en el que la producción y el consumo habrán de restringirse, y la Tierra se volverá literalmente una tumba.
Si en verdad los humanos debemos prosperar, deberemos aprender a imitar a la naturaleza en su altamente efectivo sistema de la cuna a la cuna (cradle to cradle ó c2c) con respecto a los flujos de nutrientes y al metabolismo, en los cuales el propio concepto de desecho no existe.

Eliminar el concepto de residuo significa diseñar las cosas –productos, embalajes y sistemas- desde su mismo origen, pensando que no existe el residuo.

Significa que los valiosos nutrientes contenidos en los materiales conforman y determinan el diseño: la forma sigue a la evolución, no sólo a la función. Esta propuesta es mucho más potente que la forma actual de hacer las cosas (ecoefectividad vs ecoeficiencia).

Distinguimos dos metabolismos discretos en nuestro planeta. El primero es el metabolismo biológico, la biosfera, los ciclos de la naturaleza. El segundo es el metabolismo técnico, la tecnosfera, los ciclos de la industria, incluyendo la cosecha de los materiales técnicos desde sus lugares naturales. Con el diseño apropiado, todos los productos y materiales manufacturados por la industria podrían alimentar de forma segura a ambos metabolismos, aportando nutrientes para algo nuevos.
Los productos pueden estar compuestos por materiales que serán biodegradables y que se convertirán en alimento a lo largo de ciclos biológicos, o por materiales técnicos que no salen de los bucles de los ciclos técnicos, a través de los cuales circulan indefinidamente como nutrientes singulares para la industria. Para que estos dos metabolismos permanezcan sanos, valiosos y exitosos, hay que tomar muchas precauciones para evitar que se contaminen mutuamente. Los elementos que entran en los metabolismos orgánicos no deben tener ni agentes mutagénicos, cancerígenos, tóxicos persistentes, ni otras sustancias que se acumulan en los sistemas naturales con efectos dañinos. Sin embargo, algunos materiales que podrían perjudicar al metabolismo biológico, podrían ser tratados de forma segura por el metabolismo técnico. Siguiendo con nuestro razonamiento, los nutrientes biológicos no han sido diseñados para incorporarse al metabolismo técnico, en el que no sólo se perderían para la biosfera, sino que, además, reducirían la calidad de los materiales técnicos, o en el mejor de los casos, volverían su recuperación y reutilización más compleja.
(Resumen adaptado procedente de: Cradle to cradle de Michael Braungart y William McDonough)

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 9 comentarios

  1. jhorgelys

    en que afecta la tecnosfera al planeta tierra

  2. javier

    este tema abarca lo mas basico de la vida , que lastima que solo interesa a unos pocos

  3. (8) AUM

    Gracias amig@s, felicidades a la Bitacora ECOINTELIGENCIA.,por su clasificacion buena labor en de Los Premios Bitacoras . ;)…txapoO!

  4. anna

    desde cuando se maneja este concepto?

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