Guía de bombillas de bajo consumo (3)

Bombillas de bajo consumo halógenas

Y llegamos al final de la guía realizada por Twenergy sobre iluminación ecointeligente con esta entrega tratando las lámparas halógenas.

En los últimos años las bombillas halógenas, si bien no se pueden considerar tan ecoeficientes como las LED o las fluorescentes, han mejorado mucho su tecnología y ofrecen buenas prestaciones.

Halógenas

Bombillas de reducidas dimensiones, normalmente de forma lineal, de cápsula o estándar y dicroicas, con modelos que van desde los 110W o 220W de potencia a los 12W (con transformador reductor de tensión o voltaje). Se caracterizan por aportar mayor intensidad de luz y alcanzar elevadas temperaturas, para lo cual suelen utilizar cristal de cuarzo, que soporta muy bien este calor.

Ahorro

Importe energético anual: unos 38 euros, lo que significa alrededor de un 30% de ahorro frente las bombillas tradicionales.

Consumo

Una bombilla halógena de 70W funcionando una hora consume 0,07 kWh frente a los 0,100 kWh de su equivalente incandescente.

También de forma esférica una bombilla halógena

Vida útil

3.000 horas (3 veces más que una incandescente).

Falsos mitos

Se tiende a pensar que todas las bombillas halógenas dicroicas requieren de un transformador, lo que puede incrementar el coste de instalación. Es falso; existen lámparas de baja tensión que pueden conectarse directamente a la línea de 220V, ofreciendo una elevada salida de luz capaz de iluminar nuestra vivienda habitual, bares o hasta salas de museos y exposiciones.

Uso ideal

Debido a su rápido encendido, son muy recomendables para lugares en los que sea necesario su arranque instantáneo y durante no mucho tiempo, como un cuarto de baño o un pasillo. También donde se requiere una reproducción cromática buena con temperatura de color cálida. En contrapartida supone mayor potencia y consumo.

No obstante, en los últimos años las diferentes modalidades, sobre todo entre las dicroicas (las de forma semiesférica que suelen empotrarse en el techo), han propiciado que ya puedan utilizarse en infinidad de aplicaciones, desde puntos de luz de acentuación decorativos a dormitorios, salones o, incluso, exhibidores de productos en comercios.

Los ojos de buey halógenos son un clásico en la decoración

Y para terminar vamos a recordar que una bombilla tradicional de 100W equivale a una fluorescente de 30W, a una halógena de 50W o a un LED de 15W. También es necesario tener presente que, por sus distintas características, no todas ellas proporcionan la misma eficiencia energética para cualquier escenario o uso, y que es preciso saber seleccionarlas para sacarles el máximo partido.

Seguro que esta guía ayudará a nuestros lectores a descubrir cómo y cuándo usar estas opciones ecoeficientes de luminarias.

Podéis acceder a la guía completa de Twenergy en nuestro fondo documental ecointeligente o desde este enlace: Guía de bombillas de bajo consumo de Twenergy.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

Esta entrada tiene 0 comentarios

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.